Astillero
Policías: delincuencia serial
Marco Antonio, sólo un caso
Transparencia indispensable
¿Agentes armados de EU en vuelos?
Marco Antonio, sólo un caso
Transparencia indispensable
¿Agentes armados de EU en vuelos?
Julio Hernández López
CAMBIO DESDE ABAJO. María de Jesús Patricio Martínez, vocera del
Consejo Indígena de Gobierno (CGI), visitó por primera ocasión el estado
de Oaxaca. En una junta informativa realizada en el zócalo de esa
ciudad subrayó que es impostergable devolver al pueblo la capacidad de
tomar las decisiones más trascendentes en el país
Foto Jorge A. Pérez Alfonso
Una súbita movilización
indignada, con visos de crecimiento inmediato, no sólo en el terreno
físico (el domingo hubo una concentración de cientos de personas en el
Ángel de la Independencia) sino, sobre todo, en las redes sociales,
incitó a la administración de Miguel Ángel Mancera a dar pasos públicos
(hasta entonces, había sido burocrático, distante, el trato oficial al
asunto) para encontrar al joven Marco Antonio Sánchez Flores,
desaparecido desde la tarde del pasado martes en una estación del
Metrobús, en una zona de la delegación Azcapotzalco (el domingo, en el
Ángel, el mismo jefe delegacional, Pablo Moctezuma Barragán, declaraba
que sobre el tema no había tenido ninguna comunicación oficial del
gobierno central mancerista respecto a búsquedas o indagaciones).
Ese mismo domingo fue localizado el joven desaparecido, a menos de
una hora de que Mancera hubiera ofrecido una conferencia de prensa cuyo
único dato relevante era, hasta ese momento, la confirmación de que se
contaba con videos en los que se veía al joven con vida, en una zona
conurbada del estado de México con la capital del país. Mancera, como el
procurador Garrido y el secretario policiaco Almeida, desestimaron las
evidencias y testimonios de graves comportamientos de los agentes y
desarrollaron el libreto rutinario de las investigaciones por realizar,
sin ahondar en las causas originales del episodio que generó un amplio
enojo en la capital del país.Ya con Sánchez Flores a salvo, se desarrolló en las mismas redes sociales una significativa campaña de desacreditación del joven de 17 años, acusándolo con insistencia de ser un delincuente y un drogadicto, como si tales circunstancias, en caso de ser ciertas, eximieran a las autoridades de la ciudad y del estado de México de las evidentes pifias y agravios cometidos; como si el Estado contara con facultades de excepción, para tratar con ánimos incluso de exterminio a jóvenes que atravesaran por situaciones críticas: de la virtual
limpieza socialinstaurada a partir del calderonismo, que ha llevado a las fuerzas uniformadas a esforzarse en no dejar supervivientes de los choques armados, a la estigmatización de los jóvenes por ser
basura socialen vías de desarrollo.
A reserva de que las autoridades capitalinas otorguen una transparencia creíble y legítima a lo sucedido desde el momento en que el joven fue detenido y agredido por policías, hasta la hora dominical de su aparición en circunstancias y condiciones insuficientemente explicadas a la hora de cerrar esta columna, conviene insistir en que el país entero vive cotidianamente sucesos parecidos en cuanto a la acción de policías contra ciudadanos, sobre todo jóvenes y mujeres, y en cuanto al absoluto abandono institucional para las víctimas y sus familiares, aunque sin el desenlace venturoso para Marco Antonio (al ser recuperado con vida), pero aún impreciso en su totalidad, al no saberse de manera confiable qué le sucedió durante los días de su desaparición y si habrá consecuencias lamentables para su salud física y mental.
En realidad, podría hablarse de delincuencia serial por parte de amplios segmentos de las corporaciones policiacas de todo el país, que se dedican a la búsqueda y creación de circunstancias anómalas que les permitan acusar a personas que les parecen vulnerables, para señalarlas con falsedad de haber cometido ciertos delitos o faltas, amenazar con sumergirlas en los horrores de la burocracia policial y carcelaria y de esa manera extorsionarlas directamente o recurriendo a familiares de esas personas alcanzadas por la mafiosidad policiaca.
No es inusual que los jóvenes detenidos por policías, y luego
liberados después de la extorsión, terminen en circunstancias parecidas a
las de Marco Antonio Sánchez Flores. Los tíos de un alumno de una
institución pública de bachillerato de Azcapotzalco relataron ayer que
su sobrino sufrió una suerte similar a la de Marco Antonio:
cuando lo volvimos a ver unos días después, parecía vagabundo y no se acordaba de casi nada.
La agresividad criminal e impune de los policías (que no solamente
ignoran protocolos y carecen de capacitación adecuada) es una larga
historia repetitiva. Por ejemplo, en 2006, la Comisión Estatal de
Derechos Humanos de Jalisco (CEDHJ) emitió la recomendación 8/2006,
respecto a las acusaciones de violación del derecho a la integridad y
seguridad personal, así como a la legalidad y seguridad jurídica, lo que
fue cometido por seis policías del municipio de Tlaquepaque. En el caso
de dos de ellos se exigió una indemnización a favor de dos personas que
resultaron con fracturas óseas como consecuencia de la violencia
desmedida ejercida por los agentes. A otros tres se les anexó a sus
expedientes la constancia de la conducta indebida que presentaron, entre
ellos Ricardo Trejo Juárez, nombre similar al de uno de los policías
capitalinos del Sector Hormiga que detuvieron al joven Sánchez Flores en
una estación del Metrobús. Es probable que el nombre y apellidos sólo
sean una coincidencia, pero no lo es la conducta reiterada de los
policías de todo el país en incidentes de los cuales el relatado,
correspondiente a Tlaquepaque, es un episodio color de rosa, comparado
con lo que ahora se vive, en una barbarie institucionalizada.
Astillas
Dice la agencia Reuters que Estados Unidos y México
analizan la posibilidad de que en vuelos comerciales entre ambos países
viajen agentes estadunidenses armados. Este adelanto informativo se da
en el contexto de la visita de dos días (1 y 2 de febrero) del
secretario de Estado de aquel país, Rex Tillerson, quien se entrevistará
con Enrique Peña Nieto para, según la información oficial de Los Pinos,
tratar los temas más relevantes de la agenda bilateral y regional, incluyendo temas económicos, de seguridad y migración, así como la situación de Venezuela... Y, mientras ya ni es novedad que hayan cachado al
Verdehaciendo chanchullos con boletos de avión con cargo al dinero público entregado a partidos políticos, ¡hasta mañana!
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