Bin Laden vuelve a poner en peligro la seguridad global
© AP Photo / CIA
Oriente Medio
Este terrorista quiere derrocar al monarca saudí y tomar el control de las ciudades santas del islam: La Meca y Medina. Asimismo, amenaza a los países occidentales con vengar a su padre, el líder de Al Qaeda, Osama bin Laden, que murió en mayo de 2011. Pero, ¿qué consecuencias podría tener la llegada al poder de Hamza bin Laden?
Pese a que Osama tenía más de 20 hijos, Hamza siempre fue su hijo favorito. Así, de niño, Hamza apareció en un vídeo propagandístico de Al Qaeda, en el que citaba versículos del Corán dedicados a la lucha contra los 'infieles'.
En otra grabación, posó frente a los restos de varios aviones estadounidenses derribados por los terroristas en Afganistán. Más tarde, se unió a una agrupación yihadista paquistaní que organizó el atentado contra la primera ministra, Benazir Bhutto, en diciembre de 2007.
El surgimiento de otro grupo terrorista, el Estado Islámico —Daesh, proscrito en Rusia y otros países—, provocó que el hijo de Bin Laden desapareciera de la vista de los medios por más de una década. No obstante, en 2015, sorprendió a todos al difundir en la red varios vídeos en los que se dirigía a la comunidad internacional. De este modo, quedó claro que se convirtió en uno de los miembros más influyentes de Al Qaeda, junto con el líder actual de la agrupación, Aimán Zawahiri.
En uno de los mensajes, Hamza bin Laden instó a que las tribus de Arabia Saudí se rebelaran contra la monarquía y pasaran al lado de uno de los grupos de rebeldes yemeníes. Estas declaraciones han agravado aún más la situación en el país árabe, donde las reformas liberales de Riad causan indignación de los sectores conservadores de la sociedad.
Según declaró a Sputnik el experto Grigori Kosach, de la Universidad Estatal de Humanidades de Rusia (RGGU), Hamza bin Laden es considerado un peligroso terrorista en Arabia Saudí. También es importante recordar que al hijo de Osama se le privó de la nacionalidad saudí. De acuerdo con el politólogo ruso, en Arabia Saudí todavía reina el llamado tribalismo, de modo que las declaraciones de Hamza bin Laden tienen sentido. Al mismo tiempo, expresó su esperanza de que las tribus saudíes no presten mucha atención a los llamamientos del heredero de Al Qaeda.
A su vez, el vicepresidente del Centro de Tecnologías Políticas de Rusia, Alexéi Makarkin, afirmó que Riad tendrá que enfrentarse a la indignación de la sociedad saudí debido a un conflicto interno entre las tribus de la familia real que "amenaza a la estabilidad del país".
El propio heredero de la monarquía saudí, Mohamed bin Salman, está convencido de que Hamza es apoyado por Teherán. "Vivió en Irán y ahora actúa fuera del país, pero sigue recibiendo el apoyo por parte de Teherán", sugirió. Y aseveró que el país persa es el único Estado que se beneficiaría con el derrocamiento de la monarquía saudí. A su vez, Teherán niega categóricamente esas hipótesis.
En cuanto a EEUU, también acusa a Irán de tener vínculos con Al Qaeda. Estas acusaciones tienen que ver con la guerra de guerrillas suníes y chiíes contra la presencia militar de EEUU en Irak. No obstante, Washington nunca presentó pruebas de financiación de Al Qaeda por parte de Teherán.
Heredero de Daesh
El gran retorno de Hamza bin Laden a la política de Oriente Medio coincide con la decadencia del Estado Islámico y la derrota del grupo yihadista en Irak y Siria. Está claro que los combatientes de la agrupación terrorista están en busca de un nuevo líder y patrón, mientras que el hijo de Osama podría convertirse en un símbolo de continuidad y, de este modo, obtener una ventaja sobre el EI. No obstante, esta no es la primera vez que algo así tiene lugar en el escenario político de Oriente Medio.
Así, en 2004, el hijo del ayatolá chií Mohamed Sadek Sadr, Muktada Sadr, lideró una rebelión contra las fuerzas de ocupación estadounidenses en Irak, después de la cual, ya en 2018, triunfó en las elecciones iraquíes. No obstante, solo el tiempo dirá si el hijo de Bin Laden será capaz de repetir el éxito de Sadr.
© AP Photo / Mazhar Ali Khan
En uno de los mensajes, Hamza bin Laden instó a que las tribus de Arabia Saudí se rebelaran contra la monarquía y pasaran al lado de uno de los grupos de rebeldes yemeníes. Estas declaraciones han agravado aún más la situación en el país árabe, donde las reformas liberales de Riad causan indignación de los sectores conservadores de la sociedad.
Según declaró a Sputnik el experto Grigori Kosach, de la Universidad Estatal de Humanidades de Rusia (RGGU), Hamza bin Laden es considerado un peligroso terrorista en Arabia Saudí. También es importante recordar que al hijo de Osama se le privó de la nacionalidad saudí. De acuerdo con el politólogo ruso, en Arabia Saudí todavía reina el llamado tribalismo, de modo que las declaraciones de Hamza bin Laden tienen sentido. Al mismo tiempo, expresó su esperanza de que las tribus saudíes no presten mucha atención a los llamamientos del heredero de Al Qaeda.
A su vez, el vicepresidente del Centro de Tecnologías Políticas de Rusia, Alexéi Makarkin, afirmó que Riad tendrá que enfrentarse a la indignación de la sociedad saudí debido a un conflicto interno entre las tribus de la familia real que "amenaza a la estabilidad del país".
El propio heredero de la monarquía saudí, Mohamed bin Salman, está convencido de que Hamza es apoyado por Teherán. "Vivió en Irán y ahora actúa fuera del país, pero sigue recibiendo el apoyo por parte de Teherán", sugirió. Y aseveró que el país persa es el único Estado que se beneficiaría con el derrocamiento de la monarquía saudí. A su vez, Teherán niega categóricamente esas hipótesis.
En cuanto a EEUU, también acusa a Irán de tener vínculos con Al Qaeda. Estas acusaciones tienen que ver con la guerra de guerrillas suníes y chiíes contra la presencia militar de EEUU en Irak. No obstante, Washington nunca presentó pruebas de financiación de Al Qaeda por parte de Teherán.
Heredero de Daesh
© REUTERS / Khalid al-Mousily
Así, en 2004, el hijo del ayatolá chií Mohamed Sadek Sadr, Muktada Sadr, lideró una rebelión contra las fuerzas de ocupación estadounidenses en Irak, después de la cual, ya en 2018, triunfó en las elecciones iraquíes. No obstante, solo el tiempo dirá si el hijo de Bin Laden será capaz de repetir el éxito de Sadr.
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