Aunque parece que la ciudad de Guiza no se distingue de otras localidades egipcias, en la medianoche se llena de hombres dispuestos a vender sus cualidades a cualquiera que pague por sus servicios. Sputnik indaga en las razones que motivan a los “profesionales del amor” a elegir este campo laboral.
“Los hombres nocturnos” es el nombre con el que los ciudadanos egipcios conocen a los jóvenes que practican la prostitución masculina. El distrito de Al Duqqi es conocido por ser el más popular para ejercer este tipo de trabajo.
Uno de estos hombres nocturnos es Muhayí, graduado en Derecho, que al no poder encontrar un trabajo relacionado con su profesión, decidió probar en otro campo laboral.
“Conocí hace un tiempo a un hombre que trabajaba en uno de los hoteles del Cairo. El me propuso un empleo de camarero. Mientras me desempeñaba como mozo, algunas de las mujeres que se hospedaban allí querían que les prestara servicios sexuales a cambio de una remuneración que a veces llegaba a igualar mi salario mensual. Así incursioné en la vida nocturna”, comentó Muhayí a Sputnik.
© SPUTNIK/
رجال الليل
Los precios por sus servicios son siempre diferentes debido a la inestable situación económica que se vive en el país. Los hombres nocturnos tienen que hacer listas de precios con descuentos pidiendo por una noche 200 dólares, mientras que una semana con ellos cuesta tan solo 1000 dólares.
Recientemente, Muhayí celebró un nuevo récord: 300 mujeres se aprovecharon de sus servicios, la mayoría de ellas procedían de EEUU, Australia y del Golfo Pérsico.
“Ellas llegan de otros países en búsqueda de nuevas sensaciones y algunas pagan sumas de dinero con las que se puede alimentar a una familia en necesidad durante un largo tiempo”, declaró Muhayí.
Otro hombre nocturno, Mamdouh, al graduarse de la escuela quiso ejercer la medicina. Sin embargo, él conoció posteriormente un modo más fácil de ganarse la vida con su propio cuerpo.
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“Tengo 10 años trabajando y usted no podrá encontrar en el país una ciudadana que no utilice mis servicios”, aseguró Mamdouh.
Estos hombres no tienen nada más que su propio cuerpo y por lo tanto ellos dedican todo su tiempo a la belleza de su único “activo”, por ello practican deporte, utilizan con frecuencia el spa y a veces incluso se someten a cirugía cosmética.
Mamdouh, conocido como el “doctor”, gasta al menos el 50 por ciento de sus ingresos en mantener su belleza corporal para poder cumplir las exigencias profesionales de sus clientas.
La policía está al corriente de la situación, es imposible no estarlo. La patrulla pasa permanentemente por “la zona roja” de Guiza para dispersar a los hombres nocturnos obligándolos a esconderse en los refugios preparados de antemano.
A este respecto, el joven de 20 años, Omar, que durante el día estudia en la facultad de Agronomía y por la noche trabaja como prostituto, señala que la policía se da por satisfecha con dispersarlos temporalmente, dado que es muy dificil proceder contra ellos bajo la ley egipcia.
Sin embargo, el joven explica que no todos los agentes hacen lo mismo, algunos de ellos cierran los ojos ante la vida de los hombres nocturnos.
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