
Perderán los dos: el factor económico de la riña entre Madrid y Barcelona
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REUTERS/ Juan Medina
El
Gobierno de Rajoy decidió acabar con el separatismo catalán iniciando
un proceso de suspensión de la autonomía catalana. Esta decisión no
resulta muy razonable, teniendo en cuenta la propuesta de Puigdemont de
empezar a negociar con Madrid, según opina un columnista de Sputnik.
El politólogo ruso Rostislav Íschenko observa en su artículo
que las negociaciones de tal tipo pueden durar años llevando a un
compromiso que suponga el aumento de la independencia financiera de la
región y, al mismo tiempo, la preservación de la unidad del país.
Sin
embargo, la controversia entre Madrid y Barcelona no tiene un valor
solamente político, sino que resulta ser también un problema de carácter
económico y financiero.
El columnista recuerda que el independentismo catalán se alimentaba
por la relativa riqueza de la región en comparación con el resto del
país. En este sentido, Íschenko hace una referencia a los países de la
ex-URSS que, tras satisfacer su nacionalismo, "pronto se dieron cuenta
de que el centro no les agobiaba sino que los sostenía".
La posición del Gobierno español ahora es mucho mejor que la del
soviético, ya que los éxitos económicos de Cataluña se determinan por el
hecho de que la región pertenece a la Unión Europea siendo una parte de
España. Si Cataluña llega a independizarse de España, Madrid podrá
obstruir su ingreso a la UE y bloquear cualquier tipo de colaboración,
de acuerdo con las reglas de la Unión. En este caso, las ventajas
económicas se desvanecerían muy pronto.
La industria, la agricultura y el turismo catalanes no son algo
exclusivo en el mundo, según declara Íschenko. Basta un rato de
incertidumbre, y los puestos de productores locales en el mercado
español y europeo se verán ocupados, mientras que conquistar otros
mercados mundiales sería una tarea imposible para Cataluña.
Es un desafío hasta para los Estados grandes como Rusia y China,
afirma Íschenko, poniendo como ejemplo las tareas como la de sustitución
de las importaciones, la diversificación del suministro de gas o la
entrada en el nuevo mercado. Resultaron ser cuestiones de decenios a
pesar de que Rusia es proveedor de mercancías exclusivas y China posee
un enorme potencial de inversiones.
"Parece claro que sin acuerdo con Madrid,
Cataluña no tiene posibilidades de seguir siendo una región desarrollada
económicamente y rica. Es decir, el Gobierno español tendría una
ventaja considerable al participar en las negociaciones. En cambio,
Madrid va agudizando el conflicto, tratando de aplastar el
independentismo catalán con los policías y las represiones políticas",
comprobó el autor.
Sin embargo, "el nacionalismo aplastado nunca desaparece" y corre el
peligro de convertirse en terrorismo o en un movimiento revolucionario
de liberación nacional, advierte Íschenko.
En cuanto a la perspectiva económica del problema, cabe destacar que
la condición incierta de la región ya provocó una fuga de capitales
europeos. No obstante, lo mismo pasa en toda España, ya que la más
mínima amenaza de una intervención policial o militar para aplastar los
sentimientos secesionistas es perjudicial para la economía.
"Si la tendencia continúa, (…) España, cuya
situación económica ya se halla en un estado no muy bueno, se hundirá en
otra crisis que será política y económica al mismo tiempo", pronostica
el experto.
En este caso, el grado de la actitud nacionalista aumentará, mientras
que el Gobierno andará perdiendo el apoyo de la ciudadanía leal.
"¿El problema tiene alguna solución?— Sí, por muy complicada y ambigua que sea", asegura Íschenko:
Gran
Bretaña permitió que se llevara a cabo el referéndum de la
independencia de Escocia. Los defensores de la unidad realizaron
campañas de sensibilización pública y pudieron eliminar el problema para
los próximos años.
Serbia aceptó los resultados del referéndum sobre la independencia de
Montenegro. El país se separó, no obstante, no se excluye una
posibilidad de la recuperación de la unidad debido a las intenciones
proserbias en Montenegro.
Tras dos guerras devastadoras, Rusia pudo encontrar una solución de
compromiso con la élite chechena, lo que permitió estabilizar la
situación en todo el Cáucaso Septentrional. El dinero gastado en la
restauración de la república, por cuantioso que sea, es minúsculo en
comparación con los gastos en una guerra sin sentido.
"Son ejemplos de distintos países, de distintas
situaciones y distintos resultados. El único rasgo común se representa
por el hecho de que una estrategia no conflictiva permitió evitar o
poner fin a las pérdidas políticas y económicas y crear las condiciones
para eliminar el problema de separatismo en el futuro", concluye el
politólogo.


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