miércoles, 29 de noviembre de 2017

México SA
Banco de México: otro itamita
Díaz de León, fast track
Peña Nieto: ¿rumbo correcto?
Carlos Fernández-Vega
 
Ya despresurizado y menos despistado por el destape de José Antonio Meade –cortesía de Luis Videgaray–, el inquilino de Los Pinos se acordó que tenía un pendiente de no poca relevancia: la designación del nuevo gobernador del Banco de México, quien, por una mera casualidad, resultó ser itamita e integrante del círculo del destapado y el destapador.
A escasas horas de vencer el plazo legal, Enrique Peña Nieto recordó –o le recordaron– que Agustín Carstens a punto está de agarrar el avión a Basilea, Suiza, donde ocupará –a partir del primero de diciembre– la oficina principal del Banco de Pagos Internacionales, y que por lo mismo urgía designar a su relevo, porque se corría el riesgo de que en la fecha señalada el banco central quedara acéfalo. Y lo hizo fast track, con lo que ni siquiera se tomó la molestia de presentar propuestas al Senado de la República, pues desde hace poco menos de un año el nuevo Tlatoani monetario pertenece a la Junta de Gobierno del banco central.
Así, el afamado doctor catarrito puede retirarse tranquilo, porque el inquilino de Los Pinos optó por uno de los cuates de José Antonio Meade y Luis Videgaray (dupla que pretende convertirse en la nueva parejita de Los Pinos). Se trata de Alejandro Díaz de León Carrillo, hasta ahora subgobernador del Banco de México, puesto al que se coló (once meses atrás) por (¡sorpresa!) la intervención directa del par de ex secretarios de Hacienda, ambos ministros del (d) año, ahora conocidos como el destapado y el destapador.
Díaz de León Carrillo (además de itamita tiene una maestría en administración pública y privada por la Escuela de Administración de Yale) tomará posesión el próximo viernes y en él permanecerá –se supone- hasta el 31 de diciembre de 2021. Antes de ser designado subgobernador del Banco de México, este personaje ocupó la dirección general del Banco Nacional de Comercio Exterior (Bancomext), en la que permaneció poco más de un año.
Antes de ello fue titular de la Unidad de Crédito Público de la Secretaría de Hacienda, es decir, el área estratégica de la SHCP donde se teje y maneja la deuda pública interna y externa del país, la cual, dicho sea de paso, creció de forma por demás alarmante durante el devastador paso de Videgaray por esa dependencia.
Pero bueno, para tranquilidad del inquilino de Los Pinos el destape se resolvió y también la designación del nuevo gobernador del Banco de México. Tal vez por ello, retomó el fatuo discurso repetido machaconamente durante los últimos seis gobiernos –por llamarles así–, de que todo marcha de maravilla y el país transita por el rumbo correcto.
Ese mismo rumbo es el que se ha mantenido desde los tiempos de Miguel de la Madrid, y el balance social y económico es desastroso. Pero insisten, porque José Antonio Meade y Luis Videgaray no quitarán el dedo del renglón en su pretensión de obtener el hueso mayor. Y los frutos de ese camino correcto están a la vista de todos (entre otros, 60 millones de pobres, informalidad a galope, salarios de hambre, crecimiento de 2 por ciento, si bien va, concentración del ingreso y la riqueza, corrupción galopante, impunidad garantizada para los amigos del régimen, etcétera, etcétera).
Por cierto, días atrás el inquilino de Los Pinos presumió que a lo largo de su estancia en la residencia oficial se ha creado prácticamente el doble de empleos generados en un periodo similar de cualquier sexenio anterior; en octubre se abrieron 194 mil 758 puestos de trabajo formales y por primera vez en la historia de México en sólo 10 meses hubo más de un millón de contrataciones en el mercado laboral (75 por ciento permanentes y 25 por ciento eventuales)”.
Se trata, detalló, de tres cifras récord dignas de presumir. El reporte más reciente demuestra que nunca ha habido un mes de tanto empleo como el registrado en octubre (de 2017), y a estas alturas del año suman ya 3 millones 328 mil puestos laborales (en lo que va de su sexenio). De éstos, casi 30 por ciento ha sido para jóvenes y más de 40 por ciento para mujeres. Por ello, este es el sexenio del empleo.
Bien, pero nada dijo de la creciente precarización de las plaza laborales, lo que ha profundizado la caída del ingreso real de millones de trabajadores. De hecho, el más reciente reporte del Coneval – del que se toma la siguiente numeralia- da puntual cuenta de ello.
El porcentaje de población con ingreso laboral inferior al valor de la canasta alimentaria pasó de 40 a 41.8 por ciento entre el tercer trimestre de 2016 e igual periodo de 2017. En este lapso el Índice de Tendencia Laboral de la Pobreza (ITLP) mostró un aumento de 4.6 por ciento. Este es el primer repunte después de cinco trimestres consecutivos de reducciones anuales.
El aumento del ITLP fue causado por un aumento en los precios en 2017, lo que se refleja en el aumento del valor de la línea de bienestar mínimo (costo de la canasta alimentaria) y en la disminución del poder adquisitivo del ingreso laboral.
El ingreso laboral per cápita mostró una disminución real de 2.1 por ciento entre el tercer trimestre de 2016 e igual periodo de 2017. El ingreso laboral per cápita real en el tercer trimestre de 2017 es aún mayor que en el tercer trimestre de 2014, pero menor que en el mismo lapso de 2007.
En el ámbito urbano, el ITLP mostró un aumento trimestral de 4.1 por ciento y un incremento anual de 4.2. En el ámbito rural, el incremento trimestral fue de 4.4 y el anual de 4.7 por ciento.
El ingreso per cápita proveniente del trabajo de los integrantes del hogar pasó de un promedio de mil 729 a mil 693 pesos entre el tercer trimestre de 2016 y el mismo periodo de 2017. La masa salarial real disminuyó 3.5 por ciento anual en el mismo lapso.
Entonces, ¿así o más rumbo correcto?
Las rebanadas del pastel
¿Dónde lo hemos escuchado?: dice José Antonio Meade que México puede ser una potencia en la que la gente tenga comida, seguridad, salud y educación de calidad. Ajá, pero ¿qué no es lo mismo que, desde los tiempos de Carlos Salinas de Gortari, prometieron a los mexicanos, aquello del primer mundo y el nivel de bienestar marca Noruega? Entonces, aún no es –oficialmente– el candidato y ya repite el paquete de ofertas de hace 35 años. Qué creativo. Por cierto, el ex secretario de Hacienda dijo a los cetemistas: háganme suyo. Y a medio desvestir los herederos de Fidel Velázquez le contestaron: Meade, bombón, llévanos al colchón. Amor, ante todo.
Twitter: @cafevega

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