Lavrov: Occidente intenta provocar una guerra muy grande en Siria
05/07/2012 20:13
El ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguei Lavrov, ha acusado este jueves a los países occidentales de provocar “una guerra muy grande” en Siria.
“Lo más probable es que su postura (de Occidente) conduzca al deterioro de la situación, escalada de la violencia y, a la larga, una guerra muy grande”, ha destacado el canciller ruso después de mantener una reunión con su par alemán, Guido Westerwelle, en la capital de Rusia, Moscú.
Lavrov, al advertir sobre las posibles consecuencias del fracaso del nuevo plan para solucionar el caso sirio, ha asegurado que su país no aceptará “una operación de imposición de la paz” en el país árabe, porque esto “no es otra cosa sino una intervención” y “no podemos aprobarla”, ha afirmado.
El secretario general de la Liga Árabe (LA), Nabil al-Arabi, exigió aplicar contra el Gobierno de Bashar al-Asad el capítulo VII de la Carta de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que prevé el uso de la fuerza ante la amenaza a la paz.
El 30 de junio se celebró un encuentro en Ginebra, Suiza, con la participación de los jefes de la ONU y la LA, así como los responsables de la política exterior de la Unión Europea (UE), además de China, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Rusia, Turquía, Irak, Kuwait y Catar.
Como resultado de esta reunión, se emitió un comunicado que llama a cesar la violencia y marca las pautas de la futura transición política en Siria, entre ellas, la creación de un Gobierno que podría incluir a los partidarios del presidente sirio y a miembros de la oposición.
Sin embargo, los opositores sirios, quienes acusan a Damasco de poner en peligro la vida de los ciudadanos sirios, ignoraron el cese el fuego y tildaron este acuerdo de “farsa”.
Damasco, por su parte, responsabiliza a la oposición de la muerte de miles de ciudadanos, incluidos militares, que con ayuda exterior, trata de crear el caos en este país.
zss/nl/msf
“Lo más probable es que su postura (de Occidente) conduzca al deterioro de la situación, escalada de la violencia y, a la larga, una guerra muy grande”, ha destacado el canciller ruso después de mantener una reunión con su par alemán, Guido Westerwelle, en la capital de Rusia, Moscú.
Lavrov, al advertir sobre las posibles consecuencias del fracaso del nuevo plan para solucionar el caso sirio, ha asegurado que su país no aceptará “una operación de imposición de la paz” en el país árabe, porque esto “no es otra cosa sino una intervención” y “no podemos aprobarla”, ha afirmado.
El secretario general de la Liga Árabe (LA), Nabil al-Arabi, exigió aplicar contra el Gobierno de Bashar al-Asad el capítulo VII de la Carta de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que prevé el uso de la fuerza ante la amenaza a la paz.
El 30 de junio se celebró un encuentro en Ginebra, Suiza, con la participación de los jefes de la ONU y la LA, así como los responsables de la política exterior de la Unión Europea (UE), además de China, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Rusia, Turquía, Irak, Kuwait y Catar.
Como resultado de esta reunión, se emitió un comunicado que llama a cesar la violencia y marca las pautas de la futura transición política en Siria, entre ellas, la creación de un Gobierno que podría incluir a los partidarios del presidente sirio y a miembros de la oposición.
Sin embargo, los opositores sirios, quienes acusan a Damasco de poner en peligro la vida de los ciudadanos sirios, ignoraron el cese el fuego y tildaron este acuerdo de “farsa”.
Damasco, por su parte, responsabiliza a la oposición de la muerte de miles de ciudadanos, incluidos militares, que con ayuda exterior, trata de crear el caos en este país.
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