miércoles, 27 de septiembre de 2017

19/S: El dolor y la esperanza
La reconstrucción de los hogares no será a corto plazo
No se olviden de nosotros, claman colonos de San Gregorio Atlapulco
Jessica Xantomila
Periódico La Jornada
Miércoles 27 de septiembre de 2017, 
 
En San Gregorio Atlapulco, Xochimilco, habitantes llamaron a la sociedad a no olvidarse de ellos porque la reconstrucción de sus hogares no será a corto plazo. La señora Isabel Molina Guevara, quien mantiene un centro de acopio en el lugar donde estaba su casa, que colapsó tras el sismo de magnitud 7.1, dijo que la ayuda ha llegado a la zona, pero se requiere que sea constante.
Hay que hacer algo para que no deje de llegar el apoyo, porque en algún momento yo creo que la gente se olvida. Ahorita es novedad y hay difusión, pero en un mes o dos la gente se empieza a olvidar, dijo.
Narró que en el momento del sismo sólo uno de sus hijos estaba en la casa, construida con ladrillo y lámina de fierro. Dijo que su vástago logró salir gracias a que una de las bardas colapsó, pues las puertas que daban a la calle se azotaban y era casi imposible esquivarlas.
Isabel dijo que al llegar a su casa gritó con todas sus fuerzas: ¡Alejandro!, ¡Alejandro!, ¡sal!, y que el alma le regresó al cuerpo cuando lo vio ayudando a quitar piedras de la calle Insurgentes. Mencionó que su familia está bien. Pero yo creo que con el tiempo van a empezar a salir las enfermedades del nerviosismo, expresó.
Ella, como la mayoría de los habitantes que resultaron afectados en San Gregorio Atlapulco, se fueron a vivir con algún familiar en tanto les informan cómo será la reconstrucción o encuentran otro lugar .
Guadalupe y sus hijos tampoco pudieron regresar a la casa que rentaban en San Luis, pues tienen miedo de que se desplome. Por eso ahora viven con su suegra, pero van todos los días a la Plaza Cívica, ubicada en el centro de San Gregorio, para comer, recibir ropa y víveres, pues ahí se han instalado diversos servicios médicos, sicológicos y un centro de acopio. Estamos muy tristes, estamos vivos, pero sí se siente feo lo que pasó, dijo.
Por ello, pidió que los sigan ayudando. Todavía nos falta mucho para regresar a la normalidad, expresó.
Rosa María, madre de tres niños, sigue en shock. Acudió al médico de la plaza por problemas de presión, dijo que con cualquier movimiento piensa que es un temblor y se paraliza. A sus pequeños los llevó con los sicológos pues también están temerosos. Sus hijos estaban solos cuando sucedió el sismo, porque ella estaba trabajando, al igual que su esposo.
En muchas casas de esta comunidad hay letreros de agradecimiento a los voluntarios y elementos de la Marina y el Ejército por el apoyo que han recibido.

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