Con
motivo del 300 aniversario de la organización masónica, Sputnik
entrevistó a Peter Doderer, vicepresidente de la organización alemana,
sobre la historia y la actividad moderna de los masones en el país
germano, que hoy cuenta con alrededor de 15.000 miembros.
"La masonería nació en la época de la
Ilustración. En aquel momento, fue un paso correcto: no hablar
públicamente sobre ciertas cosas y mantener un estrecho círculo interno.
De hecho, la difusión de ideas revolucionarias, como la libertad, la
igualdad y la abolición de la servidumbre, no las apoyaban ni la iglesia
ni los gobernantes", explicó.
Secretos y exclusividadPrimero se unieron a los albañiles los representantes del Tercer Estado y la nobleza, comentó Doderer. Luego vinieron los pensadores y los artistas. Los más famosos de ellos en el territorio de habla alemana fueron Mozart y Goethe. "Pertenecer a este círculo era un signo de algún tipo de exclusividad", señaló el interlocutor de la agencia. El poeta Lessing describía las reuniones de los francmasones como "pensar en voz alta junto con un amigo", recordó Doderer. Los pensamientos son libres. Pero para ser internamente libre, hay que mantener la boca cerrada.
Por lo tanto, hoy en día, los masones también siguen la regla de mantener en secreto los nombres de los miembros, pero sí pueden revelar el propio, explicó Doderer.
Hace mucho tiempo, los francmasones introdujeron pensiones para los miembros de las familias de sus compañeros fallecidos. Además, colaboran con organizaciones benéficas.
Doderer señala que solo los hombres pueden unirse a las filas de la masonería. Pero también hay logias exclusivas de mujeres.
Bolas blancas y negras deciden si alguien será masón
Uno no puede convertirse en masón en una noche. "Es un proceso largo. Yo tardé cuatro años en hacerme miembro", contó Doderer. "Durante tres años estuve allí en calidad de invitado. Luego pedí ser miembro de la sociedad. Los miembros presentes deciden sobre la admisión del candidato con la ayuda de bolas blancas y negras. Si el número de bolas negras supera cierta cantidad, la decisión sobre el nombramiento del solicitante se pospone por un año". Doderer se convirtió en masón hace casi 20 años. "Estos años me han enseñado una cosa: la francmasonería está más bien integrada en los genes. No puede aprenderse".
El masón califica lo que sucede en las reuniones de la sociedad como algo "emocionante".
"Cuando una persona se niega a servir en el
Ejército, pero en el mismo lugar está presente un general, comandante de
un cuerpo del Ejército, es interesante. El hecho de que estas dos
personas mantengan una discusión y en el sentido espiritual estén en el
mismo nivel genera una experiencia emocionante". La masonería es una
escuela de la vida, concluyó Doderer.
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