50 años del Cordobazo, la "pueblada" que inició el fin de una dictadura en Argentina
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Sputnik / Francisco Lucotti
La
masiva insurrección popular, en la que trabajadores, universitarios y
vecinos resistieron la represión de la Policía y el Ejército, representó
el hastío social de los argentinos hacia fines de la década de 1960 y
significó la pérdida de autoridad del Gobierno de facto del general Juan
Carlos Onganía.
La
revolución sí fue televisada. El 29 de mayo de 1969, columnas de
manifestantes de la ciudad de Córdoba, capital de la provincia del mismo
nombre, marcharon desde diversos puntos de concentración hacia el
centro en rechazo a las medidas impopulares de la dictadura militar que
gobernaba el país. Como ya había ocurrido antes en otras ciudades, la
Policía reprimió a sangre y fuego, pero en esta ocasión la fuerza
unificada de obreros y universitarios no dio marcha atrás.
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Foto : Museo de la Memoria en Buenos Aires / José Ardiles
Las
imágenes de un pueblo alzado replegando con piedrazos a la Policía
montada, las capturas en fílmico del cuerpo del joven Máximo Mena luego
de ser asesinado por las fuerzas de seguridad, las fotos de barricadas y
piquetes, las crónicas de la solidaridad de una ciudad con sus jóvenes y
trabajadores sorprendieron al país entero. La resistencia a la opresión
del régimen mostraba que se había llegado a un punto de inflexión del
que no habría vuelta atrás.
Desde el derrocamiento del presidente radical Arturo Illia
en 1966, el poder militar encabezado por el general Juan Carlos Onganía
estaba al mando del Gobierno. Se había disuelto el Congreso y prohibido
los partidos políticos, intervenido las universidades y llevaba
adelante la Doctrina de la Seguridad Nacional.
Esta era propagada por las políticas imperialistas de EEUU sobre
América Latina, diseñada para mantener control en el territorio y
destruir las ideologías de base popular como el comunismo y, en
Argentina, el peronismo.
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El
Cordobazo, iniciado entre los obreros y los estudiantes de la segunda
ciudad de Argentina, derivó en la caída de una dictadura
En Córdoba había un movimiento obrero combativo, como el gremio de
Luz y Fuerza, los trabajadores de la compañía eléctrica. Este sindicato,
encabezado por Agustín Tosco, simpatizante del Partido Comunista, y los
relacionados a la industria automotriz, Smata y UTA, estaban
conglomerados bajo el ala de la peronista Confederación General del
Trabajo (CGT).
En esos años, la central sindical se encontraba dividida en dos
corrientes, una más dialoguista y otra con una postura firmemente
antiimperialista.
A partir de las décadas de los 50 y 60, las políticas desarrollistas e
industrializadoras habían radicado un sector automotriz potente, por lo
que la ciudad era apodada la "Detroit" de Argentina. Además, Córdoba
capital es conocida como "la Docta", debido a su larga tradición
universitaria: allí se ubica casa de altos estudios más antigua del
país, fundada en 1613.
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Los
estudiantes de la Universidad Nacional de Córdoba, la más antigua de
Argentina, tuvieron un rol esencial en la movilización popular, junto
con los obreros
"Se daba en Córdoba un fenómeno muy particular:
un movimiento obrero compacto, muy concentrado en la ciudad capital,
vinculado a industria de punta, y además muy vinculado al movimiento
estudiantil, un rasgo muy cordobés", dijo a Sputnik el historiador
Hernán Camarero, investigador y docente universitario.
A las 11 horas de aquella mañana de mayo, dos columnas
marcharon —trabajadores de las automotrices desde la planta de
IKA-Renault desde el sur y trabajadores estatales, metalúrgicos y
autopartistas desde el noroeste— con el objetivo de realizar un acto en
la plaza circular Vélez Sarsfield, donde hoy se emplaza el monumento con
la efigie de Tosco.
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Monumento a Agustín Tosco, en el centro de Córdoba
El asesinato de Mena, delegado de Smata, provoca la reacción en
cadena de una movilización que estaba preparada para responder a la
represión. A los gases lacrimógenos y balas, los manifestantes
aguerridos respondieron con bombas molotov, palos, piedras y barricadas.
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REUTERS / Martín Acosta
Se
calcula que cerca de 50.000 personas participaron en la resistencia,
por lo que a las dos horas la Policía se replegó y solicitó la
asistencia del Ejército, que llegó por la tarde del 29 de mayo. Para
entonces, los manifestantes se habían refugiado en los barrios
populares, donde los vecinos los asistieron, sabiendo que la represión
de la dictadura habría de llegar.
Se estableció el toque de queda, que no fue del todo respetado en
algunas partes de la ciudad, y el Ejército liberó de a poco las calles.
Relatos de los propios militares cercioran el nivel de apoyo popular del
levantamiento, comparando el ingreso a la ciudad con las invasiones
inglesas en el Río de la Plata de principios del siglo XIX, donde el
pueblo raso se unió a la vanguardia defensiva.
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Sputnik / Francisco Lucotti
Por
su universidad, a Córdoba se la conoce como la 'Docta', y por su
industria automotriz como la 'Detroit argentina'; el Cordobazo unió a
los protagonistas de ambas
Los últimos focos de conflicto se sofocarían a lo largo del viernes
30. Más de 300 personas fueron detenidas, más de 100 fueron enjuiciadas y
más de 15 sentenciadas a prisión militar. Cuatro civiles murieron
durante la "pueblada".
"Tuvo un condimento bastante novedoso, en un
contexto donde los Gobiernos nacional y provincial no se lo esperaban, y
terminó siendo un levantamiento combativo, popular, semiinsurreccional
que, si bien no volteó a la dictadura de Onganía, que sobrevivió algunos
meses, lo dejó herido de muerte", sintetizó Camarero, especialista en
la historia de la clase obrera y los movimientos populares de izquierda
en Argentina.
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Sputnik / Francisco Lucotti
El movimiento estudiantil de la Universidad Nacional de Córdoba aún hoy tiene la impronta del Cordobazo
Dos años más tarde, se produce otro "Cordobazo", que recibió el apodo
de "Viborazo". Otros levantamientos siguieron ocurriendo en otras
ciudades del interior del país en los siguientes tres años que duró la
dictadura, que continuó bajo el mando del general Alejandro Lanusse
hasta 1974, año en que regresó Juan Domingo Perón al país y al poder.
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AFP 2019 / AFP photo
El
"Cordobazo" se ha instalado en la memoria colectiva como un gran hito
en la historia de los levantamientos populares, comparado con la
movilización que dio origen a la figura de Perón como líder popular, el
17 de octubre de 1945, y posteriormente a los "cacerolazos" y
movilizaciones callejeras que llevaron a la renuncia de Fernando de la
Rúa el 20 de diciembre de 2001, dando inicio a la última gran crisis
institucional y financiera vivida en el país austral.
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