Manifiesto de Solidaridad con Venezuela de la Asamblea Internacional de los Pueblos
Escrito por
Agencias
Los pueblos del mundo, representados en la Asamblea Internacional
de los Pueblos, defendemos la Revolución Bolivariana como un proyecto
que aporta sentidos éticos y de futuro para la humanidad.
Los pueblos del mundo, representados en la Asamblea Internacional de los Pueblos, defendemos la Revolución Bolivariana como un proyecto que aporta sentidos éticos y de futuro para la humanidad. !Llamamos al mundo entero a levantar sus voces para construir la paz y detener la guerra!
1. Reunidos y reunidas en Caracas, República Bolivariana de
Venezuela, entre los días 24 y 27 de febrero de 2019, representantes de
movimientos y organizaciones sociales y políticas de más de 90 países,
de los cinco continentes, reafirmamos nuestra defensa de la soberanía y
la autodeterminación de Venezuela, nos pronunciamos en defensa de la
Revolución Bolivariana y del presidente legítimo y constitucional,
Nicolás Maduro.
2. Desde hace dos décadas, la Revolución Bolivariana avanza en un
proceso y propuesta de transformación profunda, basada en una democracia
participativa y protagónica, centrada en los intereses populares, que
cuenta con una organización comunal y apunta hacia socialismo feminista
propuesto por Hugo Chávez. Con esa perspectiva ha producido cambios de
horizonte, que involucran incluso la construcción de un mundo
multicéntrico y pluripolar, con cambios sustantivos en las relaciones
neocoloniales que afectan a la región y al Sur. Con una visión
redistributiva de las riquezas provenientes de los recursos abundantes
que el país produce, Venezuela ha obtenido resultados inéditos en su
historia al universalizar la educación pública y gratuita, consiguiendo
tanto la erradicación del analfabetismo como una inserción sin
precedentes a la educación superior. Similares logros se observan en
salud, vivienda y otros derechos sociales.
3. El imperialismo estadounidense, guardián de los intereses
corporativos, financieros, militares y transnacionales que abriga, está
determinado a derrumbar este proceso, para tomar control directo de las
riquezas naturales. Para terminar con la propuesta de soberanía y
autodeterminación, Estados Unidos ha desatado todas las estrategias de
guerra híbrida y permanente, ha intentado todas las tácticas posibles:
golpes de Estado, terrorismo, especulación financiera, bloqueo
económico, e inflación inducida y otros.
4. Desde 2008 se evidencia una crisis estructural, multidimensional e
histórica del capitalismo, en ese marco Estados Unidos busca sostener
su hegemonía mundial por todos los medios, entre ellos el bélico, que se
traduce en agresiones, invasiones y guerras para apoderarse de las
riquezas naturales, controlar mercados, territorios y gobiernos. En esa
misma línea, la disputa geoeconómica que ha emprendido con China y Rusia
amenaza con conducir la humanidad hacia una guerra total.
5. Así, para proteger el libre mercado y libertad de las
corporaciones para saquear y explotar a nuestros pueblos, en diversas
partes del mundo avanzan con presiones económicas, tales como el bloqueo
contra Venezuela, Cuba e Irán y cometen agresiones bélicas, como sucede
en Irak, Afganistán, Libia, Yemen, República Democrática del Congo; y
ocupaciones tales como la de Palestina. También imponen guerras
económicas, psicológicas, culturales, como la que infringen a Venezuela
desde hace varios años. Paradójicamente, es la "defensa de los derechos
humanos y de la democracia" que ha servido de muletilla para camuflar
las más graves agresiones colectivas. Pero los pueblos resisten y han
logrado frenar estos intentos de control como ha sucedido en Crimea y
Siria.
6. La imposición de las reglas del juego del capitalismo corporativo y
globalizado solo puede sostenerse eliminando las posibilidades
democráticas y los derechos de la clase trabajadora, diseminando caos,
destrucción y muerte. Por eso, rechazamos la escalada de presiones del
gobierno de Estados Unidos, tales como la acción militar que, disfrazada
de “ayuda humanitaria”, avanza contra la República Bolivariana de
Venezuela. Esta última es una nueva fase de la guerra para reinstaurar
un modelo de subordinación política, que se cristaliza con la pretensión
de derrocar al presidente electo Nicolás Maduro.
7. Un nuevo momento de este plan injerencista, se expresa ahora en
las presiones externas impulsadas desde instancias ad-hoc, tales como el
llamado grupo de Lima, que articulados con sectores de la extrema
derecha venezolana, pretenden instaurar un autoritario golpe de Estado y
desconocer las instituciones democráticas venezolanas. Constatamos con
sorpresa que incluso instancias como la Unión Europea, sucumben a las
presiones de Estados Unidos y, en sentido contrario al derecho
internacional y la democracia, llegan hasta a reconocer a un
“presidente” autoproclamado, que no fue elegido por nadie. Esto se
respalda en una ingeniería ideológica y comunicacional basada en la
diseminación de noticias falsas y escenarios ficticios, que se
posicionan tanto a través de los medios de comunicación corporativos
como por las redes digitales.
8. Hoy en Venezuela está en disputa la soberanía y la
autodeterminación, que son pilares de la dignidad de los pueblos, que
buscan construir un futuro para la humanidad y sociedades más justas e
igualitarias. Por eso, y en solidaridad internacionalista con el pueblo
de Venezuela y su gobierno legítimo, presidido por Nicolás Maduro,
manifestamos:
1. El cese del bloqueo económico que: infringe sufrimiento al pueblo,
atenta contra el proyecto económico-productivo y las políticas
redistributivas; y que ya le ha costado a Venezuela más de 30 mil
millones de dólares.
2. Defendemos la soberanía, la democracia participativa y protagónica
y el derecho de Venezuela a organizar su proyecto económico y gestionar
sus recursos naturales bajo criterios soberanos.
3. Los pueblos del mundo queremos la paz, no queremos más guerras.
América Latina y el Caribe es una zona de paz, así lo reconoció la CELAC
en 2014 y así debe proyectarse hacia el futuro. Venezuela tiene derecho
a resolver cualquier diferencia a través del dialogo y de los múltiples
mecanismos que prevé su propia constitución y en el marco del derecho
internacional público.
4. Los pueblos del mundo, representados en la Asamblea Internacional
de los Pueblos, defendemos la Revolución Bolivariana como un proyecto
que aporta sentidos éticos y de futuro para la humanidad.
!Llamamos al mundo entero a levantar sus voces para construir la paz y detener la guerra!
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