Estados Unidos: ¿Un país militarizado?
Escrito por
Nicanor León Cotayo/Especial para CubaSí
Maestros armados
En Texas, uno de los territorios más importantes de los Estados
Unidos, empieza a concretarse la idea de entregar armas de fuego a sus
maestros.
Así lo informó este domingo el periódico Los Angeles Times en un artículo bajo la firma de Molly Hennessy-Fiske.
Su autora refiere el ejemplo del Distrito Escolar Independiente de Argyle, donde los maestros ya portan armas.
Allí se exhibe un gran letrero fuera del campus que advierte: «Tenga en cuenta que el personal de Argyle (Independent School District) está armado y puede usar cualquier fuerza que sea necesaria para proteger a nuestros estudiantes».
La periodista cita lo dicho por la maestra asistente Theresa Locastro, quien afirmó que la decisión de la junta escolar de permitir que el personal estuviera armado después de la masacre en la escuela primaria Sandy Hook hace seis años «fue un ejemplo para varias escuelas».
El artículo añade que en más de 20 estados, incluido California, las escuelas pueden autorizar que el personal lleve pistolas en el campus, aunque algunas requieren licencias de portación encubierta, según la Conferencia Nacional de Legislaturas Estatales.
Para los expertos, no está claro si tales políticas reducen la probabilidad de tiroteos en los centros docentes o el número de muertos.
Como se ha dicho, el presidente Trump y varios legisladores han expresado su apoyo para armar a los maestros.
Funcionarios de Argyle y otros distritos sostienen que esa política disuade a los tiradores y da tranquilidad, así como sugieren que otras escuelas deben seguir su ejemplo.
En la actualidad, decenas de distritos de Texas permiten que los maestros porten armas.
Lizzie Dagg, estudiante de 18 años de Argyle, expresó su simpatía hacia los alumnos de Packland, y aseveró: «Es esencial para mantenernos a salvo».
«Vamos a proteger a nuestros niños a toda costa», advirtió la maestra Sharon Romero, quien posee armas, aunque ella no las lleva a la escuela, y dice estar feliz porque otros colegas sí lo hacen.
La profesora dice estar decepcionada porque los legisladores no se hayan pronunciado para establecer regulaciones y frenar la hemorragia armamentista que afecta cada vez más a su sociedad.
«Me siento más segura en mi trabajo que muchos otros maestros en este país», subrayó.
Para Ari Freilich, un abogado de San Francisco que trabaja en el Giffords Law Center to Prevent Gun Violence, los informes han demostrado que leyes más permisivas de portar armas ocultas contribuyen a la violencia armada.
Según declaró a la prensa, muchos maestros ya están abrumados, y estimó «pedirles que sean los primeros en responder tampoco es bueno para los estudiantes».
Amy Klinger, cofundadora de Educator's School Safety Network, con sede en Ohio, dijo que, en lugar de armar a su personal, las escuelas deberían formar equipos de educadores que evalúen las amenazas.
Añadió que los pedidos de Trump y otros para que existan armas de fuego en las escuelas «realmente han desviado el enfoque de las cuestiones que son más efectivas».
Klinger estimó que más armas en los campus pueden derivar en más disparos accidentales, como los registrados este mes en Minnesota y Florida.
En Texas, al menos 170 distritos permiten a los empleados —y en algunos casos, a los miembros de la junta— portar armas de fuego, según informa la Asociación de Juntas Escolares allí.
Unos 150 distritos tienen sus propios departamentos de policía, y más de 250, sin policía, cuentan con oficiales de recursos escolares.
Expertos alertan que, dadas las características de la sociedad estadounidense, y el auge militarista en Texas, no descartan que podría llegar a multiplicarse a manera de un efecto dominó.
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