Es hora de decirle stop a Trump
La chispa de la guerra viaja en un portaaviones estadounidense hacia los mares cercanos a la República Islámica de Irán.
Ojalá y todavía haya tiempo para frenar el apetito imperial de poner al mundo al borde de una catástrofe.
Tanto la Organización Internacional de Energía Atómica, organismo
encargado de monitorear el cumplimiento por parte de Irán de su programa
nuclear con fines pacíficos, como la Unión Europea, convencida de que
Irán cumple y de que debe mantenerse este Acuerdo, constituyen patrones
de la verdad que para nada importan a los Estados Unidos de Donald
Trump.
El presidente estadounidense, en uno de sus exabruptos de quien se
siente y actúa como dueño del mundo, rompió el Acuerdo Nuclear con Irán,
firmado dos años atrás por la nación persa y cinco potencias europeas
más Estados Unidos.
¿Por qué Trump rompió el pacto? Pues porque le dio su mismísima gana.
También rompió con lo acordado sobre Cambio Climático, la otra «guerra»
que de no detenerse nos llevaría, como advirtió Fidel, al fin de la
especie humana.
Trump y su equipo de halcones ponen a prueba a todos los Estados del
planeta, socios y no socios, grandes o chiquitos, ricos y pobres. Su
meta es medir hasta dónde podrán resistir. También ponen en riesgo la
existencia misma de la onu y de otros mecanismos de concertación y
diálogo encaminados a lograr una paz firme y duradera.
Salirse del Acuerdo Nuclear con Irán fue preámbulo para una nueva
arremetida de sanciones para tratar de doblegar a la nación persa.
Las sanciones llevaban implícito poner contra la pared a empresas
europeas que ya hacían negocios con Irán. Ahora la orden del «emperador»
ha sido la de petróleo cero, es decir, ni Irán puede exportar, ni otro
país puede comprar su hidrocarburo.
Así, tajante, ha sido la decisión del magnate al frente de la Casa Blanca.
La República Islámica, que no es la primera vez que sufre de
ultimátum y se le trata de poner de rodillas, resiste y enfrenta las
adversidades, económicas fundamentalmente, sin renunciar a su soberanía y
a sus derechos.
Los países de la Unión Europea (UE) han rechazado, desde el primer
momento, la decisión de Trump y se han pronunciado por salvar el Acuerdo
Nuclear. Unos gobiernos en mayor tono, otros con expresiones más
tenues, pero en la mayoría de los casos, para Europa sería renunciar a
su propia soberanía y libertad de importar y exportar a cualquier país.
Como aparece publicado en el sitio El Economista, «la ue ha pujado
fuerte para mantener el acuerdo vivo…». Y advierte: «Dinamitar el
acuerdo nuclear sería asumir una derrota diplomática muy alta frente a
una victoria del unilateralismo que abandera Donald Trump. Supondría,
además, una amenaza para la seguridad regional, europea y global, al
aniquilar el acuerdo que tardó años en fraguarse…».
La alta representante de la ue para la Política Exterior, Federica
Mogherini, en lo que ella llamó una posición muy clara, recalcó: «Está
funcionando, está dando resultados en su principal meta, que es mantener
controlado y bajo estrecha vigilancia el programa nuclear iraní».
«Espero que nuestros aliados americanos lo respeten también», dijo
por su parte el jefe de la diplomacia francesa, Jean-Yves Le Drian.
Mientras, el ministro alemán de Exteriores, Sigmar Gabriel, expresó: «El
acuerdo nuclear alcanzado en Viena conjuró una crisis aguda en el
Oriente Medio y es hoy un elemento esencial de la arquitectura global de
la no proliferación. Para nosotros los europeos, como vecinos de la
región, es parte esencial de nuestra seguridad. Por eso, trabajaremos
con nuestros socios para mantenerlo e implementarlo», enfatizó.
Teherán ha advertido que, como respuesta, reduciría dos de sus
compromisos adquiridos con el tratado: dejará de limitar su stock de
uranio enriquecido y de agua pesada.
Las circunstancias, sin embargo, sobrepasan el término comercial y
trascienden al plano militar. La chispa que prendería la guerra viaja
sobre un gran portaaviones estadounidense, mientras los b52, portadores
de ojivas nucleares, volaron a la zona y se posaron en pistas de la Base
Aérea de Al Udeid, cerca de Doha (Catar).
También el Pentágono ha desplegado en la zona una batería del sistema
de defensa aérea Patriot y del buque de transporte anfibio uss
Arlington, que puede transportar decenas de vehículos de combate y a 699
marines.
En países cercanos al área, suman decenas de miles los soldados
listos para intervenir en este conflicto. Según reportó The New York
Times, Afganistán contaba con unos 14 000 militares estadounidenses,
aparte de más de 8 000 efectivos de la OTAN. Mientras, en Irak hay 5 200
soldados del Pentágono.
Otros países vecinos a Irán, en los que Washington cuenta con bases y
personal militar, son Arabia Saudita, Baréin, Catar, Emiratos Árabes
Unidos, Israel, Jordania, Kuwait y Omán, entre otros, donde hay mil
soldados, de acuerdo con el Centro de Datos de Personal del Departamento
de Defensa.
Conociendo la comunidad internacional el papel de Israel como punta
de lanza de Estados Unidos en una posible confrontación militar con
Irán, el vicepresidente del Parlamento iraní, Alí Motahari, advirtió que
«si hay guerra, Israel será un campo de batalla».
En este contexto descrito la única alternativa que tiene la comunidad
internacional es la de poner freno a los planes de Donald Trump y su
equipo de guerra, antes de que ya sea tarde. Los europeos y no europeos y
los propios estadounidense deben encabezar esta batalla por la paz. No
estoyconvencido de quenosquede mucho tiempo.
Escrito por Elson Concepción Pérez | internet@granma.cu
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