El primer ministro ruso, Vladimir Putin, ha declarado este lunes que su país necesita fortalecer su sistema de defensa operativo y disuasivo a fin de mantener la estabilidad estratégica de Rusia.
De cara a las elecciones del próximo 4 de marzo, el candidato a la presidencia ha prometido un rearme "sin precedentes" de Rusia frente a Estados Unidos y anunció en un artículo, publicado en la gaceta ˈRossiyskayaˈ que las fuerzas armadas deben recibir equipos nuevos, capaces de “ver más lejos, disparar con mayor precisión y reaccionar más rápido que los sistemas de cualquier adversario hipotético”.
Putin expresó que Moscú tiene previsto gastar cerca de 23 billones de rublos (alrededor de 770 mil millones de dólares) durante la próxima década para comprar más de 400 misiles balísticos intercontinentales, más de 600 aviones de combate, decenas de submarinos y otros buques de la marina y miles de vehículos blindados.
Ha hecho alusión también al despliegue de un escudo antimisiles en Europa por Estados Unidos y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), de ahí que haya subrayado que Rusia responderá a través del "refuerzo del sistema de defensa aéreo y espacial del país".
Vladimir Putin, jefe de Estado ruso entre 2000 y 2008, afirmó que “esto va a ser una respuesta pertinente a los pasos que da EE.UU. en la esfera de la defensa misilística (…). La política de EE.UU. y la OTAN sobre el despliegue del sistema de defensa militar, ha dicho Putin, nos obliga a que llevemos adelante estas acciones.
Moscú siempre se ha mostrado opuesto al plan mencionado. No obstante, la OTAN ha declarado que seguirá adelante con su iniciativa, pese a las preocupaciones de Rusia.
ha/cl/msf
De cara a las elecciones del próximo 4 de marzo, el candidato a la presidencia ha prometido un rearme "sin precedentes" de Rusia frente a Estados Unidos y anunció en un artículo, publicado en la gaceta ˈRossiyskayaˈ que las fuerzas armadas deben recibir equipos nuevos, capaces de “ver más lejos, disparar con mayor precisión y reaccionar más rápido que los sistemas de cualquier adversario hipotético”.
Putin expresó que Moscú tiene previsto gastar cerca de 23 billones de rublos (alrededor de 770 mil millones de dólares) durante la próxima década para comprar más de 400 misiles balísticos intercontinentales, más de 600 aviones de combate, decenas de submarinos y otros buques de la marina y miles de vehículos blindados.
Ha hecho alusión también al despliegue de un escudo antimisiles en Europa por Estados Unidos y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), de ahí que haya subrayado que Rusia responderá a través del "refuerzo del sistema de defensa aéreo y espacial del país".
Vladimir Putin, jefe de Estado ruso entre 2000 y 2008, afirmó que “esto va a ser una respuesta pertinente a los pasos que da EE.UU. en la esfera de la defensa misilística (…). La política de EE.UU. y la OTAN sobre el despliegue del sistema de defensa militar, ha dicho Putin, nos obliga a que llevemos adelante estas acciones.
Moscú siempre se ha mostrado opuesto al plan mencionado. No obstante, la OTAN ha declarado que seguirá adelante con su iniciativa, pese a las preocupaciones de Rusia.
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