"Los derechos de los trabajadores de Italia y América del Sur son indivisibles"
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REUTERS/ Alessandro Bianchi
En
la antesala de las elecciones parlamentarias de Italia, el debate se ha
trasladado también a América del Sur, donde viven más de 1,3 millones
de ciudadanos con derecho a voto en los comicios. Sputnik dialogó con
Alberto Filippi, académico y defensor de los derechos humanos, candidato
al Senado por la formación progresista 'Libres e Iguales'.
Los
italianos de América del Sur enviarán a Roma a cuatro diputados y dos
senadores, que tendrán voz y voto en el devenir político del país en los
próximos cinco años. Estos parlamentarios pueden resultar decisivos en
la formación de un nuevo Gobierno, por lo que las coaliciones políticas
se disputan estos valiosos votos.
Alberto
Filippi nació en Padua en 1941 y ha recorrido su vida entre América
Latina e Italia. Llegó de pequeño a Venezuela junto a sus padres. Allí
realizó su formación en Derecho en la Universidad Central, aunque luego
regresó a Italia para doctorarse en Filosofía en la Universidad La
Sapienza de Roma. Se ha desempeñado en la docencia e investigación en la
Universidad de Camerino, en la región italiana de las Marcas.
Sus tareas académicas lo llevaron a residir además en Argentina,
Chile y Brasil. En las elecciones de 2018, se candidatea al Senado por
Liberi e Uguali (Libres e Iguales), una lista encabezada por el
presidente de la Cámara alta italiana, el exmagistrado antimafia Pietro
Grasso, "una persona incorruptible que encarna la Constitución italiana
democrática y antifascista de 1947", dijo Filippi.En diálogo con Sputnik, el académico subrayó el origen de su lista, inspirada en el artículo 3 de la Constitución italiana. Dicho punto establece que "todos los ciudadanos tienen la misma dignidad social y son iguales frente a la ley, sin distinción de sexo, raza, lengua, religión, opinión política, condiciones personales o sociales".
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RIA Novosti. Ruslana Dmitrieva
Desde entonces, exponentes del ámbito académico, intelectual y artístico de América Latina —muchos de ellos de origen italiano— han sostenido su candidatura. Entre ellos, Estela Barnes de Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, quien lo ha definido como "un ejemplo de sabiduría y conducta solidaria".
Otros referentes de la región que han dado su apoyo son Hugo Yasky, presidente de la central sindical CTA de los Trabajadores; Javier Miranda, presidente del Frente Amplio de Uruguay; el exgobernador de Río Grande del Sur y aliado de Luiz Inácio Lula da Silva, Tarso Genro. También dio su respaldo Luiza Erundina, primera alcaldesa mujer de Sao Paulo. Como hijo de inmigrantes crecido en Venezuela, Filippi manifestó su preocupación por la situación que viven las personas provenientes de otros países en Italia, a la luz de episodios como un tiroteo contra africanos ocurridos en la ciudad de Macerata. En ese sentido, el candidato apeló a los ítalosudamericanos a recordar su origen.
"Nosotros, descendientes de abuelos
inmigrantes, como dice el papa Francisco, no podemos considerar a los
migrantes como una porquería descartable sino como seres humanos",
subrayó el candidato.
Además de representantes de las distintas fuerzas políticas que operan en Italia —Partido Democrático, Forza Italia, Lega, Movimento 5 Stelle, Civica Popolare— en América del Sur existen movimientos llamados asociacionistas, vinculados a las colectividades italianas en cada uno de esos países. Desde 2006, estas organizaciones han logrado la mayoría de votos en la región. En los días previos a las elecciones, los buzones y casillas de correo electrónico de los ítalosudamericanos se han visto inundadas de publicidad electoral. Algunos de estos partidos adjudican en parte la responsabilidad de la falta de recursos en la red consular a la inmigración clandestina. Según Filippi, se trata de "un sofisma electoral demagógico", ya que "los derechos entre los italianos de Italia y los de Uruguay, Brasil o Chile es la misma lucha".
"Los derechos son indivisibles. La clase obrera
italiana tiene los mismos derechos que los italianos que son obreros de
la FIAT en Brasil. Los derechos son una concepción que no puede ser
corporativa y nacionalista: los derechos humanos, los derechos
fundamentales, los derechos de libertad y de igualdad son universales",
aseguró el referente latinoamericano de Libres e Iguales.
"Soy hijo de inmigrantes, crecido en Venezuela
en los años 40. Si los venezolanos hubieran recibido a mis padres con la
mentalidad del [líder de la Lega, Matteo] Salvini y
Berlusconi, imagínese dónde estaríamos. Nos hubieran tirado en las
playas del Caribe como se tiran a los inmigrantes en las playas del
Mediterráneo", concluyó.
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