domingo, 30 de diciembre de 2018

Los progresistas en México y en el plano internacional pueden avanzar
 
Ya el senador estadunidense Bernie Sanders y el ex ministro de Finanzas griego Yanis Varoufakis habían llamado a los progresistas del mundo a unirse contra el eje autoritario de Donald Trump. Ahora, el pasado 20 de diciembre, plantearon ellos mismos, una coalición contra el avance del neoconservadurismo y la denominada extrema derecha.
Señalan que la destrucción del neoliberalismo, la rehabilitación ambiental y la desaparición del fascismo, son tareas mundiales y no sólo de los agrupamientos socialistas.
En América Latina, se han dado movimientos sociales que han dado como resultado gobiernos que representan diferentes avances, como en los casos de Cuba, Venezuela y Bolivia, entre otros. En México, después de largos años de luchas locales y aisladas, se fue generando una gran movilización organizada y, como resultado, hoy se tiene, no sólo un nuevo y diferente gobierno, sino otro régimen, según declaraciones del propio presidente actual. Y, al mismo tiempo, han surgido otras fuerzas de unidad socialista.
Una de estas nuevas organizaciones políticas es el Movimiento Unión Socialista, entidad conformada por diversos agrupamientos.
Otro proceso importante es el surgimiento del Encuentro Nacional Petrolero. Hasta el momento, se han dado tres reuniones, en diferentes ciudades petroleras: Poza Rica, Coatzacoalcos y Salamanca. El próximo encuentro será el sábado 23 de febrero de 2019, en la ciudad de Villahermosa, Tabasco.
El gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha dado a la nación dos ramas económicas como fundamentales; la petrolera y la electricista. Próximamente me ocuparé de la segunda. Cabe destacar que el sector eléctrico ha tenido momentos muy importantes. Por ejemplo, es memorable su huelga de 1936 y, especialmente, su nacionalización en 1960. En cuanto al petróleo, iremos más a fondo en este sector, además del eléctrico.
Se recomienda a los interesados en la expropiación petrolera, leer el libro de Jesús Silva Herzog, no sólo por ser un buen autor y escritor, sino porque fue, por ejemplo, uno de los tres que representaron al gobierno en turno, en la juntas federales ante las empresas petroleras extranjeras, junto con Efraín Buenrostro, subsecretario de Hacienda y Crédito Público, y Mariano Moctezuma, subsecretario de la Economía Nacional.
De las empresas extranjeras, tal vez las más poderosas fueron la inglesa El Águila, y su dueña Royal Dutch Shell, siguieron, a pesar de que tuvieron que ceder a una huelga que duró del 21 de julio al 15 de septiembre de 1937. Fueron 58 días, menos dos meses de huelga continua.
La lucha siguió, y desembocó en la expropiación petrolera el 18 de marzo de 1938. La mayor producción petrolera estaba en Poza Rica, Veracruz, hasta entonces con El Águila y todas las ciudades petroleras la tendrían en adelante, con la industria en poder de la nación.
Los trabajadores petroleros siguieron operando, en buena medida, con su propia experiencia y dirección.
Fue el Consejo de Administración del Petróleo el que dirigió a la industria. Estuvo formado, por ejemplo, por 11 miembros en total, seis del gobierno y cinco del sindicato de los trabajadores de Petróleos Mexicanos.
Cuando Pemex estaba recién expropiado, el sindicato, no sólo era copartícipe de la empresa, sino estaba en una posición patriótica y defensora de sus integrantes.
Un ejemplo de los dirigentes a los trabajadores se dio un día después, el 19 de marzo de 1938: “queremos hacer notar a los camaradas de todo el sindicato que se ha dado el trascendental paso hacia la definitiva liberación económica de México por el gobierno del general Lázaro Cárdenas…”
Y se cierra con el lema : Por una sociedad sin clases y las firmas de los principales líderes.

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