Productores de Oaxaca subsisten gracias a la apicultura itinerante
▲ Apicultores de El Espinal, Oaxaca, trasladan entre febrero y mayo más
de 30 colmenas en cajas de madera a Mixtequita, en el norte del Istmo de
Tehuantepec, para que los insectos dispongan de la flora adecuada para
reproducirse y producir miel.
Foto Diana Manzo
Diana Manzo
Corresponsal
Periódico La Jornada
Lunes 20 de mayo de 2019
Lunes 20 de mayo de 2019
El Espinal, Oax., Raúl Nivón Fuentes y Fernando Bernal
Toledo, apicultores de la unidad de producción El Espinal, aplican la
técnica de apicultura itinerante: llevan sus colmenas a diferentes
puntos del Istmo de Tehuantepec e incluso a Chiapas para aumentar las
posibilidades de reproducción de las abejas y ayudarlas a resistir el
cambio climático.
Raúl y Fernando, originarios del municipio de El Espinal, se
especializaron en apicultura al trabajar de maestros de secundarias
técnicas hace 40 años y han heredado la actividad a sus hijos y
familiares cercanos.No obstante, la deforestación, el uso de pesticidas y fungicidas, así como la proliferación de la caña de azúcar y otros cultivos en el Istmo contaminaron los ecosistemas en la región y afectaron la floración. Por ello, desde hace 12 años recurren a la apicultura ambulante.
El proceso comienza en noviembre y concluye a principios de febrero. Raúl y Fernando llevan más de 30 colmenas en cajas de madera a parcelas de Pijijiapan, Chiapas, a 249.8 kilómetros de El Espinal.
De mediados de febrero a finales de mayo –la época de mayor floración– ubican las colmenas en la zona norte del Istmo de Tehuantepec, en ranchos y espacios naturales de La Mixtequita y Palomares.
En la época de cero producción –de junio a octubre, cuando no hay
floración ni cosecha de miel– las colmenas retornan a El Espinal,
después de recorrer más de 600 kilómetros. Los apicultores dan
mantenimiento a sus colmenas, mientras las abejas se alimentan de agua y
azúcar.
Nivón Fuentes y Bernal Toledo aseguran que su actividad nunca ha sido
reconocida por las autoridades, a pesar de que hay más de 43 mil
apicultores registrados ante la Secretaría de Agricultura y Desarrollo
Rural.
De las autoridades nunca hemos recibido un centavo. Hacemos apicultura por amor a las abejas, porque sabemos que a ellas debemos la existencia de la humanidad. Pero el gobierno no lo reconoce; para ellos no existimos.
La unidad de El Espinal produce anualmente mil 200 kilogramos de miel
que vende a granel a una distribuidora en Chiapas, que la adquiere a 24
pesos el kilogramo, pero este año el precio cayó 50 por ciento por la
importación de sucedáneo de miel procedente de China, una mezcla de
fructosa y arroz.
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