La
tormenta magnética más potente de este año azotó la Tierra este 14 de
mayo, informaron los especialistas del laboratorio de astronomía de
rayos X del Sol del Instituto de Física de la Academia de las Ciencias
de Rusia. El fenómeno resultó ser toda una sorpresa para los
científicos.
Este año ya se han observado varias tormentas solares, pero la de hoy ha sido la primera en un período bastante largo, que se ha clasificado como G3 y no como G1.
La
tormenta se convirtió en una gran sorpresa para los expertos que
esperaban solo algunas pequeñas perturbaciones magnéticas, porque el Sol
está atravesando un ciclo mínimo de 11 años, lo que hace que las
tormentas magnéticas sean relativamente raras, débiles y predecibles, informa el diario MK.
La intensidad de las tormentas se evalúa por una escala de nueve
puntos. Cinco puntos corresponden a la clase G1, que se considera débil,
y siete puntos, como hoy, representan una fuerte tormenta magnética que
es de la clase G3.
"Las tormentas de la clase G3 repercuten de
manera significativa en los equipos, ante todo en los aparatos
espaciales, aumentan su alejamiento de la órbita y provocan problemas
con su orientación", destaca el comunicado que aparece en el portal del
laboratorio físico.
Se pueden producir además interrupciones en las
transmisiones de programas radiales de onda corta, en la labor de
satélites y en la comunicación por radio, así como pueden haber falsas
alertas del sistema protector de las líneas de alto voltaje.
A
su vez, una fuente en la compañía espacial Roscosmos explicó a Sputnik
que los satélites rusos no sufrieron ningún daño a causa de la fuerte
tormenta solar que azota el planeta.
"No se registró ningún cambio en el funcionamiento del grupo de
satélites orbitales que se encuentra bajo el mando de Roscosmos",
destacó el servicio de prensa de la compañía.
Muchos científicos opinan que la mayoría de las tormentas
geomagnéticas no afecta a las personas. Sin embargo, en caso de
tormentas fuertes, los médicos recomiendan abstenerse de fuertes
ejercicios físicos y seguir una dieta porque el fenómeno natural afecta,
en primer lugar, a los sistemas cardiovascular y digestivo. Se
recomienda evitar comida pesada, como platos fritos.
Al mismo tiempo, los especialistas observan que tampoco hay que
preocuparse demasiado por las tormentas solares, porque los nervios
pueden afectar aún más el sistema cardiovascular que el propio fenómeno.
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