Shimon Peres, presidente israelí, tras reunirse con su homólogo de Chipre, Dimitris Christofias, el jueves pasado en NicosiaFoto Ap
Tomaré algunos titulares del periódico israelí Haaretz (levemente menos belicoso que The Jeruslaem Post, portavoz del fundamentalismo sionista global) que ostentan clásicos preparativos de “guerra sicológica” contra Irán, en vísperas de la publicación de un reporte de la polémica Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), sobre los más recientes avances nucleares de la teocracia chiíta persa.
El presidente Shimon “Peres: creo (sic) que Israel y el mundo se aproximan a la opción militar sobre la amenaza nuclear de Irán (4/11/11)”.
“Funcionario militar de EU: Nos preocupa que Israel no (sic) nos avisará antes de atacar a Irán” (5/11/11). ¡Otra de vaqueros! El funcionario declaró a CNN que “EU está cada vez más atento a los desarrollos militares en Irán e Israel, y dice estar absolutamente (sic) preocupado que Israel puede atacar las instalaciones nucleares de Irán”.
Misma fecha: “Reporte de la ONU revelará evidencia del programa nuclear de Irán”. Agrega: la “AIEA planea compartir imágenes satelitales de un gran contenedor de acero que se cree (sic) es usado en pruebas de altos explosivos relacionados con armas nucleares, dicen diplomáticos”.
Igual fecha: “Israel, EU emprenderán los mayores ejercicios conjuntos en la historia de su alianza”. Al respecto, el israelí-estadunidense Andrew Shapiro, secretario asistente para Asuntos Político-Militares de EU, afirmó, de modo muy emocional, que “la relación de seguridad con Israel es más amplia, profunda e intensa que nunca”, ¡como si no se supiera!
“Reporte: aumenta el antisemitismo (sic) en EU en medio del marasmo económico” (Shlomo Shamir, 5/11/11). Al menos 15 por ciento (35 millones) de estadunidenses profesan “profundos puntos de vista antisemíticos”. No creo que este creciente repudio a escala global quite el sueño a la dupla Lieberman-Netanyahu mientras goce del apoyo irrestricto del “cabildeo israelí” en Wall Street, en el genuflexo cuan pusilánime Congreso, Hollywood y los oligopolios multimediáticos (v.gr. Fox News/Sky, del mendaz binomio Rothschild-Murdoch). Al respecto, el director de la Liga de Difamación Antijudía en EU considera que “persisten los estereotipos sobre los judíos y el dinero”. ¿A qué se deberá?
Mayor a su costumbre superbélica, el ambiente en Israel es de guerra contra Irán y sus aliados (Siria, Hezbolá y Hamas) cuando la Unesco ha admitido a Palestina en su seno con el apoyo de 107 países, que incluyó a Latinoamérica en forma apabullante, con la esperada excepción de Panamá –franquicia bancaria israelí-anglosajona– y del “itamita México calderonista”, desde hace mucho controlado por el sionismo financierista jázaro.
Debka, presunto vocero del Mossad (servicios de espionaje israelíes), levanta la puja: “¿Qué originó los rumores frenéticos en Israel de un inminente ataque contra Irán” (1/11/11)?
El Día de Muertos, Debka diagnostica: “Guerra de nervios contra Irán: EU a la cabeza, se suman (sic) Israel y Gran Bretaña (GB)”.
El mismo ominoso día: “Israel prueba su nuevo misil capaz de cargar una ojiva nuclear (¡supersic!), concluye ejercicio aéreo con Italia y comienza ejercicios militares”.
En su edición semanal, Debka (volumen 11, núm. 515, 4/11/11) asevera que “Obama está dispuesto a atacar las instalaciones nucleares de Irán en otoño de 2012 (sic)”. Interesante lapso otoñal con un año de diferencia, cuando la prensa de Israel asegura que el país se irá unilateralmente por la libre este otoño (“escenario israelí de una guerra contra Irán”).
Queda mínimamente claro que Obama ya cuenta con su eslogan militar de campaña –la célebre “sorpresa de octubre” bajo la técnica publicitaria de “la cola menea al perro” (wag the dog)– para relegirse con el abierto apoyo del “cabildeo israelí” y de su anterior jefe de gabinete Rahm Emanuel (hijo de un connotado sionista “médico” y hoy alcalde de Chicago, célebre por su mafia histórica: Chicagolandia).
Debka conjetura que las revelaciones sobre el programa nuclear iraní el 8 de noviembre significarán “un cambio sustancial del juego” (léase: hace inevitable el ataque probablemente nuclear de Israel a las instalaciones atómicas de Irán) cuando la AIEA ya empezó a calentar bizarramente motores con mayores develaciones sobre el extraño proyecto nuclear de Siria (de hace 13 años) y su presunta vinculación con Norcorea y los físicos nucleares de Pakistán.
En similitud al canallesco Tribunal Penal Internacional, en la AIEA –que perdió su inocencia primigenia en referencia a su ocultamiento de las 400 bombas nucleares clandestinas de Israel–, les fascinan cada vez más las “películas” montadas en Hollywood (controlado por el sionismo financierista jázaro).
La “guerra de la desinformación” se ha vuelto la pauta primordial de la OTAN, como sucedió en Libia, y tampoco se puede soslayar que alegatos similares sobre una supuesta instalación nuclear de Siria llevaron a un expedito bombardeo de Israel en 2007 con la tácita bendición del superhalcón Dick Cheney.
Se sabe de antemano el epílogo nada divertido de las “películas” de la polémica AIEA, pero aún se ignora la conclusión de la realidad geoestratégica que puede desembocar en una tercera guerra mundial, tan anhelada por los circuitos sionistas financieristas jázaros de Wall Street y la City para intentar rescatar su insolvencia bancaria.
Russia Today (“¿Irán nuclear vs. EU terrorista?”, 5/11/11), más equilibrada, da pie a los alegatos de la AIEA sobre “los modelos computacionales de una bomba nuclear de Irán”, los cuales contrapuntea con “la develación por Irán de documentos que acusan a EU de ligas con terroristas”. ¿Cuál es la novedad?
“En medio de la escalada entre Irán y EU” (y GB e Israel), el líder supremo ayatola Alí Jamenei declaró poseer “100 piezas de evidencia irrefutable que revelan el papel de EU en dirigir a los terroristas en Irán y en la región (sic)” que incluyen, a juicio del parlamentario iraní Esmayel Kosari, “el asesinato de científicos nucleares iraníes y la masacre de los pueblos de Irak y Afganistán”. ¿Cuál es lo nuevo?
La “guerra retórica” ha rebasado los límites permisibles de las relaciones bilaterales y Russia Today cita a Robert Baer, anterior funcionario de la CIA, quien asevera que “EU se encuentra ya en pie de una guerra secreta por procuración (sic) contra Irán”.
El canal ruso pregunta si “la guerra se encuentra a la puerta”, y refiere la ominosa declaración a la agencia británica Reuters de un anónimo (nota: viejo truco) de un funcionario militar de alto rango de EU de que “Irán es la mayor amenaza a nuestros intereses y a nuestros amigos en Medio Oriente”, pero que, pese a todo, no pensaba que “Irán deseaba provocar un conflicto”. ¿Por fin?
¿El jaque previo al mate contra Irán pasa por el “cambio de régimen” en Siria (ver Bajo la Lupa, 2/11/11)?
Una guerra de la OTAN contra Siria significa(rá) un enorme caos medioriental, pero un ataque unilateral nuclear de Israel contra Irán, frontera con Rusia en el superestratégico mar Caspio, puede jalar a Moscú y a Pakistán (hoy óptima aliada de China) y detonar la tercera guerra mundial que anhelan los hoy insolventes banqueros de Wall Street y la City.
Tomaré algunos titulares del periódico israelí Haaretz (levemente menos belicoso que The Jeruslaem Post, portavoz del fundamentalismo sionista global) que ostentan clásicos preparativos de “guerra sicológica” contra Irán, en vísperas de la publicación de un reporte de la polémica Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), sobre los más recientes avances nucleares de la teocracia chiíta persa.
El presidente Shimon “Peres: creo (sic) que Israel y el mundo se aproximan a la opción militar sobre la amenaza nuclear de Irán (4/11/11)”.
“Funcionario militar de EU: Nos preocupa que Israel no (sic) nos avisará antes de atacar a Irán” (5/11/11). ¡Otra de vaqueros! El funcionario declaró a CNN que “EU está cada vez más atento a los desarrollos militares en Irán e Israel, y dice estar absolutamente (sic) preocupado que Israel puede atacar las instalaciones nucleares de Irán”.
Misma fecha: “Reporte de la ONU revelará evidencia del programa nuclear de Irán”. Agrega: la “AIEA planea compartir imágenes satelitales de un gran contenedor de acero que se cree (sic) es usado en pruebas de altos explosivos relacionados con armas nucleares, dicen diplomáticos”.
Igual fecha: “Israel, EU emprenderán los mayores ejercicios conjuntos en la historia de su alianza”. Al respecto, el israelí-estadunidense Andrew Shapiro, secretario asistente para Asuntos Político-Militares de EU, afirmó, de modo muy emocional, que “la relación de seguridad con Israel es más amplia, profunda e intensa que nunca”, ¡como si no se supiera!
“Reporte: aumenta el antisemitismo (sic) en EU en medio del marasmo económico” (Shlomo Shamir, 5/11/11). Al menos 15 por ciento (35 millones) de estadunidenses profesan “profundos puntos de vista antisemíticos”. No creo que este creciente repudio a escala global quite el sueño a la dupla Lieberman-Netanyahu mientras goce del apoyo irrestricto del “cabildeo israelí” en Wall Street, en el genuflexo cuan pusilánime Congreso, Hollywood y los oligopolios multimediáticos (v.gr. Fox News/Sky, del mendaz binomio Rothschild-Murdoch). Al respecto, el director de la Liga de Difamación Antijudía en EU considera que “persisten los estereotipos sobre los judíos y el dinero”. ¿A qué se deberá?
Mayor a su costumbre superbélica, el ambiente en Israel es de guerra contra Irán y sus aliados (Siria, Hezbolá y Hamas) cuando la Unesco ha admitido a Palestina en su seno con el apoyo de 107 países, que incluyó a Latinoamérica en forma apabullante, con la esperada excepción de Panamá –franquicia bancaria israelí-anglosajona– y del “itamita México calderonista”, desde hace mucho controlado por el sionismo financierista jázaro.
Debka, presunto vocero del Mossad (servicios de espionaje israelíes), levanta la puja: “¿Qué originó los rumores frenéticos en Israel de un inminente ataque contra Irán” (1/11/11)?
El Día de Muertos, Debka diagnostica: “Guerra de nervios contra Irán: EU a la cabeza, se suman (sic) Israel y Gran Bretaña (GB)”.
El mismo ominoso día: “Israel prueba su nuevo misil capaz de cargar una ojiva nuclear (¡supersic!), concluye ejercicio aéreo con Italia y comienza ejercicios militares”.
En su edición semanal, Debka (volumen 11, núm. 515, 4/11/11) asevera que “Obama está dispuesto a atacar las instalaciones nucleares de Irán en otoño de 2012 (sic)”. Interesante lapso otoñal con un año de diferencia, cuando la prensa de Israel asegura que el país se irá unilateralmente por la libre este otoño (“escenario israelí de una guerra contra Irán”).
Queda mínimamente claro que Obama ya cuenta con su eslogan militar de campaña –la célebre “sorpresa de octubre” bajo la técnica publicitaria de “la cola menea al perro” (wag the dog)– para relegirse con el abierto apoyo del “cabildeo israelí” y de su anterior jefe de gabinete Rahm Emanuel (hijo de un connotado sionista “médico” y hoy alcalde de Chicago, célebre por su mafia histórica: Chicagolandia).
Debka conjetura que las revelaciones sobre el programa nuclear iraní el 8 de noviembre significarán “un cambio sustancial del juego” (léase: hace inevitable el ataque probablemente nuclear de Israel a las instalaciones atómicas de Irán) cuando la AIEA ya empezó a calentar bizarramente motores con mayores develaciones sobre el extraño proyecto nuclear de Siria (de hace 13 años) y su presunta vinculación con Norcorea y los físicos nucleares de Pakistán.
En similitud al canallesco Tribunal Penal Internacional, en la AIEA –que perdió su inocencia primigenia en referencia a su ocultamiento de las 400 bombas nucleares clandestinas de Israel–, les fascinan cada vez más las “películas” montadas en Hollywood (controlado por el sionismo financierista jázaro).
La “guerra de la desinformación” se ha vuelto la pauta primordial de la OTAN, como sucedió en Libia, y tampoco se puede soslayar que alegatos similares sobre una supuesta instalación nuclear de Siria llevaron a un expedito bombardeo de Israel en 2007 con la tácita bendición del superhalcón Dick Cheney.
Se sabe de antemano el epílogo nada divertido de las “películas” de la polémica AIEA, pero aún se ignora la conclusión de la realidad geoestratégica que puede desembocar en una tercera guerra mundial, tan anhelada por los circuitos sionistas financieristas jázaros de Wall Street y la City para intentar rescatar su insolvencia bancaria.
Russia Today (“¿Irán nuclear vs. EU terrorista?”, 5/11/11), más equilibrada, da pie a los alegatos de la AIEA sobre “los modelos computacionales de una bomba nuclear de Irán”, los cuales contrapuntea con “la develación por Irán de documentos que acusan a EU de ligas con terroristas”. ¿Cuál es la novedad?
“En medio de la escalada entre Irán y EU” (y GB e Israel), el líder supremo ayatola Alí Jamenei declaró poseer “100 piezas de evidencia irrefutable que revelan el papel de EU en dirigir a los terroristas en Irán y en la región (sic)” que incluyen, a juicio del parlamentario iraní Esmayel Kosari, “el asesinato de científicos nucleares iraníes y la masacre de los pueblos de Irak y Afganistán”. ¿Cuál es lo nuevo?
La “guerra retórica” ha rebasado los límites permisibles de las relaciones bilaterales y Russia Today cita a Robert Baer, anterior funcionario de la CIA, quien asevera que “EU se encuentra ya en pie de una guerra secreta por procuración (sic) contra Irán”.
El canal ruso pregunta si “la guerra se encuentra a la puerta”, y refiere la ominosa declaración a la agencia británica Reuters de un anónimo (nota: viejo truco) de un funcionario militar de alto rango de EU de que “Irán es la mayor amenaza a nuestros intereses y a nuestros amigos en Medio Oriente”, pero que, pese a todo, no pensaba que “Irán deseaba provocar un conflicto”. ¿Por fin?
¿El jaque previo al mate contra Irán pasa por el “cambio de régimen” en Siria (ver Bajo la Lupa, 2/11/11)?
Una guerra de la OTAN contra Siria significa(rá) un enorme caos medioriental, pero un ataque unilateral nuclear de Israel contra Irán, frontera con Rusia en el superestratégico mar Caspio, puede jalar a Moscú y a Pakistán (hoy óptima aliada de China) y detonar la tercera guerra mundial que anhelan los hoy insolventes banqueros de Wall Street y la City.
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