General iraní alerta de intrigas de Israel y EEUU con dinero saudí
El
comandante de la División Aeroespacial del Cuerpo de Guardianes de la
Revolución Islámica (CGRI) de Irán, el general de brigada Amir Ali
Hayizade, advierte de nuevos complots del eje israelí-estadounidense,
financiados desde Arabia Saudí, contra el país persa.
“Debemos
estar conscientes ante nuevas confabulaciones contra nuestro país
(Irán), diseñadas por Israel, EE.UU. y el Reino Unido con el respaldo
del dinero saudí”, aseveró el miércoles el comandante iraní
de alto rango.
En declaraciones en la víspera del 39º aniversario del
regreso del exilio del Imam Jomeini (que descanse en paz), fundador de
la República Islámica de Irán, Hayizade señaló que los enemigos han
estado conspirando contra el sistema del país desde la victoria de la
Revolución Islámica.
“La victoria de la Revolución Islámica hizo caer las bases de la
política arrogante de Estados Unidos en la región”, afirmó el comandante
iraní.
Además, señaló que la enemistad de Washington hacia Teherán se debe a
que esta potencia dejó de percibir los ilegales beneficios que
gozaba antes de la victoria de Revolución Islámica.
La guerra impuesta por Irak contra la República Islámica de Irán
(1980-88), agregó el militar persa, derivó también de la enemistad de
Estados Unidos hacia la recién fundada República Islámica.
No obstante, alertó el alto mando militar iraní, los nuevos complots
de EE.UU. contra Teherán no son de carácter militar. “Hoy en día, están
enfocados en la economía, (…) se trata de una guerra silenciosa”, indicó.
En este sentido, puso de relieve la importancia de conocer bien al
enemigo, para poder prepararse y hacer fracasar sus macabros planes.
El presidente de Irán, Hasan Rohani, denunció el miércoles los
esfuerzos de Estados Unidos y otras “potencias arrogantes” para
cambiar el sistema en el país persa y aseguró que la nación iraní nunca va a dar la espalda a los principios de su “República Islámica”.
Con el regreso del Imam Jomeini de su exilio en Francia, el pueblo
iraní intensificó su lucha revolucionaria de manera que diez días
después, el 11 de febrero, logró la caída de la monarquía Pahlavi y la
victoria de la Revolución Islámica.
mnz/ncl/alg
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