
"Esta es la traición más grande a las promesas que ha hecho AMLO"
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Sputnik / Eliana Gilet
El
anuncio del próximo presidente, Andrés Manuel López Obrador, de la
creación de una Guardia Nacional, fue rechazado por quienes esperaban
una desmilitarización de México durante su Gobierno. Sputnik conversó
con José Guevara, director ejecutivo de la Comisión Mexicana de Defensa y
Promoción de los Derechos Humanos (CMDPDH).
El
presidente electo publicó el miércoles 14 de noviembre su Plan Nacional
de Paz y Seguridad 2018-2024 y causó revuelo. "El plan no es un plan,
porque no tiene objetivo, metas, indicadores de resultados ni de
proceso. Es un documento que explica un posible plan de seguridad o
desarrollo social con aspectos de seguridad", dijo a Sputnik José
Guevara, director ejecutivo de la CMDPDH.
La propuesta del presidente electo tiene ocho partes. "El plan tiene un lenguaje positivo en algunos temas como la transformación de la política de drogas y el establecimiento de mecanismos en materia de justicia transicional, elementos para combatir a la corrupción y una referencia a la jurisdicción de la Corte Penal Internacional para conocer los crímenes de lesa humanidad que se han cometido en México", sostuvo el especialista. Sin embargo, el punto crítico fue el anuncio de que se creará una Guardia Nacional con 50.000 efectivos que estarán al mando de la secretaría de la Defensa Nacional. Es decir, el mando civil quedará supeditado al militar.
El documento explica que se constituirá la Guardia Nacional "con el propósito de apoyar el fin de la seguridad pública", que será "una fuerza adicional a las Fuerzas Armadas ya existentes y se integrará a la secretaría de la Defensa Nacional", según puede leerse en el documento.
Esta nueva fuerza entrará en operación a partir del 1 de diciembre. Comenzará sumando a miembros de la Policía Militar, la Naval y la Federal, además de "miembros activos de las Fuerzas Armadas", y se convocará a la juventud en general para incorporarse hasta alcanzar los 50.000 efectivos.
El
anuncio de la creación de una nueva Guardia Nacional militarizada
sucedió un día antes que la Suprema Corte de Justicia de la Nación
(SCJN) declarara inconstitucional a la Ley de Seguridad Interior
sancionada en diciembre de 2017, que daba un marco legal y permanente a
la participación irregular y temporal de las Fuerzas Armadas en el
control de la seguridad pública.
La decisión se basó en dos argumentos: que el Congreso no tiene
facultades para legislar en temas de seguridad pública, y que se
legalizaba la participación de las Fuerzas Armadas en esta esfera, algo
que la Constitución mexicana prohíbe expresamente, salvo en momento
excepcionales.
Este debate sobre el rol de los militares no es, para Guevara, un asunto exclusivamente del ámbito constitucional: "Para las organizaciones de la sociedad civil se trata de los eventos en que militares han torturado, asesinado y desaparecido a miles de personas", dijo. "Han allanado cientos de hogares, violado mujeres, maltratado niños y eso es lo que no podemos seguir permitiendo", agregó.
Para
Guevara, es "insultante para el intelecto" que el próximo Gobierno diga
que hay disposiciones en la Constitución "que son garantías de derechos
humanos" pero que "les estorban para su modelo de seguridad y que las
van a reformar".
Esto implicaría una reforma a la Constitución mexicana para poder poner en marcha la permanencia de los militares en la seguridad pública. "Es una absoluta decepción", dijo Guevara, ante la perspectiva de que el Gobierno que prometió acabar con la militarización del país proponga ahora una modificación constitucional para que su presencia se haga permanente y se supedite el resto de las fuerzas policiales al mando castrense.
"Esta es la traición más grande que he podido ver de las promesas de transformación que ha hecho AMLO y le está escupiendo en el rostro a miles de víctimas que confiaron en él y depositaron su voto en él para que estableciera una política de seguridad distinta a las administraciones anteriores", concluyó.
La propuesta del presidente electo tiene ocho partes. "El plan tiene un lenguaje positivo en algunos temas como la transformación de la política de drogas y el establecimiento de mecanismos en materia de justicia transicional, elementos para combatir a la corrupción y una referencia a la jurisdicción de la Corte Penal Internacional para conocer los crímenes de lesa humanidad que se han cometido en México", sostuvo el especialista. Sin embargo, el punto crítico fue el anuncio de que se creará una Guardia Nacional con 50.000 efectivos que estarán al mando de la secretaría de la Defensa Nacional. Es decir, el mando civil quedará supeditado al militar.
"Las señales positivas de lo que se podría
traducir en la política de la nueva Administración en materia de
corrupción e impunidad y graves violaciones a derechos humanos, no
pueden brillar si le encomienda la totalidad de la seguridad a las
Fuerzas Armadas", dijo Guevara.
El documento explica que se constituirá la Guardia Nacional "con el propósito de apoyar el fin de la seguridad pública", que será "una fuerza adicional a las Fuerzas Armadas ya existentes y se integrará a la secretaría de la Defensa Nacional", según puede leerse en el documento.
Esta nueva fuerza entrará en operación a partir del 1 de diciembre. Comenzará sumando a miembros de la Policía Militar, la Naval y la Federal, además de "miembros activos de las Fuerzas Armadas", y se convocará a la juventud en general para incorporarse hasta alcanzar los 50.000 efectivos.
Según explicó Guevara, esta propuesta "da un paso más allá
en la militarización de lo que nunca se atrevieron a dar Felipe Calderón
[2006-2012], ni Enrique Peña Nieto [2012-2018]". Tanto Calderón como
Peña han sido promotores de la estrategia militar y de ataque frontal
contra el crimen organizado. Parte del encanto de AMLO durante la
campaña electoral consistió en que anunció que mandaría a los militares de vuelta a los cuarteles.
"Se trata de un secuestro por parte de las
Fuerzas Armadas a la viabilidad de la cuarta transformación [lema de
campaña de AMLO] imponiendo su visión y agenda de someter a la autoridad
civil y veo a un presidente que todavía no asume funciones pero que les
ha entregado el poder para que sigan haciendo las tareas impropias que
actualmente hacen", afirmó Guevara.

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AP Photo / Anthony Vazquez
Este debate sobre el rol de los militares no es, para Guevara, un asunto exclusivamente del ámbito constitucional: "Para las organizaciones de la sociedad civil se trata de los eventos en que militares han torturado, asesinado y desaparecido a miles de personas", dijo. "Han allanado cientos de hogares, violado mujeres, maltratado niños y eso es lo que no podemos seguir permitiendo", agregó.
"No porque el presidente 'bueno' declare que
estas cosas ya no se van a cometer, tenemos las garantías y controles
suficientes para que las Fuerzas Armadas no sigan cometiendo estas
prácticas. Lo hicieron en los 70, en los 90 y lo han hecho de manera
exacerbada a partir del 2006", cuando se declaró formalmente la guerra
al narcotráfico en México.

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REUTERS / Carlos Jasso
Esto implicaría una reforma a la Constitución mexicana para poder poner en marcha la permanencia de los militares en la seguridad pública. "Es una absoluta decepción", dijo Guevara, ante la perspectiva de que el Gobierno que prometió acabar con la militarización del país proponga ahora una modificación constitucional para que su presencia se haga permanente y se supedite el resto de las fuerzas policiales al mando castrense.
"Esta es la traición más grande que he podido ver de las promesas de transformación que ha hecho AMLO y le está escupiendo en el rostro a miles de víctimas que confiaron en él y depositaron su voto en él para que estableciera una política de seguridad distinta a las administraciones anteriores", concluyó.


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