martes, 13 de diciembre de 2016

  • La sesión plenaria del Senado brasileño en la que los senadores aprobaron la enmienda constitucional que establece los recortes presupuestarios del Gobierno de Brasil, 13 de diciembre de 2016.

    La sesión plenaria del Senado brasileño en la que los senadores aprobaron la enmienda constitucional que establece los recortes presupuestarios del Gobierno de Brasil, 13 de diciembre de 2016.

El Senado de Brasil da su visto bueno a la reforma constitucional que congela los gastos públicos durante 20 años a partir de 2017, promovida por Temer.
Los legisladores brasileños han aprobado este martes el texto definitivo de la enmienda constitucional, por 53 votos a favor y 16 en contra, y la misma debe ser promulgada en esta misma semana.
La sesión estuvo presidida por el presidente del Senado, Renan Calheiros, a quien la Fiscalía de Brasil denunció el lunes por su vinculación con la trama de corrupción de Petrobras.
La reforma del “techo de gastos” impulsada por el presidente Michel Temer se añadirá a la Carta Magna de Brasil, e implicará que el presupuesto del Gobierno solo se podrá aumentar en caso de que haga falta compensar la inflación del año anterior.
Una vez conocida la noticia, las organizaciones estudiantiles y la Central Única de Trabajadores (CUT) han convocado protestas para esta misma tarde en Brasilia, la capital brasileña, a fin de denunciar una medida que estiman afectará las ya maltrechas áreas de salud y educación, y perjudicará, en particular, a la población más pobre del país.

A primeras horas de este martes, la Policía había bloqueado las principales arterias de Brasilia y procedía a registrar a toda persona que se aproximaba a las inmediaciones del Senado por temor a que se organizasen actos de protesta simultánea mientras los senadores votaban la polémica revisión constitucional.
De igual modo, las autoridades del país han informado también de incidentes, desde primeras horas de la mañana, en varias ciudades, entre ellas Sao Paulo y Porto Alegre (ambas en el sur de Brasil), con barricadas y cortes de calles importantes. Recientemente la Policía reprimió a manifestantes contra la austeridad en Río de Janeiro.
Cabe destacar que, conforme a las últimas encuestas realizadas por la empresa Datafolha, las cuales se publicaron durante el fin de semana, un 60 % de los brasileños se opone a la enmienda del “techo de gastos”, mientras que solo un 24 % la apoya, además de que un 58 % estima que el Congreso es “malo" o “pésimo”.
La medida aprobada espera neutralizar el gigantesco déficit fiscal que padece la economía brasileña, previsto en 163.000 millones de reales (48.000 millones de dólares) en 2016, y así pretender que los mercados vuelvan a confiar en Brasil, que sufre su peor recisión en más de un siglo.
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