Madres venezolanas de bajos recursos "hacen magia" para alimentar a sus hijos
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Sputnik / Magda Gibelli
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Judith Saracual, de 45 años, pese a sufrir de una deficiencia
respiratoria que no ha podido atender por el alto costo de los
antibióticos, va a toda prisa cuando llega el mediodía para preparar la
comida a dos de sus tres hijas, que están en edad escolar.
"Ellas entran a clases a las 13:00 y yo hago todo lo posible porque
nunca falten. De grande una quiere ser diseñadora de modas y la otra
maestra, yo creo que sí podrán lograrlo y por eso me esfuerzo", señaló.
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Sputnik / Magda Gibelli
Para Saracual, la alimentación de sus hijas también es su máxima preocupación.
"Nosotros compramos lo que se puede o nos regalan: pasta, arroz,
granos… y a veces pasamos la noche sin comer, y contamos con el CLAP,
que algunas veces se tarda más de un mes, pero cuando llega es un
alivio, pero momentáneo, porque no sabemos con qué productos llegará y
hay que adaptarse", explicó.
A través de los CLAP (Comités Locales de Abastecimiento y
Producción), el Gobierno distribuye alimentos de bajo costo en cajas de
cartón o bolsas plásticas, en ocasiones conteniendo arroz, harina de
maíz para hacer arepas, aceite y otros productos de primera necesidad, y
los vende hasta 1.000% menos de lo que cuestan en cualquier comercio.
Las mujeres venezolanas también se preocupan por el acceso a
medicamentos, y admiten que a diario rezan para que sus hijos no se
enfermen.
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Sputnik / Mikhail Alaeddin
"A
mi hijo le salió un absceso y ahora tiene un hueco con riesgo de que le
salgan gusanos. Como no puedo pagar antibióticos, los médicos me
dijeron que le colocara hojas de llantén, y en eso estoy", dijo a
Sputnik Mayerlis Ramírez, de 34 años, quien trabaja como vigilante en un
supermercado, mientras limpiaba la pierna de uno de sus tres hijos.
El canciller Arreaza resaltó que el "bloqueo unilateral" de EEUU
dificulta la importación de medicamentos a Venezuela y eleva sus costos.
Yugeida Prada, de 32 años, madre de seis niños y también embarazada,
cuenta que en su último parto pidió a los médicos que le realizaran una
ligadura de trompas para no tener más hijos.
"Yo
pedí que me ligaran, pero me dijeron que tenía que llevar gasas y
antibióticos y no tenía para comprar eso. Ahora estoy otra vez
embarazada, y ¿qué voy a hacer?, ¿abortar a ver si me muero? Me toca
quedarme con mis hijos y ver si cuando tenga a este me ligan", señaló.
En Venezuela, la discusión sobre la legalización del aborto ha quedado congelada.
En esta nación caribeña la interrupción del embarazo es ilegal (salvo
en casos en que corra riesgo la salud o la vida de la mujer), y puede
ser castigada con entre seis y dos años de prisión.
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Sputnik / Dmitry Znamensky
No
existen cifras oficiales de muertes como consecuencia de abortos, pero
de acuerdo con un informe presentado en abril por la Asociación
Venezolana para una Educación Sexual Alternativa, entre 2018 y 2019 los
abortos clandestinos se incrementaron ante la escasez de
anticonceptivos.
Prada es la que tiene más hijos en esta comunidad que visitó Sputnik,
y cuenta que su principal objetivo como madre es que sus hijos estudien
para que no vivan lo mismo que ella.
"Como madre, lo más importante es que puedan ir
a la escuela, porque cuando yo era pequeña nadie me obligó a ir, y así
se me pasaron los años y salí embarazada a los 15 años", señaló.
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Sputnik / Magda Gibelli
Mujeres
venezolanas dicen que el día de las madres, que se conmemora este
domingo 12 de mayo en la nación caribeña, más que una celebración se ha
convertido en sinónimo de lucha y resistencia ante la crisis que vive su
país
El 12 de mayo se conmemora en la nación caribeña el Día de las
Madres, que para estas venezolanas consultadas por Sputnik tiene más que
nunca un significado de lucha.
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