El rey de Jordania, Abdalá II, trató con los miembros del Congreso de Estados Unidos el tema de los vínculos de Ankara con los islamistas radicales, para así solucionar los problemas de Oriente Próximo, informó The Guardian.
© AFP 2016/ YOUSSEF KARWASHAN
El diario británico, a través de una fuga no autorizada de información, obtuvo un registro de una reunión a puerta cerrada entre el rey de Jordania y los líderes del Congreso de EEUU, entre ellos el senador John McCain. Las reuniones se llevaron a cabo del 11 al 17 del pasado mes de enero durante la visita del rey a Washington, afirma el periódico.
La mayor crisis de refugiados en Europa no es fortuita, y tampoco lo es la presencia de terroristas entre los inmigrantes, declaró el rey.
"El hecho de que los terroristas vayan a Europa es parte de la política turca", afirmó Abdalá II. Pero Turquía "cae de pie como los gatos", añadió.
Asimismo, el líder de Jordania resaltó que "la radicalización fue fabricada en Turquía".
Uno de los congresistas le preguntó al monarca, si Daesh —organización terrorista proscrita en Rusia y otros países— exportaba petróleo a Turquía. El rey respondió:"Efectivamente".
Además, acusó a Turquía no solo de apoyar a los grupos yihadistas en Siria y permitir la entrada de elementos radicales extranjeros al país árabe, sino de respaldar a los milicianos para ir a Libia y a Somalia.
El monarca destacó que Jordania tiene la intención de utilizar las fuerzas especiales en Libia, donde está prevista una operación conjunta con las fuerzas del Servicio Aéreo Especial británico.
Las tropas de Jordania están dispuestas a ir a Somalia, junto con el Reino Unido y Kenia, para atacar el grupo "Al Shabab", declaró Abdalá II. Los islamistas somalíes, según el rey, están relacionados tanto con los combatientes de Daesh, como con Al Qaeda (ambas organizaciones proscritas en Rusia y otros países).
El problema va mucho más allá del "Estado Islámico", es "la tercera guerra mundial", cita el diario el contenido de la grabación de la conversación de Abdalá II con miembros del Congreso de EEUU.
Una de las fuentes de The Guardian en el Senado de Estados Unidos confirmó la reunión de los legisladores estadounidenses con el rey de Jordania, pero se negó a hablar sobre el contenido de la conversación. La Embajada de Jordania en Londres y Washington también rehusaron hacer comentarios.
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