México, violencia criminal y horror
Escrito por
Orlando Oramas Leon
Pese a la violencia que resulta recurrente aquí, México reacciona
hoy horrorizado ante el asesinato de tres estudiantes de cine y la
disolución de sus cuerpos en ácido por orden del crimen organizado.
Cientos de jóvenes se manifestaron la víspera en Guadalajara, Ciudad
de México y en otras localidades del país en repudio a la muerte de
Javier Salomón Aceves, Marco Francisco García y Jesús Daniel Díaz,
alumnos de la Universidad de Medios Audiovisuales de Guadalajara.
Los tres fueron secuestrados el 19 de marzo en Tonalá, Jalisco, donde realizaban filmaciones para una tarea escolar.
El crimen ha sido atribuido a rivalidades entre grupos del crimen
organizado, en particular el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Como se presentan las cosas, los jóvenes aprendices de cine
estuvieron en el 'momento y el lugar equivocado', tal y como les ocurrió
a los 43 alumnos de la escuela normal de Ayotzinapa, desaparecidos en
Iguala, Guerrero, hace 43 meses.
Ambos casos están marcados por el horror, según las versiones de las autoridades.
La fiscalía estatal de Jalisco señala que Javier, Marco y Jesús
fueron confundidos como integrantes del cartel Nueva Frontera, escisión y
rival del CJNG.
A Javier lo golpearon son saña para sacarle información que no tenía y
murió por la golpiza. Luego decidieron asesinar también a sus
compañeros y hacer desaparecer sus cuerpos.
Para ello el CJNG contrató a un joven rapero, que tiene hasta su
página en YouTube, con vídeos y canciones que hacen apología a las
drogas, el crimen, las pandillas. Él es uno de los dos detenidos por el
caso, en el que se involucró por ser especialista en disolver cuerpos
humanos en contenedores de ácido.
El CJNG le pagaba cada semana tres mil pesos (unos 160 dólares) por su macabra labor.
Su confesión y la de otro cómplice, más trazas de sangre que corresponden al ADN de una de las víctimas, confirman el crimen.
Muy parecido también con lo que ocurrió con los 43 de Ayotzinapa, de
los cuales apenas se pudo recuperar evidencia para corroborar la muerte
de Alexander Mora Venancio, según el laboratorio de la Universidad de
Innsbruck, en Austria.
Allá envió el gobierno mexicano las muestras recogidas en el basurero
municipal de Colula, adyacente a Iguala, donde, según la versión
oficial, fueron incinerados los normalistas, a quienes supuestamente el
grupo criminal Guerreros Unidos confundió con sus enemigos de Los Rojos.
Aquel horror ahora regresa con la suerte de los muchachos asesinados y desaparecidos en Tonalá, Jalisco.
Estudiantes, padres de familia, académicos, cineastas y el presidente Enrique Peña Nieto expresaron su indignación.
'El atroz homicidio de Javier, Daniel y Marco nos lastima e indigna a
todos los mexicanos', suscribió el mandatario en su cuenta de Twitter
desde Europa, donde cumple una gira oficial.
'Las palabras no alcanzar para entender la dimensión de esta locura.
Tres estudiantes son asesinados y disueltos en ácido', lamentó por la
misma vía el laureado director de cine Guillermo del Toro.
'El por qué es impensable; el cómo es aterrador', subrayó Del Toro.
Por su parte Felipe Cazals, también multipremiado director de filmes
como Canoa (1975) o Kino: la leyenda del padre negro (1993), entre
muchos otros, escribió:
'No son tres más los estudiantes sacrificados por la delincuencia
organizada de Jalisco. Ellos tenían nombre, familia, amigos y futuro.
Vivían en un país que agoniza a la deriva, ese país es México'.
También en Twitter el actor Diego Luna consignó: 'En México vivimos
en el horror. Aquí tres jóvenes pueden ser asesinados de forma atroz,
porque se puede, porque no pasa nada. Que rabia'.
í'Ay pobre país! Se diría que teme conocerse', lamentó a su vez el también actor y director Gael García Bernal.
La Secretaría de Cultura y el Instituto Mexicano de Cinematografía,
candidatos a la presidencia de la República y a otros puestos para las
elecciones del 1 de julio, así como actores sociales y de la vida
pública condenaron el crimen, contra el que se anuncian nuevas
manifestaciones.
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