miércoles, 28 de noviembre de 2018

Un caza F-4 Phantom, foto archivo

Embestida supersónica: cómo derribaron un avión espía iraní sobre los cielos de la URSS

CC BY 2.0 / Tommy Truong79 / US Air Force F-4 Phantom
Defensa
Una misteriosa interceptación de un F-4 Phantom de las Fuerzas Aéreas de Irán tuvo lugar sobre el territorio de la Unión Soviética el 28 de noviembre de 1973.
Al intentar derribar la aeronave incursora el piloto soviético Guenadi Eliséyev se vio obligado a embestir al caza de fabricación estadounidense a una velocidad de Mach 1.4 con tal de pararla a toda costa.

Proyecto Gen Oscuro

Cabe señalar que las relaciones entre Irán y EEUU a principios de los años 70 eran muy diferentes de lo que son hoy porque Washington y Teherán estrecharon sus lazos después del golpe de Estado del 1953.
Dicho evento trajo al poder un Gobierno proestadounidense convirtiendo a Irán en un socio confiable del país norteamericano. Entre otras cosas, Irán era una buena plataforma para el espionaje contra la Unión Soviética en el marco del Project Dark Gene, Proyecto Gen Oscuro en español.
El objetivo de este proyecto fue desvelar los puntos débiles de las defensas aéreas soviéticas con tal de determinar sus capacidades en caso de una potencial invasión.
Por su parte, el complicado contorno de la frontera entre la URSS e Irán contribuía a esta misión, puesto que los aviones de reconocimiento podían recolectar información sin ser derribados. 

El Phantom embestido por el piloto soviético a bordo de un MiG-21 realizaba una misión en el marco del Proyecto Gen Oscuro el día que lo interceptaron.  

Los protagonistas del encuentro

El avión incursor fue una versión de reconocimiento del famoso caza estadounidense RF-4C de las Fuerzas Aéreas de Irán. Esta aeronave estaba dotada con múltiples cámaras y dispositivos usados para recolectar información al sobrevolar el territorio enemigo. Aparte de ello, también estaba armado con cuatro misiles aire-aire.
Un caza MiG-23, imagen archivo
© Sputnik / Alexander Fedorov
Estaba tripulado por el piloto persa Mohamad Shokuhnia acompañado por el coronel estadounidense John Saunders. Se suponía que en caso de fracasar la misión podrían afirmar que el militar de EEUU estaba enseñando al piloto iraní cómo manejar un nuevo tipo de cazas y se perdieron.
Para interceptarlo despegó un MiG-21SM de las Fuerzas Aéreas de la URSS pilotado por el capitán Guenadi Eliséyev.

Derribar a toda costa

El MiG alcanzó al incursor que ya estaba acercándose a la frontera entre la URSS e Irán. En estos instantes el RF-4C estaba volando a una velocidad supersónica de Mach 1.4.
Si se tratase de un avión de transporte, el piloto soviético tendría que obligarlo a aterrizar. No obstante, en el caso de aviones de combate las instrucciones eran bien claras: abrir fuego a matar.

Por esta razón Eliséyev lanzó los dos misiles que portaba su MiG-21SM que fueron esquivados por el caza iraní. Al recibir la orden de derribar al enemigo a toda costa el piloto ruso tomó la decisión de embestir contra el RF-4C.
Su plan inicial fue golpear al avión espía ligeramente en la parte trasera para dañar sus estabilizadores. No obstante, el MiG-21SM embistió a toda marcha contra el caza de fabricación estadounidense.
El avión soviético se desintegró en pleno vuelo y por desgracia Eliséyev no pudo eyectarse para salvarse. Mientras tanto, el RF-4C entró en picada descontrolada, pero los dos pilotos lograron eyectarse. Cuando aterrizaron los guardias fronterizos de la URSS ya los estaban esperando.
Unas dos semanas más tarde fueron devueltos a Irán a cambio de los datos que contenía el satélite soviético que cayó poco antes sobre el territorio del país persa.
Curiosamente, el piloto iraní Shokuhnia fue derribado por otro MiG mientras estaba pilotando un F-4 Phantom durante la guerra entre Irán e Irak en 1982. 
Hasta el momento se desconoce por qué el piloto soviético no uso el cañón de su MiG-21 para derribar al incursor. Según una de las versiones sobre lo ocurrido, el arma quedó acuñada después de la primera salva.

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