Cómo la guerra comercial entre EE.UU. y China podría beneficiar a México
Publicado: 29 may 2019 13:30 GMT | Última actualización: 29 may 2019 13:47 GMT
Sin embargo, el conflicto entre las dos
principales potencias económicas podría generar pérdidas a nivel global.
México
podría ser beneficiado en el corto plazo por la guerra comercial entre
EE.UU. y China, a pesar de los riesgos de que la economía global entre
en un periodo de crisis.
"La guerra comercial entre EE.UU. y China va tener repercusiones importantes para el crecimiento mundial. Pero en el corto plazo, México puede salir beneficiado porque si los productos chinos enfrentan un 25 % de arancel al entrar al mercado estadounidense, eso brinda una oportunidad de que empresas mexicanas puedan ser proveedoras de esos mismos productos", señala Alfonso Brown del Rivero, experto en economía internacional y académico de la Universidad Anáhuac.
El especialista señala que ante la tensión existente entre EE.UU. y China, las dos mayores economías del planeta, algunas empresas chinas están estudiando la posibilidad de establecerse en México para librar las restricciones comerciales impuestas por la administración del presidente estadounidense, Donald Trump. Con ello, México se convertiría en la "puerta de entrada" de China para el mercado norteamericano.
En un sentido similar apunta Fernando Vera, profesor de economía del Tecnológico de Monterrey, quien asegura que la demanda de ciertos productos por parte de los consumidores estadounidenses podría ser abastecida desde México, que ya es el principal socio comercial de EE.UU., por encima de China.
"Eso puede beneficiar a México, porque ya en el último mes logramos superar, aunque sea en un porcentaje muy pequeño, el total de productos en el comercio internacional con respecto a China. Ya México se volvió el principal socio comercial de EE.UU., la economía más grande del mundo", apunta Vera.
El analista señala que ante la tensión entre las dos principales potencias económicas, EE.UU. podría apostar por fortalecer una integración regional entre el sur de EE.UU. y el norte de México, pero ante la volatilidad del presidente Trump, ese es un escenario poco probable.
Asimismo, los especialistas consultados por RT coinciden en que las relaciones comerciales entre México y China no parecen estar en riesgo, por el momento, ante el bloqueo estadounidense a empresas chinas.
Algo que podría traer consecuencias negativas para México, que atraviesa una difícil situación en términos de finanzas públicas, incluyendo el alto endeudamiento de Petróleos Mexicanos, la empresa más grande del país.
"Esta guerra comercial impacta en la cotización y un posible debilitamiento del dólar, con un fortalecimiento de las otras monedas, incluyendo posiblemente el peso mexicano. Pero tenemos que tomar en cuenta factores como la calificación de la deuda de Pemex y la deuda soberana del país", apunta Brown.
Otro de los riesgos sería la incertidumbre en sectores claves para la economía mexicana como la industria automotriz, que exporta vehículos a EE.UU. fabricados con autopartes e insumos provenientes de China.
"Los principales productos que nos pueden afectar es en vehículos. Dependemos mucho de la industria automotriz. Se va a tener incertidumbre de dónde se realizan las inversiones", apunta Vera, quien consideró que la aprobación del acuerdo comercial T-MEC entre México, EE.UU. y Canadá podría reducir ligeramente las tensiones en casos como este.
"La razón por la que nos hemos mantenido en maquiladoras y manufacturas
es porque la inversión es muy rápida y se necesita mano de obra poco
calificada o que se puede capacitar en un periodo muy corto de tiempo",
explica Vera.
"Pero la industria de las tecnologías de la información es algo mucho más avanzado y no es tan fácil que se lleven a cabo las inversiones porque se requiere capacitación más elevada. Se requieren muchos ingenieros con ciertas áreas de especialidad y no es tan fácil mover los capitales", asegura el experto del Tecnológico de Monterrey.
De ahí que existan pocas posibilidades de que empresas como Huawei, que fue bloqueada por Google y otras empresas tras una acusación del Gobierno de EE.UU., decida trasladar parte de su inversión tecnológica a México.
Por ello, coinciden los expertos, la falta de visión de los Gobiernos mexicanos en las últimas décadas ha dejado pasar una buena oportunidad de convertir a México en un país que pueda competir en el desarrollo tecnológico en lugar de simplemente ensamblar equipos.
Sin embargo, tampoco queda claro cuánto tiempo podría durar el boicot comercial contra Huawei, luego de que la medida ha dejado pérdidas millonarias que podrían incrementarse en empresas estadounidenses como Apple, que dependen de insumos y mano de obra chinos.
Una situación que afecta a 8 millones de mexicanos que cuentan con teléfonos inteligentes producidos por Huawei. Otro daño colateral de una guerra comercial y geopolítica que busca beneficiar y perjudicar a empresas específicas.
"Esto no es solamente una guerra entre gobiernos, sino una guerra entre empresas e intereses comerciales. No sé hasta qué punto pueda beneficiar a Google, pero sí ha afectado a Apple", concluye Brown.
Manuel Hernández Borbolla
i
"La guerra comercial entre EE.UU. y China va tener repercusiones importantes para el crecimiento mundial. Pero en el corto plazo, México puede salir beneficiado porque si los productos chinos enfrentan un 25 % de arancel al entrar al mercado estadounidense, eso brinda una oportunidad de que empresas mexicanas puedan ser proveedoras de esos mismos productos", señala Alfonso Brown del Rivero, experto en economía internacional y académico de la Universidad Anáhuac.
El especialista señala que ante la tensión existente entre EE.UU. y China, las dos mayores economías del planeta, algunas empresas chinas están estudiando la posibilidad de establecerse en México para librar las restricciones comerciales impuestas por la administración del presidente estadounidense, Donald Trump. Con ello, México se convertiría en la "puerta de entrada" de China para el mercado norteamericano.
En un sentido similar apunta Fernando Vera, profesor de economía del Tecnológico de Monterrey, quien asegura que la demanda de ciertos productos por parte de los consumidores estadounidenses podría ser abastecida desde México, que ya es el principal socio comercial de EE.UU., por encima de China.
"Eso puede beneficiar a México, porque ya en el último mes logramos superar, aunque sea en un porcentaje muy pequeño, el total de productos en el comercio internacional con respecto a China. Ya México se volvió el principal socio comercial de EE.UU., la economía más grande del mundo", apunta Vera.
El analista señala que ante la tensión entre las dos principales potencias económicas, EE.UU. podría apostar por fortalecer una integración regional entre el sur de EE.UU. y el norte de México, pero ante la volatilidad del presidente Trump, ese es un escenario poco probable.
Asimismo, los especialistas consultados por RT coinciden en que las relaciones comerciales entre México y China no parecen estar en riesgo, por el momento, ante el bloqueo estadounidense a empresas chinas.
Los riesgos
Sin embargo, la incertidumbre generada por la disputa entre China y EE.UU. también podría provocar dudas enlos mercados financieros, lo que podría repercutir en el tipo de cambio del dólar y una disminución de la economía mundial.Algo que podría traer consecuencias negativas para México, que atraviesa una difícil situación en términos de finanzas públicas, incluyendo el alto endeudamiento de Petróleos Mexicanos, la empresa más grande del país.
"Esta guerra comercial impacta en la cotización y un posible debilitamiento del dólar, con un fortalecimiento de las otras monedas, incluyendo posiblemente el peso mexicano. Pero tenemos que tomar en cuenta factores como la calificación de la deuda de Pemex y la deuda soberana del país", apunta Brown.
Otro de los riesgos sería la incertidumbre en sectores claves para la economía mexicana como la industria automotriz, que exporta vehículos a EE.UU. fabricados con autopartes e insumos provenientes de China.
"Los principales productos que nos pueden afectar es en vehículos. Dependemos mucho de la industria automotriz. Se va a tener incertidumbre de dónde se realizan las inversiones", apunta Vera, quien consideró que la aprobación del acuerdo comercial T-MEC entre México, EE.UU. y Canadá podría reducir ligeramente las tensiones en casos como este.
Una guerra entre empresas
Pero a pesar de que México podría satisfacer parte de la demanda de productos chinos que tendrán más dificultades para entrar a territorio estadounidense, la falta de condiciones estructurales del país hace poco probable que las empresas encargadas de fabricar equipos de telecomunicaciones y tecnologías de la información decidan invertir en suelo mexicano."Pero la industria de las tecnologías de la información es algo mucho más avanzado y no es tan fácil que se lleven a cabo las inversiones porque se requiere capacitación más elevada. Se requieren muchos ingenieros con ciertas áreas de especialidad y no es tan fácil mover los capitales", asegura el experto del Tecnológico de Monterrey.
De ahí que existan pocas posibilidades de que empresas como Huawei, que fue bloqueada por Google y otras empresas tras una acusación del Gobierno de EE.UU., decida trasladar parte de su inversión tecnológica a México.
Por ello, coinciden los expertos, la falta de visión de los Gobiernos mexicanos en las últimas décadas ha dejado pasar una buena oportunidad de convertir a México en un país que pueda competir en el desarrollo tecnológico en lugar de simplemente ensamblar equipos.
Sin embargo, tampoco queda claro cuánto tiempo podría durar el boicot comercial contra Huawei, luego de que la medida ha dejado pérdidas millonarias que podrían incrementarse en empresas estadounidenses como Apple, que dependen de insumos y mano de obra chinos.
Una situación que afecta a 8 millones de mexicanos que cuentan con teléfonos inteligentes producidos por Huawei. Otro daño colateral de una guerra comercial y geopolítica que busca beneficiar y perjudicar a empresas específicas.
"Esto no es solamente una guerra entre gobiernos, sino una guerra entre empresas e intereses comerciales. No sé hasta qué punto pueda beneficiar a Google, pero sí ha afectado a Apple", concluye Brown.
Manuel Hernández Borbolla
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