martes, 30 de enero de 2018

México SA
TLCAN: ¿avances?
Lighthizer: lentitud
EPN: sólo dos sopas
Carlos Fernández-Vega
 
Concluyó la sexta ronda para la modernización del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y su balance resulta exactamente igual al de la primera (agosto de 2017): nadie sabe en qué se ha avanzado –si en realidad ha sucedido–, cuáles son los temas que se mantienen atorados y cuál es la perspectiva, más allá de la permanente amenaza del gobierno estadunidense de enterrar el acuerdo –supuestamente– tripartito. Eso sí, las tres cabezas visibles de la negociación anunciaron que los trabajos seguirán a un ritmo acelerado.
Lo que se sabe es que la séptima ronda se llevará a cabo en Ciudad de México del 26 de febrero al 6 de marzo de 2018, y es previsible que, como ha sucedió al finalizar los seis encuentros previos, las tres cabezas visibles sonrían para la foto, sin ningún avance tangible que anunciar. Es claro que si en realidad esa tercia tuviera algo de qué presumir, lo haría con bombos y platillos, en especial las representaciones mexicana y canadiense.
Pero lo cierto es que las negociaciones permanecen atoradas por la rígida posición de la parte estadunidense –cuya mejor arma es el chantaje, amén de que es el dueño de las fichas– y la tímida postura de las representaciones mexicana y canadiense, las que poco a poco ceden con tal de evitar la cancelación del acuerdo que presumen tripartito.
Más allá de la foto de rigor, al concluir la sexta ronda el representante comercial de Estados Unidos, Robert Lighthizer, se quejó de la lentitud de las negociaciones (léase México y Canadá han cedido, pero no lo suficiente) y arremetió en contra de la propuesta canadiense para el sector automotriz (uno de los sectores más conflictivos en la modernización del TLCAN, pues en materia de reglas de origen la parte estadunidense quiere todo) y su intención de recurrir a la Organización Mundial del Comercio para destrabar algunos temas.
Pero en las tiendas de enfrente, la delegación mexicana, como siempre, se mostró feliz por los adelantos. El secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, está muy contento, porque, según dijo, las pláticas están en un mejor momento y se han conseguido avances. ¿Cuáles? Quién sabe.
Y por el lado canadiense, la ministra de Relaciones Exteriores, Chrystia Freeland, parece igual de entusiasmada que su amigo Ildefonso Guajardo, con todo y el golpe propinado por Lighthizer, por el simple hecho de ejercer su derecho como nación soberana.
Sería muy ilustrativo conocer los avances que etéreamente presumen las delegaciones mexicana y canadiense, aunque es mucho pedir. Ello, porque el comunicado oficial de la Secretaría de Economía –como todos los anteriores– no aporta nada. Dice así:
“A lo largo de estos días (los correspondientes a la sexta ronda) sesionaron 30 grupos técnicos y participaron más de un centenar de funcionarios de los tres países. Como resultado de estos trabajos, se concluyeron el capítulo de anticorrupción y el anexo sobre tecnologías de la información y la comunicación, que se suman a los capítulos de Pymes y competencia y al anexo sectorial de eficiencia energética. Asimismo, se registraron avances significativos en los capítulos de medidas sanitarias y fitosanitarias, telecomunicaciones y obstáculos técnicos al comercio, así como los anexos sectoriales de farmacéuticos, químicos y cosméticos.
Los equipos intentarán concluir estos capítulos antes de la siguiente ronda. El Secretario de Economía reconoció la disposición de Canadá y de EU para avanzar en los temas más complicados. Los tres ministros reconocieron el reto que presentarán las rondas subsecuentes y reiteraron su mandato e instrucciones a los equipos de los tres países para avanzar hacia una modernización exitosa, que beneficie a los tres países.
Por cierto, resulta llamativo que en México ni siquiera se han puesto de acuerdo para designar al fiscal anticorrupción y, evasiva tras evasiva, le siguen dando vueltas y vueltas al tema, pero en el marco del TLCAN –según dicen– mágicamente concluyeron el capítulo de anticorrupción.
De hecho, a la representación mexicana ni siquiera los de adentro le dan el beneficio de la duda, porque el presidente del Consejo Coordinador Empresarial, Juan Pablo Castañón, asegura que el capítulo de anticorrupción es un tema que la iniciativa privada estuvo trabajando y dará certeza jurídica a las empresas. El tema anticorrupción en el TLCAN pone piso parejo a las empresas que poseen políticas de cumplimiento e incentiva la probidad de los funcionarios públicos.
Entonces, si tras seis rondas de negociaciones esos son los avances a presumir en el acuerdo comercial más importante para México, la lectura obligada es que el proceso ha sido un sonado fracaso y que al gobierno peñanietista sólo le quedan dos sopas: o se pliega 100 por ciento a las exigencias gringas (lo que no le costaría trabajo alguno), o abandona el mecanismo con algo de dignidad.
En otro tenor, el Inegi divulgó ayer su indicador trimestral de la actividad económica estatal, correspondiente a junio-septiembre de 2017. En ese periodo las entidades federativas que reportaron el crecimiento más significativo, con cifras desestacionalizadas, en su actividad económica en relación con la del trimestre anterior fueron Baja California Sur, Michoacán de Ocampo, Puebla, Quintana Roo, Colima, Jalisco, Guanajuato, San Luis Potosí y Nuevo León, básicamente.
En cuanto a las variaciones anuales ajustadas por estacionalidad, los estados que mostraron el aumento más importante en su actividad económica durante el tercer trimestre de 2017 fueron: Baja California Sur, Puebla, Nuevo León, Guanajuato, San Luis Potosí, Coahuila de Zaragoza, estado de México, Jalisco, Yucatán, Michoacán de Ocampo, Aguascalientes y Querétaro, fundamentalmente.
En el balance, 11 estados de la República registraron caídas en su actividad económica. Destacan los desplomes en Campeche y Tabasco, con 11 y 7.3 por ciento, respectivamente. En orden de importancia les siguieron Oaxaca, con un descenso de 5 por ciento (el efecto de los sismos fue contundente), y Zacatecas, con una baja de 3 por ciento.
En sentido contrario llamó la atención el vigoroso comportamiento en Baja California Sur, pues la actividad económica del estado reportó un crecimiento de 17.5 por ciento (aunque su peso específico en el PIB nacional no es significativo).
Las rebanadas del pastel
El tipo de cambio abrió semana en 19.05 pesos por billete verde (Bancomer), mientras el barril mexicano de exportación se cotizó a 58.99 dólares.
Twitter: @cafevega

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