ARTE EN LA RED: La carreta
Escrito por
Yuris Nórido/ CubaSí
Un paisaje cubano, una pequeñísima historia, el espíritu de una época…
Antes el tiempo corría más despacio. En la ciudad, pero sobre todo en
el campo. En 1902, cuando se pintó este cuadro, era otro el concepto de
la urgencia. Para viajar de un punto a otro muchas veces había que ir
en una carreta halada por bueyes. No era rápido, pero era seguro. A
nosotros, en tiempos de automóviles e internet, un viaje en carreta nos
debe parecer casi una aventura romántica. (Muchos campesinos todavía van
así por tantos caminos de tierra; pero para ellos es rutina).
La carreta es lo primero que llama la atención en este óleo. La carreta y los árboles en el camino. Pero si uno se fija bien, Armando García Menocal ha recreado una pequeñísima estampa campesina: un hombre busca unas frutas para su acompañante, una mujer que espera a la sombra.
Eso es lo que se ve, a partir de ahí se pueden contar (inventar) muchas historias. Pero seguramente serán historias apacibles, porque apacibilidad evoca el cuadro. Estas personas jamás romperían el equilibrio de la escena. Podríamos imaginarnos bajo esos árboles, viéndolos y escuchándolos, con la tranquilidad de que las horas pasarán unas tras otras, mansas como un río manso.
Armando García Menocal: La carreta, 1902. Óleo sobre tela; 74 x 100 cm. Colección del Cambio de siglo (1894 - 1927) del Museo Nacional de Bellas Artes.
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