Científicos aseguran que la Luna tiene más agua de lo que se creía
Un
grupo de investigadores ha encontrado nuevas evidencias que indican la
presencia de mucho más hielo en la superficie de la Luna de lo que se
pensaba.
En su artículo publicado recientemente en la revista científica Nature Geoscience,
los científicos de la Universidad de California (EE.UU.) Lior
Rubanenko, Jaahnavee Venkatraman y David Paige describen en su estudio
las similitudes entre los cráteres en Mercurio y los cráteres en la Luna
y lo que encontraron.
Los expertos estudiaron las proporciones de profundidad y diámetro de
un total de 2000 cráteres en dicho planeta utilizando datos del
Altímetro Láser de Mercurio (MLA, por sus siglas en inglés), y hallaron
que los que están permanentemente ensombrecidos se hacían menos
profundos en latitudes más altas, lo que indica que hay hielo.
En 2009, como parte de la misión del Satélite de Detección y
Observación de Cráteres Lunares de la NASA (LCROSS, por sus siglas en
inglés), los investigadores permitieron que una parte de la sonda
espacial LRO se estrellara contra el suelo de un cráter cerca del polo
sur de la Luna. La prueba de la nube de escombros a bordo de la nave
Shepherding recopiló evidencias de agua y hielo, junto con otros
materiales.
De este modo, los expertos estadounidenses creían que era probable
que hubiera más hielo en nuestro satélite natural de lo que se mostró
durante el estudio de impacto del LCROSS, seguramente en cráteres
ensombrecidos parecidos a los que se habían visto en Mercurio.
Por ello, realizaron un estudio similar sobre 12 000 cráteres de la
Luna usando datos de la LRO y encontraron “una tendencia morfológica
similar” en los cráteres ubicados en el lado sur de la Luna, cerca del
polo. En su opinión, esto abre la posibilidad de que tales cráteres
alberguen gruesos yacimientos de hielo así como otros materiales
similares a los que se cree que existen en Mercurio.
De ser así, podría haber hasta 100 millones de toneladas métricas de
hielo en tales cráteres, lo que supone el doble de la cantidad que se
estimaba hasta hoy basándose en datos anteriores. El artículo concluye
con la propuesta de, en futuras misiones a la Luna, utilizar sondas que
estudien los cráteres ensombrecidos para confirmar su hipótesis.
myd/ncl/hnb
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