EEUU y el cuento de la democracia en Venezuela
Escrito por
M. H. Lagarde
Maduro durante un acto de masas
convocado para celebrar el primer aniversario de su victoria en las
elecciones presidenciales del 2018
El pasado 20 de mayo, durante un acto de masas convocado para
celebrar el primer aniversario de su victoria en las elecciones
presidenciales del 2018, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro,
llamó a realizar elecciones anticipadas a la Asamblea Nacional, en
desacato desde 2016 y cuyas acciones son nulas.
"Vamos a medirnos electoralmente. Vamos a hacer elecciones. Vamos a
legitimar la única institución que no se ha legitimado en los últimos
cinco años. Vamos a elecciones anticipadas de la Asamblea Nacional para
ver quien tiene al pueblo, para ver quién tiene los votos, para ver
quién gana", dijo Maduro.
El presidente venezolano se preguntó: ¿por qué cuando hago tal propuesta nadie responde?
Sin embargo, la respuesta de la oposición encabezada por el títere de
Estados Unidos, Juan Guaidó, no se hizo esperar. De acuerdo con el
también presidente de la Asamblea Nacional en desacato: “Es muy cínico
insinuar que está dispuesto a someterse a unas elecciones cuando se las
robó en el 2018. Disociación, locura”.
Declaración que deja claro que Guaidó rechaza medirse en las urnas
porque al parecer, ni las elecciones, ni el diálogo, están entre las
opciones sobre la mesa que tienen prevista para Venezuela sus
titiriteros en Washington. La negativa, además, reafirma la posición
tomada por la oposición en las elecciones "robadas" de 2018, donde los
antichavistas prefirieron no presentarse para luego utilizar su
voluntaria ausencia como pretexto para justificar el show de la
"autoproclamación".
Por otra parte, la respuesta de Guaidó coincidió en el tiempo con la
reunión "positiva" que su "embajador" en Estados Unidos, Carlos Vecchio,
sostuvo con altos cargos del gobierno estadounidense, entre quienes
figuraban el subsecretario de Defensa para Latinoamérica, Sergio de la
Peña y el enviado del Departamento de Estado para Venezuela, Elliott
Abrams.
El encuentro, que tuvo lugar en el Departamento de Estado, fue
motivado por la carta que Vecchio le enviara el 11 de mayo al jefe del
Comando Sur, el almirante Craig Faller, para solicitarle una reunión con
el objetivo de conversar sobre cooperación militar destinada a
"aliviar" el sufrimiento del pueblo venezolano y "restablecer" la
democracia.
Aunque no se supo a ciencia cierta cuál opción estuvo sobre la mesa
de conversación de Vecchio y los que, según él, "son los que hacen la
política", por ahora, la respuesta de Estados Unidos a la propuesta
electoral de Maduro parece ser el anuncio de nuevas sanciones contra
Venezuela, esta vez dirigidas a atentar nada menos que contra el
programa de ayuda alimentaria gubernamental CLAP. Otra vuelta de tuerca
al bloqueo que pretende rendir por hambre al pueblo venezolano y otra
muestra de que el problema de Venezuela nada tiene que ver ni con la
"libertad" ni con la "democracia".
Queda esperar por cuál será la reacción del medio centenar de países
que, presionados por EEUU, reconocen al títere como "presidente
interino", algunos de los cuales han defendido la realización de
elecciones como única solución del conflicto.
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