miércoles, 11 de septiembre de 2013

EU aún no reconoce que ayudó a orquestar el golpe en Chile: investigador
Pinochet, criatura de la guerra fría; las víctimas “del otro 11-S” aún esperan justicia.

David Brooks, corresponsal
Publicado: 11/09/2013 09:47

Nueva York Mientras todos aquí se preparan para el aniversario de los atentados del 11 de septiembre de 2001 –con las tradicionales columnas de luz que suben al infinito desde donde estaban las Torres Gemelas y los ensayados programas oficiales– el otro «11 de septiembre», el golpe de Estado en Chile que hoy cumple 40 años, casi no existe en este país, cuyo gobierno participó directamente en el derrocamiento de un gobierno democrático.
Henry Kissinger, asesor de Seguridad Nacional del entonces presidente Richard Nixon, comentó al ser electo Salvador Allende: «no veo por qué quedarnos quietos y observar a un país volverse comunista por la irresponsabilidad de su propio pueblo. Los asuntos son demasiado importantes como para dejar que los votantes chilenos decidan por sí mismos».
Dicho y hecho. Washington fomentó, apoyó y colaboró en los eventos sangrientos –asesinatos, tortura, desapariciones– que marcaron el régimen de la junta militar de Augusto Pinochet a lo largo de sus 17 años en el poder. Según documentos oficiales desclasificados por la organización de investigaciones National Security Archive, se comprueba el papel de Washington durante el gobierno de Nixon. Por ejemplo, en 1970, el subdirector de la CIA para planeación escribió: “es política firme y continua que Allende sea derrocado por un golpe… Es imperativo que estas acciones sean implementadas de manera clandestina y segura para que la mano del gobierno de Estados Unidos… quede bien oculta”. (Los documentos desclasificados sobre Chile).

No hay comentarios: