sábado, 4 de mayo de 2019

Los de abajo
Incursiones militares en Chiapas
C
hiapas sigue siendo uno de los estados más militarizados de México desde 1995, año en que el actual secretario de Educación Pública y entonces secretario de Gobernación, Esteban Moctezuma Barragán, traicionó el diálogo con los zapatistas y el presidente Ernesto Zedillo ordenó la ocupación militar de las comunidades indígenas en rebeldía. Han pasado 24 años y el hostigamiento, mediático o no, permanece y se recrudece.
Casi un cuarto de siglo tienen los pueblos zapatistas padeciendo el hostigamiento del Ejército, que se recrudece cada que su mando lo decide con el aumento de patrullajes y sobrevuelos en las cinco regiones de Chiapas en las que viven, luchan y trabajan las bases de apoyo del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).
El Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas (Frayba) documentó que desde finales de 2018, cuando tomó posesión el actual Presidente de México, “se duplicó el número de incursiones del Ejército mexicano a la sede de la junta de buen gobierno (JBG) Hacia la Esperanza, en el caracol de La Realidad (municipio oficial de Las Margaritas).
Los datos surgen de las brigadas civiles de observación (BriCO) que el Frayba mantiene en diversas comunidades de la entidad, las cuales reportaron 19 patrullajes terrestres (con soldados armados con metralletas) y cinco sobrevuelos de helicópteros de enero a abril de 2019.
Las incursiones militares, advierte el organismo de derechos humanos con más de 30 años de acompañar a las comunidades indígenas de Chiapas, constituyen actos de intimidación y hostigamiento en contra de los pueblos originarios zapatistas en resistencia, agreden su autonomía y ponen en riesgo la vida, integridad y seguridad de toda la población.
El Frayba constató así la denuncia del EZLN difundida el pasado 10 de abril, en Chinameca, Morelos, referente a que el hostigamiento militar no sólo permanece, sino que se incrementa en sus comunidades. La pregunta es qué se propone el gobierno federal y a quién le conviene provocar a las comunidades que construyen su autonomía.

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