¿Qué puede pasar ahora después del referéndum catalán?
¿Qué
es lo que pasará después del referéndum independentista de Cataluña en
el que la mayoría ha votado a favor de la independencia?
En los
próximos días, Cataluña, la comunidad autónoma del noreste de España,
podría proclamar de manera unilateral su independencia después de que el
1 de octubre el 90 % de los 2,2 millones de catalanes (42 % del censo)
que participaron en un referéndum independentista unilateral dijera ‘sí’ a una Cataluña soberana en forma de república.
Al celebrar el prometido referéndum, las autoridades catalanas
desafiaron al Tribunal Constitucional (TC) español y al Gobierno
central. Madrid había dejado muy claro que no toleraría tal desafío
directo a la unidad de España ni a la propia Constitución y envió
efectivos policiales a la región para evitar la consulta.
Casi 900 personas resultaron heridas mientras la policía asaltaba las
urnas y arrastraba a los votantes para impedir que votaran.
El gobierno catalán, que aprobó el mes pasado una legislación para
comenzar a crear un estado independiente, considera el resultado
vinculante. El Gobierno español niega que lo sea, señalando que, en
cualquier caso, el TC había suspendido específicamente el referéndum en
septiembre.
El Ejecutivo catalán dijo que declararía la independencia de España
unilateralmente 48 horas después de la victoria del ‘sí’ en la consulta.
Se espera que el presidente catalán, Carles Puigdemont, haga la declaración esta semana, tal y como anunció la noche del domingo.
La Constitución española se
fundamenta “en la indisoluble unidad de la Nación española, patria
común e indivisible de todos los españoles, y reconoce y garantiza el
derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran y
la solidaridad entre todas ellas”.
¿Qué piensa hacer el Gobierno español al respecto?
En principio, Madrid no reconocerá los resultados del referéndum que
considera ilegal, por lo que tampoco reconocerá una declaración de
independencia.
Entre los posibles escenarios, se contempla, tal y como indicó
anteriormente el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, la
opción de abordar el desafío de la independencia invocando el artículo 155 de la Constitución española.
El artículo, que nunca ha sido utilizado, permite al Gobierno español
intervenir y tomar el control de una región autónoma, si “no cumple con
las obligaciones que le impone la Constitución u otras leyes, o actúa
de manera gravemente perjudicial al interés general de España”.
Sin embargo, invocar este artículo sigue siendo el último recurso, ya
que, no sólo no se ha utilizado nunca, sino que tal medida también es
probable que resulte muy arriesgado en Cataluña, dadas las tensiones y
la violencia vivida durante la votación del domingo. Aunque el gobierno
catalán da por aplicado el artículo y el partido Ciudadanos han pedido
aplicarlo, no hay unanimidad al respecto.
¿Entonces, diálogo?
A pesar de que en ocasiones Madrid y Barcelona han indicado estar
dispuestos a negociar y han pedido mediación para resolver el conflicto,
esto sería muy improbable.
Puigdemont aseguró estar dispuesto a ir a la cárcel por la cuestión de la independencia
y sólo se echará atrás si el Gobierno español proporciona una garantía
pública de que se llevará a cabo un referéndum pactado. El Gobierno
español se ha negado rotundamente a entablar negociaciones sobre un
referéndum.
Respecto a una mediación extranjera, la Unión Europea (UE) ha dicho
que no intervendrá en el asunto, que considera interno de España.
Jean-Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea (CE), dijo que
Bruselas debe acatar las decisiones del Gobierno español y del TC.
La CE en varias ocasiones indicó que se reconocería un voto a favor
de la independencia catalana, pero sólo si el referéndum cumpliera con
la Constitución española y se hubiera declarado legal.
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