Venezuela seguirá encendiendo la conciencia de América Latina
Escrito por
Aday del Sol / CubaSí
En una intervención en la Organización de las Naciones Unidas,
Samuel Moncada, embajador de la República Bolivariana de Venezuela ante
este organismo, denunció que los actos de terrorismo afectan la
estabilidad de las naciones y los cimientos de las sociedades...
En una intervención en la Organización de las Naciones Unidas, Samuel Moncada, embajador de la República Bolivariana de Venezuela ante este organismo, denunció que los actos de terrorismo afectan la estabilidad de las naciones y los cimientos de las sociedades, tienen consecuencias adversas para el desarrollo económico y social, y ocasionan la destrucción de la infraestructura física y económica de los Estados, refiriéndose a los constantes ataques perpetrados por el gobierno de Estados Unidos al sistema eléctrico de Venezuela desde el pasado 7 de marzo y hasta el 25 de marzo último.
“En nombre de 120 países reiteramos la obligación de la comunidad
internacional de prevenir y reprimir el financiamiento de actos
terroristas y de tipificar como delito la provisión o recaudación
intencional de fondos con la intención de que sean usados para cometer
actos terroristas”, expresó en un discurso pronunciado este jueves ante
el Consejo de Seguridad.
Moncada reveló que no hay terrorismo bueno. En Venezuela, aseguró,
hay terrorismo promovido y protegido por potencias extranjeras, hoy
denunciamos estas acciones criminales y demandamos la acción efectiva
del organismo responsable de la paz y seguridad internacionales.
Al respecto, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro escribió, en
su cuenta de Twitter, “El Sistema Eléctrico Nacional sufrió el más
grave ataque de su historia, pero tengan la plena seguridad que estamos
haciendo grandes esfuerzos para su recuperación y reestructuración
profunda. Blindaremos el servicio eléctrico para la tranquilidad de todo
el pueblo venezolano”.
El mandatario aseguró, además, que el pueblo venezolano saldrá más
fortalecido que nunca en la batalla que hoy se les presenta al derrotar
las agresiones con la fuerza que irradia el espíritu antiimperialista
del Comandante Chávez.
Mientras tanto el gobierno norteamericano insiste en su prepotencia
imperial, y este viernes, según publica TeleSur en su página web, el
enviado especial de EE.UU. para Venezuela, Elliot Abrams, señaló que "el
gobierno de Putin pagará un precio por su apoyo a Venezuela y al
presidente Nicolás Maduro", aunque la portavoz de la cancillería rusa,
María Zajárova, días antes le señaló bien claro que ni Moscú ni Caracas
eran provincias de Estados Unidos.
Pero, durante unas declaraciones concedida a un medio estadounidense,
el funcionario estadounidense reiteró no tomar como un chiste las
afirmaciones del presidente Donald Trump sobre "todas las opciones"
están sobre la mesa, en referencia a la situación político social de
Venezuela y en clara amenaza de que una intervención norteamericana
contra la nación sudamericana podría darse en cualquier momento.
La tensión surge tras conocerse el arribo de unos especialistas rusos
al territorio venezolano pese a que el Ministerio de Asuntos Exteriores
ruso destacó que la visita de este equipo está en concordancia con el
tratado firmado en 2001 de colaboración técnica-militar entre ambos
paises.
Es obvio que el Gobierno de estados Unidos se autoproclamó amo y
señor del mundo, ¿de qué otra manera el país que más armas produce,
vende y utiliza, que tiene presencia militar en 177 países, más de 250
mil soldados y 800 bases militares en el mundo, unas 80 en América
Latina y el Caribe, se atribuye el derecho de interferir en las
relaciones legítimas entre Estados soberanos?
¿Cuántas veces hay que denunciar que EE.UU., Londres y las estructuras bancarias mundiales bajo la presión de Washington robaron ("congelaron") de manera gansteril 30.000 millones de dólares a Venezuela?
¿Cómo se atreve Trump a acusar al gobierno de Maduro de ser el responsable de una crisis cuando Washington ha enfilado sus cañones contra el pueblo venezolano en una despiadada guerra económica? Guerra económica que se traduce en inflación inducida, bloqueos financieros y comerciales, y más de 250 atentados terroristas, electrónicos, físicos, eléctricos y a los servicios básicos en los últimos dos años.
¿Cuántas veces hay que denunciar que EE.UU., Londres y las estructuras bancarias mundiales bajo la presión de Washington robaron ("congelaron") de manera gansteril 30.000 millones de dólares a Venezuela?
¿Cómo se atreve Trump a acusar al gobierno de Maduro de ser el responsable de una crisis cuando Washington ha enfilado sus cañones contra el pueblo venezolano en una despiadada guerra económica? Guerra económica que se traduce en inflación inducida, bloqueos financieros y comerciales, y más de 250 atentados terroristas, electrónicos, físicos, eléctricos y a los servicios básicos en los últimos dos años.
Solo para que se tenga una vaga idea, en el primer ataque de Estados
Unidos contra el sistema eléctrico de Venezuela se perdió 875 millones
de dólares, cifra equivalente a un punto del PIB de la economía
nacional, causando la afectación de la industria petrolera,
manufacturera, los servicios, el comercio y otras actividades.
Es repugnante el cinismo con que actúa Washington, es doloroso y
cobarde la subordinación de algunos países y el silencio de otros, pero
es impresionante la valentía y la resistencia del pueblo venezolano que
ha encontrado en el respaldo a su revolución y a Maduro la mejor
estrategia de defensa. Es sencillamente inspirador cuando le repiten una
y mil veces en cada marcha bolivariana a la oligarquía internacional y a
sus títeres: i"Aquí no se rinde nadie, aquí no se cansa nadie. Rendirse
es traición, cansarse es falta de conciencia. Podrán quitarnos la luz,
pero seguiremos encendiendo la conciencia de América Latina”.
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