Explotación y miseria minera en México
Napoleón Gómez Urrutia
En mi artículo anterior que escribí para La Jornada
del jueves 17 de agosto, presenté una comparación clara entre los
niveles de salarios que pagan las compañías mineras en México, frente a
los sueldos que los trabajadores del mismo sector industrial obtienen en
Estados Unidos, Canadá y en otras partes del mundo. Para ilustrarlo
mejor señalé a manera de ejemplo que
También indiqué que hace 15 días una de las minas de cobre más
grandes de la provincia de Columbia Británica, Canadá, la Highland
Valley Copper, aceptó durante su revisión de contrato colectivo con los
miembros de los United Steelworkers del distrito 3, pagar casi 53
dólares la hora (52.59) sin conflictos ni amenazas o represión, como
normalmente ocurre en México.Grupo México de Germán Feliciano Larrea, Grupo Peñoles de Alberto Bailleres y Grupo Acerero del Norte de Alonso Ancira Elizondo pagan en promedio a los mineros sometidos y amenazados por esas empresas, ingresos que fluctúan en moneda extranjera entre 5 y 10 dólares al día, mientras que en Norteamérica varían entre 35 y 45 dólares la hora.
Esas brutales diferencias de explotación, indecentes e inmorales, han convertido a esos empresarios en los hombres más ricos pero también los más miserables de nuestro gran país. No hay duda, es más claro que el agua y no tiene más justificación que la de la avaricia y la ambición desmedida y deshumanizada de los accionistas y sus abyectos cuerpos directivos y gerenciales. Los recursos naturales del subsuelo son propiedad de la nación y esas empresas los extraen bajo concesiones ilimitadas que el gobierno en turno les entrega, con pago mínimo de impuestos por hectárea y no por el valor extraído, además de que actúan como caciques regionales con todo el poder y el chantaje sobre los gobiernos locales en donde operan.
Manipulan a la vez a esas autoridades y a los medios de comunicación para hablar en su favor y en contra del Sindicato Minero, utilizando a la Cámara Minera de México y a la Cámara Nacional del Acero, que no son más que apéndices de Larrea, Bailleres y Ancira, para externar opiniones negativas y utilizar para sus fines perversos a todas las demás pequeñas y medianas empresas.
Para colmo, las empresas nacionales y extranjeras de la minería utilizan la misma maquinaria y equipo, así como similar tecnología para extraer los minerales y transformarlos en metales industriales, ya que son procesos universales. Los precios de los productos finales son prácticamente iguales para todos, ya que se cotizan en el mercado internacional. ¿Qué no se dan cuenta los funcionarios del gobierno actual que están premiando a las empresas que viven de la explotación inhumana de la fuerza de trabajo pagando salarios de miseria, y extrayendo los recursos naturales no renovables, contaminando el medio ambiente, los ríos y los mares y destruyendo la naturaleza con actividades sin control e irreversibles, con una deuda social muy elevada?
Además, el costo de la vida en Estados Unidos y Canadá será
más elevado que en México, quizás al doble, lo cual no justifica las
diferencias en salarios de 10, 50, 100 o más veces por encima de los de
México. Esto de aquí se llama abusar, aprovecharse y actuar con total
impunidad.
Esos deshonestos empresarios, como Larrea, Bailleres y Ancira, entre
otros más, han provocado las peores tragedias en la historia de la
actividad minera del país, como el homicidio industrial y la negligencia
criminal de Grupo México en la mina de carbón de Pasta de Conchos,
donde murieron 65 trabajadores, 63 todavía hoy, a 11 años de distancia,
sin rescatar. O bien la contaminación de los ríos Sonora y Bacanuchi en
Cananea, afectando con cáncer y otras enfermedades a más de 22 mil
personas de la región. Igual sucede con las mismas y otras compañías
señaladas, que contaminan y envenenan el medio ambiente de Fresnillo y
Torreón (Grupo Peñoles de Bailleres) Nacozari, Cananea, Taxco y
Sombrerete (Grupo México de Larrea), Monclova y la región carbonífera de
Coahuila (Grupo Acerero del Norte de Ancira), donde a los niños, a los
habitantes y a las futuras generaciones les están impidiendo un sano
crecimiento físico, mental e intelectual.
¿Qué sucede con las autoridades? Están condenando a la miseria, la
marginación y el sufrimiento a miles o millones de mexicanos. Para colmo
de la incompetencia y la corrupción gubernamental, según la
organización internacional Wood Mackenzies Metals Coast League, en un
análisis de los gastos entre las empresas mineras más grandes del mundo,
la mina La Caridad del célebre y cínico Germán Larrea ubicada en
Nacozari, Sonora, tiene los costos más bajos de todas las compañías
desde el año 2012, que varían desde 11 centavos de dólar por producir
una libra de cobre, hasta 51 centavos de la misma moneda en 2017. El
precio del metal en la actualidad está en poco más de 3 dólares la libra
en el mercado internacional. Eso no es eficiencia, eso se llama abuso y
explotación descarada, a la que tienen sometidos a los mineros a
niveles casi de subsistencia y que los gobiernos panistas y priístas por
intereses creados no han querido ver, mucho menos corregir.
No es milagro ni casualidad que los inversionistas extranjeros hayan
continuado estableciendo y promoviendo nuevas actividades en nuestro
país y que tienen tan desesperado al gobierno conservador del presidente
Trump, quien ante esa política fallida y esa estrategia deshumanizada
del gobierno mexicano que no crea empleos dignos ni obliga a las
empresas a pagar los salarios justos, ha insistido en levantar un
absurdo y denigrante muro a lo largo de la frontera mexicana. Le queda
poco más de un año al gobierno de Enrique Peña Nieto y seguramente esta
deuda social histórica contraída con el pueblo de México se va a
incrementar en estos últimos 14 meses de su cuestionada administración
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