miércoles, 3 de mayo de 2017

    En lo que va de 2017, los índices de violencia contra periodistas se ha incrementado en un 30 por ciento con respecto al año pasado.

    En lo que va de 2017, los índices de violencia contra periodistas se ha incrementado en un 30 por ciento con respecto al año pasado. | Foto: EFE

    Publicado 3 mayo 2017


    Las autoridades mexicanas confirmaron este martes la muerte del periodista Filiberto Álvarez, presentador de un programa en una radio local en el estado de Morelos, con lo cual se eleva a cinco el número de reporteros asesinados en México en lo que va de año.
    Los asesinatos y constantes amenazas cometidas contra los periodistas en ese país demuestran el deterioro del ejercicio pleno de la libertad de expresión.
    La situación para el gremio se recrudece cada vez más y lo peor es que la voluntad para resolverlo es casi nula. Las cifras hablan: desde el año 2000 hasta la fecha se registran 123 asesinatos, 20 desapariciones y sólo tres casos han sido resueltos.
    Noé Zavaleta, corresponsal del diario mexicano Proceso, afirmó que no existe voluntad política, ni compromiso con el gremio por parte de las autoridades del gobierno para resolver los cientos de casos de asesinatos y violencia contra los periodistas.
    "No existen compromisos con los medios de comunicación, porque no les interesa la libertad de prensa, nos ha quedado muy claro, sobre todo en el caso de Veracruz donde han ocurrido 20 asesinatos en los últimos 6 años y en el lo que va de gobierno de Enrique Peña Nieto, van 40 asesinatos de comunicadores", agregó Zavaleta en conversación con teleSUR.
    La Declaración de Principios sobre Libertad de Expresión de la CIDH establece que el asesinato, secuestro, intimidación, amenaza a los comunicadores sociales, así como la destrucción material de los medios de comunicación, viola los derechos fundamentales de las personas y coarta severamente la libertad de expresión, por lo que es deber de los Estados prevenir e investigar estos hechos, sancionar a sus autores y asegurar a las víctimas una reparación del daño adecuada
    En México no se cumple, la vida de reporteros está en riesgo.
    Las cifras oficiales de la Fiscalía para la Atención de Delitos Cometidos contra la Libertad de Expresión (FEADLE) evidencian que desde julio de 2010 a diciembre de 2016 se registraron 798 denuncias por agresiones contra periodistas, de las cuales 47 fueron por asesinatos.
    El resultado de los casos no resueltos demuestra la ineficiencia de las autoridades para solucionar la situación. La propia FEALDE en respuesta a una solicitud de transparencia arrojó que solo tiene tres casos resueltos: en el año 2012; y otras dos en 2016, lo quiere decir que el 99,7 por ciento de las agresiones no han recibido una sentencia.
    En 2016 aumentaron las amenazas y asesinatos

    Según un informe presentado por la organización Artículo 19, en el año 2016 se registraron en todo el país 11 asesinatos y 426 agresiones reportadas, acciones de espionaje gubernamental comprobadas, 72 amenazas a través de redes sociales y una tasa de impunidad de 99,75 por ciento.
    El año 2016 fue uno de los peores años para la prensa mexicana. "Fue un año en el cual las autoridades federales, estatales y municipales no pudieron garantizar la vigencia y respeto de los derechos humanos", dijo el presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), Luis Raúl González Pérez.
    En lo que va de 2017 los índices de violencia contra el sector se ha incrementado en un 30 por ciento con respecto a la fecha del año pasado. Solamente en el mes de marzo ocurrieron tres asesinatos. La situación para los comunicadores es cada vez más tensa y los criminales continúan impunes en las calles.
    El Fiscal rindió estas declaraciones durante una reunión con la comisión especial de la Cámara de Diputados, que da seguimiento a las agresiones a periodistas.
    El asesinato de la periodista Miroslava Breach es el cuarto ocurrido en el primer trimestre de 2017.

    Ante la impunidad de los autores de las miles de desapariciones y asesinatos ocurridos, los periodistas se encuentran en una posición vulnerable.
    "Los periodistas viven en México en una situación de autocensura, pues en este contexto de violencia y de indiferencia por parte del gobierno, el reportero tiene que cuidar qué dice, cómo dice, cuando lo escribe y en qué medio lo publica", explicó Zavaleta
    En su opinión comenta que "un reportero tiene que medir mucho lo que dice, debe ser el termómetro de sí mismo para saber hasta dónde debe llegar".
    El dato: Según una investigación realizada por las académicas universitarias Mireya Márquez y Sallie Hughes, el 42,8 por ciento de los periodistas amenazados escribieron notas sobre el crimen organizado.
    Para Noé Zavaleta en México la violencia es como una espiral y el Gobierno la deja pasar con una total indiferencia. "A veces pareciera que hasta la matizan y minimizan diciendo que son los medios quienes exageran, por este motivo el periodista queda en una situación muy vulnerable", agregó.
    Recientemente la directora general de la Unesco, Irina Bokova, calificó de inaceptable usar la violencia para silenciar a los reporteros: “El miedo y la hostilidad son las herramientas de quienes quieren restringir la libertad de expresión... Quienes hayan perpetrado este crimen no deben permanecer impunes”.

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