Bajo la Lupa
Los BRICS en Nueva Delhi: audaces en geopolítica y prudentes en geofinanzas
Alfredo Jalife-Rahme
Barack Obama, el viernes pasado, en un acto de campaña en el estado de MaineFoto Ap
L
a advertencia de los BRICS es alarmante respecto de los planes de un ataque militar a Irán, cuyas consecuencias catastróficas no son del interés de nadie” (Itar-Tass, 29/3/12).
Cuando se esperaban grandes decisiones geofinancieras en la cuarta cumbre de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) en Nueva Delhi –que hubieran creado de facto un nuevo orden financiero mundial (ver Bajo la Lupa, 28/3/12)–, el bloque pentapartito sorprendió con una jugada geopolítica de alta envergadura, que valió el cese del desdén de The Washington Post (Rama Lakshmi, 29/3/12): la “condena a las amenazas militares contra Irán y Siria”.
Lakshmi detectó la vigorosa postura colectiva frente a las “sanciones unilaterales (sic) contra Irán, que afectarían el comercio y el crecimiento económico” de los BRICS. Sin disimulo, la guerra multidimensional de la OTAN/Israel contra Irán constituye una guerra indirecta contra los BRICS.
A diferencia de las tres cumbres anteriores, ahora India y Brasil estuvieron más sueltos y se pronunciaron por el “diálogo” y una “solución negociada” en referencia a Irán y Siria.
Lakshmi cita a Lalit Mansingh, ex embajador de India en EU y connotado sinófobo, para poner en tela de juicio, fuera de su coincidencia geoeconómica, la cohesión y la “efectividad de su plataforma para influir en las políticas globales”. Mansingh alega que el bloque “no comparte un sólido principio común”, además de que “todos los miembros tienen problemas con China”, y juzga que hacen mucho ruido, pero que “cada país tendrá que hacer sus propios cálculos sobre qué tan lejos desean llevar el desafío (sic) a EU”.
Es evidente que la dupla anglosajona EU-Gran Bretaña busca(rá) balcanizar por todos los medios a los BRICS, los cuales conforme pasan las cumbres coinciden cada vez más en su complicada agenda multipolar de abordaje multidimensional.
La crítica anglosajona ha sido feroz. The Financial Times (29/3/12), portavoz de la globalización neoliberal, afirma que “la cumbre reveló que existen más divisiones (sic) que unidad” y amarra navajas entre sus miembros: “Pekín y Nueva Delhi están enfrascados en disputas transfronterizas añejas, mientras Rusia incrementa sus inversiones militares para contrarrestar a China”. Admite que se escenificaron “algunas señales estimulantes”, como el acuerdo sobre las facilidades de créditos en sus propias divisas, lo cual “reducirá su dependencia del dólar en sus tratativas comerciales internas”. Califica de “logro” que “después de mucha demora se encuentren listos a considerar seriamente (sic) la idea de fundar un banco de desarrollo propio”, cuyos “beneficios potenciales pueden ser inmensos (sic), tanto para liberar el comercio entre los países en vías de desarrollo como para difundir el conocimiento adquirido por los cinco grandes a los países más pobres”. ¡Para que The Financial Times lo admita!
Aduce que dicho banco “será la prueba de su compromiso para hacer que la alianza funcione”, lo cual se “manifestará, más allá de la retórica, en el otorgamiento de sus fondos”, en lo que China tendrá que sortear las “sospechas (sic) persistentes sobre sus objetivos”. Cabe corregir a The Financial Times en que la “idea” del banco no es de China, sino de India. Que China se beneficie de ello como la mayor superpotencia geofinanciera del planeta es natural, lo cual deberá moderar.
Juzga que la creación del banco “tomará tiempo” y asienta que,“si su objetivo es contrastar la influencia de Occidente para configurar el orden global”, necesitan sortear sus diferencias como la “oportunidad fallida (sic) de apoyar a un solo candidato para desafiar el monopolio de Washington a la presidencia del BM”.
En un abordaje simplón, asiste la razón a The Financial Times (en este tema), pero el asunto es mucho más complejo, pues el bloque es también geopolítico y, a mi juicio, fue muy prudente no presionar a Obama en un momento delicado para su relección, que conviene más que toda la fauna de candidatos bélicos del Partido Republicano. En esta ocasión, debido a la incandescente coyuntura internacional, la primacía era más geopolítica que geofinanciera.
No faltan escépticos del lado del fundamentalismo neoliberal británico, como Jeremy Warner, quien asevera que el “banco de los BRICS para rivalizar con el FMI está condenado al fracaso” (The Daily Telegraph, 29/3/12). Veremos.
Robert Zoellick, saliente presidente del BM, fustigó que el banco BRICS “tendría mucha dificultad para despegar y batallará mucho para compararse con el conocimiento financiero del BM” (Reuters, 29/3/12). ¡Ni que fueran retrasados mentales!
En otra nota disruptiva, The Financial Times (29/3/12) señala que los BRICS “amenazan con retener su financiamiento al FMI, a menos que obtengan mayor poder de votación en su seno”. ¡Obvio!
El blog Beyondbrics, de The Financial Times (29/3/12), afirma que el Banco de Desarrollo de China –que sólo cuenta con el doble de capital que el BM– tomó la iniciativa de reunir a los brazos financieros de todos los bancos de desarrollo del bloque para firmar el acuerdo de “extender créditos en sus propias divisas entre sí”. Considera que el gran triunfador resultará el renminbi (la divisa china). ¿Quién puede aplacar al dólar, si no es el renminbi?
El comercio intrapentapartito asciende a 230 mil millones de dólares, crece 28 por ciento al año y alcanzaría 500 mil millones de dólares en los próximos cuatro años, por lo que se merece una divisa sólida que no sea el dólar hegemónico.
Dilma Rousseff, presidenta de Brasil, fue muy severa contra los países occidentales, a quienes acusa de canibalismo y de crear un “tsunami monetario” al adoptar “políticas expansionistas agresivas, como las tasas bajas de interés que hacen que las economías emergentes sean menos competitivas”. Atacó las “políticas monetarias de los países desarrollados que ayudan a EU y las economías de Europa al costo de causar grandes desequilibrios comerciales globales”. Señaló que la crisis económica “empezó en el mundo desarrollado”, que ha causado una “guerra de divisas” y “ha introducido nuevas y perversas (sic) formas de proteccionismo en el mundo” (The Financial Times, 29/3/12). ¡Bravo, Dilma!
Si EU amenaza sutilmente a los BRICS con poner el pie en el freno, para China la cuarta cumbre fue todo un “éxito”, sin caer en el triunfalismo, en términos de cooperación y de la mentalidad “ganar-ganar”(Xinhua, 30/3/12).
Rossiyskaya Gazeta (30/3/12) revela que “los BRICS estudian formar una alianza política (¡supersic!)” y su anuncio correspondió (nota: ejercer influencia en política global) al anfitrión Manmohan Singh, primer ministro de India: “la prosperidad de los BRICS está ligada a la situación geopolítica (¡supersic!)”, a lo cual se sumó el presidente ruso, Dmitri Medvedev, quien señaló que “la transformación gradual (sic) de los BRICS en un mecanismo integral y la interacción en cuestiones de economía y política mundial podrían convertirse en objetivos estratégicos (¡supersic!)”.
A mi juicio, las dos colosales pruebas de fuego de los BRICS son: en geopolítica, impedir la guerra de la OTAN/Israel contra Irán, y en geofinanzas, el lanzamiento de su banco de desarrollo.
http://alfredojalife.com
Los BRICS en Nueva Delhi: audaces en geopolítica y prudentes en geofinanzas
Alfredo Jalife-Rahme
Barack Obama, el viernes pasado, en un acto de campaña en el estado de MaineFoto Ap
L
a advertencia de los BRICS es alarmante respecto de los planes de un ataque militar a Irán, cuyas consecuencias catastróficas no son del interés de nadie” (Itar-Tass, 29/3/12).
Cuando se esperaban grandes decisiones geofinancieras en la cuarta cumbre de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) en Nueva Delhi –que hubieran creado de facto un nuevo orden financiero mundial (ver Bajo la Lupa, 28/3/12)–, el bloque pentapartito sorprendió con una jugada geopolítica de alta envergadura, que valió el cese del desdén de The Washington Post (Rama Lakshmi, 29/3/12): la “condena a las amenazas militares contra Irán y Siria”.
Lakshmi detectó la vigorosa postura colectiva frente a las “sanciones unilaterales (sic) contra Irán, que afectarían el comercio y el crecimiento económico” de los BRICS. Sin disimulo, la guerra multidimensional de la OTAN/Israel contra Irán constituye una guerra indirecta contra los BRICS.
A diferencia de las tres cumbres anteriores, ahora India y Brasil estuvieron más sueltos y se pronunciaron por el “diálogo” y una “solución negociada” en referencia a Irán y Siria.
Lakshmi cita a Lalit Mansingh, ex embajador de India en EU y connotado sinófobo, para poner en tela de juicio, fuera de su coincidencia geoeconómica, la cohesión y la “efectividad de su plataforma para influir en las políticas globales”. Mansingh alega que el bloque “no comparte un sólido principio común”, además de que “todos los miembros tienen problemas con China”, y juzga que hacen mucho ruido, pero que “cada país tendrá que hacer sus propios cálculos sobre qué tan lejos desean llevar el desafío (sic) a EU”.
Es evidente que la dupla anglosajona EU-Gran Bretaña busca(rá) balcanizar por todos los medios a los BRICS, los cuales conforme pasan las cumbres coinciden cada vez más en su complicada agenda multipolar de abordaje multidimensional.
La crítica anglosajona ha sido feroz. The Financial Times (29/3/12), portavoz de la globalización neoliberal, afirma que “la cumbre reveló que existen más divisiones (sic) que unidad” y amarra navajas entre sus miembros: “Pekín y Nueva Delhi están enfrascados en disputas transfronterizas añejas, mientras Rusia incrementa sus inversiones militares para contrarrestar a China”. Admite que se escenificaron “algunas señales estimulantes”, como el acuerdo sobre las facilidades de créditos en sus propias divisas, lo cual “reducirá su dependencia del dólar en sus tratativas comerciales internas”. Califica de “logro” que “después de mucha demora se encuentren listos a considerar seriamente (sic) la idea de fundar un banco de desarrollo propio”, cuyos “beneficios potenciales pueden ser inmensos (sic), tanto para liberar el comercio entre los países en vías de desarrollo como para difundir el conocimiento adquirido por los cinco grandes a los países más pobres”. ¡Para que The Financial Times lo admita!
Aduce que dicho banco “será la prueba de su compromiso para hacer que la alianza funcione”, lo cual se “manifestará, más allá de la retórica, en el otorgamiento de sus fondos”, en lo que China tendrá que sortear las “sospechas (sic) persistentes sobre sus objetivos”. Cabe corregir a The Financial Times en que la “idea” del banco no es de China, sino de India. Que China se beneficie de ello como la mayor superpotencia geofinanciera del planeta es natural, lo cual deberá moderar.
Juzga que la creación del banco “tomará tiempo” y asienta que,“si su objetivo es contrastar la influencia de Occidente para configurar el orden global”, necesitan sortear sus diferencias como la “oportunidad fallida (sic) de apoyar a un solo candidato para desafiar el monopolio de Washington a la presidencia del BM”.
En un abordaje simplón, asiste la razón a The Financial Times (en este tema), pero el asunto es mucho más complejo, pues el bloque es también geopolítico y, a mi juicio, fue muy prudente no presionar a Obama en un momento delicado para su relección, que conviene más que toda la fauna de candidatos bélicos del Partido Republicano. En esta ocasión, debido a la incandescente coyuntura internacional, la primacía era más geopolítica que geofinanciera.
No faltan escépticos del lado del fundamentalismo neoliberal británico, como Jeremy Warner, quien asevera que el “banco de los BRICS para rivalizar con el FMI está condenado al fracaso” (The Daily Telegraph, 29/3/12). Veremos.
Robert Zoellick, saliente presidente del BM, fustigó que el banco BRICS “tendría mucha dificultad para despegar y batallará mucho para compararse con el conocimiento financiero del BM” (Reuters, 29/3/12). ¡Ni que fueran retrasados mentales!
En otra nota disruptiva, The Financial Times (29/3/12) señala que los BRICS “amenazan con retener su financiamiento al FMI, a menos que obtengan mayor poder de votación en su seno”. ¡Obvio!
El blog Beyondbrics, de The Financial Times (29/3/12), afirma que el Banco de Desarrollo de China –que sólo cuenta con el doble de capital que el BM– tomó la iniciativa de reunir a los brazos financieros de todos los bancos de desarrollo del bloque para firmar el acuerdo de “extender créditos en sus propias divisas entre sí”. Considera que el gran triunfador resultará el renminbi (la divisa china). ¿Quién puede aplacar al dólar, si no es el renminbi?
El comercio intrapentapartito asciende a 230 mil millones de dólares, crece 28 por ciento al año y alcanzaría 500 mil millones de dólares en los próximos cuatro años, por lo que se merece una divisa sólida que no sea el dólar hegemónico.
Dilma Rousseff, presidenta de Brasil, fue muy severa contra los países occidentales, a quienes acusa de canibalismo y de crear un “tsunami monetario” al adoptar “políticas expansionistas agresivas, como las tasas bajas de interés que hacen que las economías emergentes sean menos competitivas”. Atacó las “políticas monetarias de los países desarrollados que ayudan a EU y las economías de Europa al costo de causar grandes desequilibrios comerciales globales”. Señaló que la crisis económica “empezó en el mundo desarrollado”, que ha causado una “guerra de divisas” y “ha introducido nuevas y perversas (sic) formas de proteccionismo en el mundo” (The Financial Times, 29/3/12). ¡Bravo, Dilma!
Si EU amenaza sutilmente a los BRICS con poner el pie en el freno, para China la cuarta cumbre fue todo un “éxito”, sin caer en el triunfalismo, en términos de cooperación y de la mentalidad “ganar-ganar”(Xinhua, 30/3/12).
Rossiyskaya Gazeta (30/3/12) revela que “los BRICS estudian formar una alianza política (¡supersic!)” y su anuncio correspondió (nota: ejercer influencia en política global) al anfitrión Manmohan Singh, primer ministro de India: “la prosperidad de los BRICS está ligada a la situación geopolítica (¡supersic!)”, a lo cual se sumó el presidente ruso, Dmitri Medvedev, quien señaló que “la transformación gradual (sic) de los BRICS en un mecanismo integral y la interacción en cuestiones de economía y política mundial podrían convertirse en objetivos estratégicos (¡supersic!)”.
A mi juicio, las dos colosales pruebas de fuego de los BRICS son: en geopolítica, impedir la guerra de la OTAN/Israel contra Irán, y en geofinanzas, el lanzamiento de su banco de desarrollo.
http://alfredojalife.com
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