miércoles, 30 de agosto de 2017

Astillero
Monreal: con o sin Morena
Propone reponer procedimiento
PRI pepena votos para fiscal
SLP: amenazas, miedo
Julio Hernández López
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PLAN CIUDADANO. Representantes de más de 200 organizaciones civiles, empresariales, de familiares de víctimas del delito y académicos realizaron un mitin en el Ángel de la Independencia y exigieron que la Procuraduría General de la República se transforme en una fiscalía autónoma, capaz e independienteFoto Yazmín Ortega Cortés
L
a recolecta priísta de votos para sacar adelante al priísta-peñista Raúl Cervantes Andrade como fiscal general de la nación (autónomo, por nueve años) parece bien dispuesta para revivir el bochornoso espectáculo de los legisladores que son maiceados para que no acudan a la sesión clave o, incluso, para que voten abiertamente, siendo opositores, por uno de los mayores golpes del actual sistema a cualquier pretensión de avance en la lucha contra la corrupción y la impunidad.
La farsa pluripartidista es bien conocida y se ha practicado muchas veces, en las cámaras federales y en las estatales. Los mecanismos de leva de esos votos opositores son variados: desde la compra directa del voto de los diputados (federales o locales) o los senadores, cuando las condiciones de cinismo así lo permiten, hasta el mercantilismo de cuello blanco, cediendo los poderes a las peticiones o necesidades de los legisladores en venta: posiciones gubernamentales para el interesado, sus cercanías sentimentales, su familia o su grupo; negocios mediante contratos, concesiones o asignaciones directas; promesas, bajo juramento cuasi mafioso de que serán cumplidas, respecto de candidaturas y a favorecimiento de triunfos electorales.
La cartera de tres colores recorre en estos momentos las listas de los legisladores federales que serán necesarios para que el Senado apruebe la designación del cuate, defensor y consejero jurídico, casi hermano de Peña Nieto, el actual titular de la Procuraduría General de la República, Cervantes Andrade, quien quedará en posición de responder a esa confianza grupal durante nueve años.
¿Cuántos de los opositores votarán por la propuesta del #FiscalCarnal? ¿Cuántos panistas, en especial del grupo de Felipe Calderón, harán malabarismo para explicar por qué votaron por el jurista Cervantes Andrade, que tan buen hombre se ve? ¿Qué recibirá a cambio ese bando calderonista: más revelaciones que afecten a Ricardo Anaya y a Rafael Moreno Valle e intenten resucitar políticamente a la hoy desdibujada Margarita Zavala? ¿Habrá perredistas que se ausenten, se enfermen, o abiertamente voten por Cervantes Andrade?
Hoy, a las cinco de la tarde, en la explanada de la delegación Cuauhtémoc, Ricardo Monreal Ávila recibirá a miembros de Morena y a seguidores suyos que le expresarán su preocupación por lo que ha sucedido después de la famosa encuesta a discreción que se realizó para definir la virtual candidatura del joven partido al Gobierno de la Ciudad de México.
El ex gobernador de Zacatecas no anunciará aún ninguna decisión definitiva. Propondrá opciones para reponer el procedimiento impugnado, bajo la consideración de que la citada encuesta se realizó en condiciones inaceptables, sin conocimiento previo, ni del público participante ni de los candidatos a la coordinación organizativa, de los términos de las preguntas, del equipo que la realizaría, de su metodología ni la manera confiable de procesar los resultados. Monreal pretende agotar la instancia legal partidista, que hasta ayer parecía cerrada a sus señalamientos.
Sin embargo, en diversas entrevistas con medios de comunicación, el jefe delegacional de Cuauhtémoc ha expresado juicios de valor y ha emitido frases que parecieran colocarlo de manera clara a un paso de cruzar la puerta de salida. Monreal ha hablado de nomenclaturas, intrigas palaciegas, aferramientos y distorsiones en el máximo mando de Morena, que nunca ningún militante de este partido se había permitido. En UnoTv reiteró que no tiene plan B, sino sólo A; el original: Sólo tengo un plan: ser candidato y ser gobernante. ¿Con o sin Morena?, le preguntaron. Lamentablemente sí.
El primer monrealazo se dio el 5 de febrero de 1998, cuando renunció al PRI, dado que Ernesto Zedillo lo vetó y, en alianza con Andrés Manuel López Obrador, pasó al PRD para ser candidato a gobernador de Zacatecas. El segundo se podría dar si Morena no repone el procedimiento, lo cual podría implicar una nueva encuesta, y sostiene a la jefa delegacional en Tlalpan, Claudia Sheinbaum, como ganadora.
Ha lastimado a Sheinbaum (poseedora de cartas profesionales y políticas suficientes para ser una candidata de primer nivel) este accidentado proceso de designación de la virtual candidatura de Morena para relevar a Patricia Mercado (pues se supone que ella quedará como jefa del Gobierno capitalino en octubre, cuando Miguel Ángel Mancera pida licencia, en busca de ser candidato presidencial). El procesamiento de esa candidatura fue pésimo, pero no excepcional, pues similares incidentes (con encuesta o sin ella) suceden de manera frecuente en estados de la República donde las imposiciones no tienen la resonancia de la capital del país ni un impugnador de la talla (para bien y para mal) de Monreal.
De un escenario de aparente inevitabilidad del triunfo moreno en Chilangolandia (con cualquiera de los tres principales aspirantes: Batres, Monreal o Sheinbaum) se ha pasado al riesgo del nacimiento de una opción que hace frotarse las manos no solamente a los partidos (PRD, PAN, Movimiento Ciudadano, ¿PT?) y grupos de poder que creían tener perdida la elección capitalina sino, de manera impensable hace apenas unos días (recuérdese la frase que dice que, en política, 24 horas es demasiado tiempo), con cierta posibilidad de contaminar incluso la tercera carrera presidencial de López Obrador.
Astillas
Desde la llegada del peculiar perredista Ricardo Gallardo Juárez a la presidencia municipal de San Luis Potosí se han multiplicado hechos de violencia y situaciones que han sumido a la zona metropolitana en un ambiente de miedo político, cívico y social, entre acusaciones de corrupción institucionalizada, presiones criminales promovidas o toleradas y una amenazante ambición de control político estatal. Ayer, el periodista Omar Niño denunció en video que está bajo amenaza de muerte (https://goo.gl/4RkJsh) y responsabilizó de lo que le llegue a suceder al alcalde Gallardo y a su hijo, Ricardo Gallardo Cardona… ¡Hasta mañana!
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