ENTREVISTAS
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La senadora uruguaya Mónica Xavier participó el 24 y 25 de septiembre en el Foro Euroasiático de Mujeres Líderes en San Petersburgo, organizado por iniciativa de Valentina Matvienko, presidenta del Consejo de la Federación de Rusia.
El continente americano es la región del mundo con mayor participación parlamentaria de la mujer (27.4%), según datos de la Unión Interparlamentaria. Además de senadora, Xavier, médica cardióloga, fue la primera mujer presidenta del Frente Amplio, la coalición de gobierno en Uruguay, elegida por el voto popular de los frenteamplistas, hasta agosto de este año.
Sputnik Nóvosti dialogó con ella en su despacho del Senado.
¿Cómo fue su participación en el Foro Euroasiático de Mujeres Líderes?
Yo tengo una experiencia internacional importante en el ámbito de las mujeres, porque he concurrido con la delegación uruguaya durante ocho años a la Unión Interparlamentaria y he presidido durante un periodo el comité mundial de mujeres parlamentarias. Tengo por estos temas una predilección, porque siendo la mitad de la población mundial, las mujeres tenemos una importante sub representación en los lugares de decisiones de poder. Todas las oportunidades de juntar mujeres de diferentes procedencias, culturas, y experiencias, sirven para ayudarnos a diseñar estrategias para mejorar nuestro desempeño y hacer de la representación de las mujeres algo más equitativo en aquellos lugares de decisión, en este caso el poder legislativo.
Escuchamos experiencias muy interesantes de otras mujeres en el Foro, pues no solo había parlamentarias, sino mujeres de otros niveles de gobierno, docentes de la academia, y esto me resultó sumamente interesante para un foro de esta naturaleza.
¿Qué temas destaca de las discusiones?
Junto con los temas de participación de las mujeres, hubo un tema que me importa destacar, que es el de los derechos individuales. Estuvieron expresadas posiciones antagónicas con gran respeto. Me refiero a algunos temas en los que Uruguay ha avanzado, como la regularización de la interrupción voluntaria del embarazo en determinadas circunstancias. No es una legalización, sino que permite en determinado tiempo y determinadas condiciones acceder a la interrupción voluntaria del embarazo. Se escucharon voces contrarias, así como en contra del matrimonio de personas del mismo sexo. En esto Uruguay también avanzó, consagrando el derecho al matrimonio, con todo lo que conlleva para el reconocimiento de parejas, pues si desaparece alguno de los dos, el otro queda indefenso. También hemos legislado para el cambio de sexo registral, para aquellas personas que manifiestan su voluntad de adecuar su documentación a su forma de vida, y que no son pocas, pues en Uruguay debe haber cerca de 3000.
¿Cómo ve el hecho de que América Latina tenga tres mujeres presidentas, Michele Bachelet en Chile, Dilma Rousseff en Brasil y Cristina Kirchner en Argentina?
Lo veo con una inmensa satisfacción, y además, que existan países que las hayan votado dos veces, con alto índice de aprobación. Las uruguayas tenemos cierta envidia de que eso no ocurra en nuestro país, cuando hemos sido precursores en derechos civiles para la mujer.
Después de que América Latina ha tenido el periodo más largo de estabilidad democrática en su historia, la derecha latinoamericana intenta volver por gobiernos que en general estuvieron en manos de fuerzas progresistas. Hoy, estas tres presidentas están siendo objeto de desestabilizaciones, como ocurre claramente en Brasil, en función de evitar que continúe el ciclo progresista en América Latina. Seguramente por el hecho de ser mujeres hay elementos que se muestran más grotescamente que si fueran varones, pero lo fundamental es el intento de las derechas de recuperar los gobiernos de sus países.
¿Cómo es la participación de las mujeres en el parlamento uruguayo?
Las mujeres parlamentarias tenemos desde el año 2000 un ámbito que nos reúne, la bancada bicameral femenina. La finalidad es colocar temas de la agenda en los que estemos de acuerdo, porque hay otros temas que nos dividen.
Por ejemplo, la ley para prevenir y erradicar la violencia domestica, aprobada en 2002, tuvo un importante debate en la sociedad uruguaya y en el parlamento. Ese tema nos une sin fisuras. Un tema que nos divide es la interrupción voluntaria del embarazo. En la bancada bicameral definimos todos los puntos en los que tenemos unidad de criterios, de acción, y diseñamos estrategias.
En el parlamento somos un número minoritario, estamos en un 16,2%, pero es una cifra mejor de la que teníamos antes, gracias a una ley para las elecciones de 2014-2015, que prevé que las mujeres sean uno de cada tres en las listas. Pero como el Senado y la Cámara de Diputados se integran por representación proporcional, si la mujer es la tercera en la lista, no entra, porque las circunscripciones son muy pequeñas, y si las listas son encabezadas por varones, las mujeres quedan fuera.
La representación política de las mujeres a nivel parlamentario ha aumentado significativamente en la región en los últimos años. La excepción somos Brasil, Chile y Uruguay, que mejoró en esta última elección.
También hemos adoptado políticas eficientes para salir de la pobreza, porque la pobreza en nuestro continente tiene cara de mujer, de mujer joven y de niño.
¿Cómo ve las relaciones de Uruguay con Rusia?
Veo un nivel de mayor acercamiento cada año. Para nosotros, el vinculo comercial con Rusia es muy bueno, pero también es una potencia con la que vamos a trabajar en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, que Uruguay presidirá a partir del primero de enero de 2016. Es la segunda vez en nuestra historia que somos parte del Consejo de Seguridad, y es un desafío, en un mundo en el cual los conflictos y las guerras no han cesado. Por lo tanto, la cercanía con los cinco países que tienen poder de veto es muy importante. Los postulados de Uruguay tienen que ver con la defensa de la paz, respeto de la autodeterminación y la vigencia del derecho humanitario internacional.
Además, Uruguay tiene una colonia rusa producto de nuestra mezcla poblacional, que ha venido de muchos países.
Vivimos en un mundo global, tenemos que encontrar todos los caminos para que, quienes tenemos la posibilidad de tomar decisiones políticas, mejoremos las expectativas de nuestros pueblos, y creo que podemos seguir logrando que Rusia vea a Uruguay como una puerta para el Mercosur, para América Latina, y a su vez, nosotros ver en Rusia un actor de primer nivel global.
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