lunes, 22 de julio de 2019

Su esposo, grave
Asesinan en Michoacán a promotora de búsqueda de desaparecidos
Vinculan ataque a Zenaida Pulido con hallazgo de fosa
Foto
▲ Integrantes del colectivo Familiares Caminando por Justicia, en mayo pasado, durante la quinta caravana de búsqueda de personas desaparecidas en el municipio de Los Reyes, Michoacán, la cual coordinó la activista Zenaida Pulido Lombera, asesinada el fin de semana. 
Foto tomada del perfil de Facebook de Familiares Caminando por Justicia
Corresponsal
Periódico La Jornada
Lunes 22 de julio de 2019
 
Morelia, Mich., La activista Zenaida Pulido Lombera, quien coordinó la quinta caravana de búsqueda de personas desaparecidas en el municipio nahua de Aquila, fue asesinada a balazos en el tramo costero La Huahua-Pichinlinguillo y su esposo quedó gravemente herido.
La organización no gubernamental Familiares Caminando por Justicia condenó el homicidio y aseguró que la defensora de los derechos humanos, quien tenía un hermano desaparecido, fue ultimada después de que denunció haber recibido amenazas.
De acuerdo con la agrupación, Zenaida Pulido, de 43 años de edad, circulaba en su vehículo el pasado viernes, junto con su cónyuge, cuando un comando los acribilló.
La activista había denunciado desde hacía dos meses la desaparición de personas en esa región nahua y participó en la caravana de búsqueda que se realizó del 28 de abril al 11 de mayo pasados en territorio michoacano.
Familiares de Zenaida trasladaron su cadáver a su vivienda, ubicada en la comunidad nahua de Pichilinguillo, donde junto con su hermana Lucina tenía un pequeño restaurante.
Comuneros de Aquila han denunciado que el crimen organizado retornó desde hace meses a esta región que colinda con Colima.
Mercedes Ruiz González, integrante de Familiares Caminando Juntos por Justicia, dijo que Pulido Lombera fue amenazada no sólo por la búsqueda de su hermano, sino por ayudar personas que estaban en la misma situación y habían permanecido en silencio.
El 8 de mayo en Tizupan, municipio de Aquila, siguiendo la ruta de la quinta caravana de búsqueda de desaparecidos iniciada en Morelia, se descubrió una fosa clandestina en la que había 43 fragmentos de huesos humanos, ropa y casquillos de rifle AK-47.
Zenaida nos acompañaba. Encabezaba a un grupo de personas que por primera vez denunciaban la desaparición de familiares, subrayó en entrevista Ruiz González.
La víctima era oriunda del pequeño poblado de La Huahua, localizado a unos 10 kilómetros de Pichilinguillo. Desde hace más de una década, junto con su hermana Lucina, se fueron a vivir a esa localidad costeña tras la desaparición de uno de sus hermanos.
Procreó tres hijos y vivía con su esposo. Hace algunos años se unió a grupos defensores de los derechos humanos.
Mercedes Ruiz, madre de Alejandro Ortiz Ruiz, quien desapareció el 29 de noviembre de 2010, consideró que todo apunta a que el asesinato de Zenaida fue una represalia al hallazgo de la fosa de Tizupan y a que recientemente presentó denuncias por la desaparición de varias personas en la región de Aquila. Estas desapariciones eran de todos conocidas, pero no habían sido denunciadas.
Más de 30 asociaciones civiles de derechos humanos respaldaron a Familiares Caminando Juntos por Justicia en su demanda de investigaciones diligentes para dar con los homicidas de la activista.
Exigieron además medidas de protección para salvaguardar la integridad física y sicológica de la familia de Zenaida, medidas preventivas para evitar que otros familiares de desaparecidos sean silenciados y que se garantice el acceso a una vida sin violencia a la defensoras de los derechos humanos y otros activistas.
Caminando por Justicia, el Colectivo Rastreadores Fe y Esperanza; el Colectivo París-Ayotzinapa y el Colectivo por los Desaparecidos en Guerrero, entre otros, manifestaron que el homicidio de Zenaida deja profunda tristeza e indignación porque se suma a la lista de decenas de víctimas que por buscar a sus seres queridos han recibido la muerte como castigo en un Estado que no sólo no garantiza el derecho de todas las personas a la seguridad, sino que además olvida la vulnerabilidad a que las víctimas están expuestas.
Reprocharon las omisiones del Estado en materia de desapariciones, porque han sido los familiares los que han asumido el papel de las autoridades, ya que saben más de los casos que las instituciones de seguridad, que generalmente mantienen cerrados archivos e investigaciones.
En los 11 años recientes en Michoacán se han reportado más de mil 500 desapariciones forzadas, entre ellas 300 que fueron debidamente documentadas, en las que habrían participado bandas del crimen organizado y agentes de seguridad de los tres órdenes de gobierno.
Más de 4 mil elementos de la Guardia Nacional están desplegados en Morelia, Lázaro Cárdenas, Zitácuaro, Zamora, Uruapan, Huetamo y Apatzingán, entre otros municipios. Sin embargo, en la sierra de Aquila y la costa norte, en los límites con Coahuayana y Colima, aún no tienen presencia.
En tanto, se están restructurando los grupos de autodefensa, sobre todo en Aquila y en Ostula, encabezados por Agustín Ramírez y Cemeí Verdía. Comuneros de la cabecera aseguran que los delincuentes han retornado y que grupos que alguna vez fueron parte de las autodefensas, como el encabezado por Germán Ramírez, El Toro, ahora son criminales.

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