Estancada, la investigación de la FGE contra uniformados que participaron en operativo
Multihomicidio en Temixco, aún sin aclararse
Domicilio ubicado en el poblado La Nopalera, en Temixco, Morelos, donde
el pasado 30 de noviembre fueron asesinadas cuatro mujeres, un menor y
una bebéFoto Rubicela Morelos
Rubicela Morelos Cruz
Corresponsal
Periódico La Jornada
Sábado 30 de diciembre de 2017
Sábado 30 de diciembre de 2017
Temixco, Mor.
En la colonia Rubén Jaramillo de la La Nopalera, al sur poniente de Temixco, aún existe mucho temor entre los habitantes, por lo que varias personas optaron por guardar silencio, y otras sólo dijeron que en este asentamiento humano
no hay seguridad y mucho menos justicia.
Otros vecinos de la calle Francisco I. Madero, donde está ubicada la casa donde ocurrieron los hechos la madrugada del pasado 30 de noviembre, afirmaron que aquí le temen igual tanto a la policía como a los integrantes del crimen organizado, pues
son cómplices ambos, dijo Martín Flores, mientras cuidaba sus flores en un local protegido con rejas metálicas por los constantes robos que padecen en esta zona.
En esta población los delincuentes
son protegidos por las policías municipal y estatalde la Comisión Estatal de Seguridad (CES), incluso algunas personas no se explican cómo pasó el asesinato de seis personas. Algunos vecinos dijeron que ellos ubicaban al jefe de esa familia (José
N) como integrante de una célula criminal. Aseguraron que con frecuencia en esa casa hacían disparos al aire y bebían en la calle (con otros) sin que nadie, les dijeran nada ni los molestara.
Alta incidencia de narcomenudeo
Esta colonia también es conocida por su alta incidencia
en venta de drogas al menudeo, y también a pesar que se han quejado de
esto ante las autoridades, dijeron que no hay corporación que vaya a
cumplir su función de prevenir delitos en La Nopalera .
Los elementos policiacos, según los vecinos, el 30 de noviembre
llegaron en camionetas tipo Van blancas, sin logotipos de la policía
estatal, alrededor de las tres de la madrugada y las estacionaron
atravesadas en las calle (Francisco I. Madero) para impedir que llegaran
más vehículos a la casa que allanaron y donde asesinaron a seis
personas.La mañana del día siguiente los vecinos se enteraron de los 6 muertos, pues trabajadores de una funeraria que está en esta asentamiento requirieron sus servicios.
A las 9 de la mañana del 30 de noviembre trabajadores del Servicio Médico Forense de la FGE levantaron los cuerpos de las víctimas, cuatro mujeres que respondían a los nombres de Faustina, Camelia, María del Rosario, y Leticia (de 65, 40, 27 y 22 respectivamente); una bebé de dos meses y un menor de 12 años.
Desde el 30 de noviembre, esta casa fue incautada y resguardada por una patrulla de la policía estatal del Mando Único. Cuando La Jornada acudió, con otros reporteros, los uniformados pidieron, por
seguridadque dieran sus nombres y los medios que representaban. Ese procedimiento hacen en otras escenas de crímenes. Pero esta vez, a diferencia de otras coberturas de nota roja, los policías tomaron fotos de los rostros de los representantes de los medios, situación que los reporteros consideraron
acoso.
Dos días después de los hechos, familiares de las victimas dieron a
conocer fotografías de las víctimas que habían sido torturadas y, según
ellos, tenían el tiro de gracia. Unos cinco días después del
multihomicidio trabajadores de la FGE filtraron a los medios imágenes
del lugar donde levantaron los cuerpos: cinco víctimas quedaron tiradas
en el baño de la casa y el cuerpo de la bebé en el piso.
Sólo se sabe que la policía entró a la fuerza y les disparó
Hasta hoy sólo se sabe por los familiares que la policía
entró a la fuerza y disparó contra las víctimas; mientras, el titular de
la CES, Alberto Capella Ibarra, asegura que los uniformados dispararon
en defensa propia y las víctimas murieron por fuego cruzado entre
policías y presuntos criminales. Pero hasta hoy, ni la primera ni la
segunda versiones se han comprobado, porque se estancaron las pesquisas
de la FGE, que encabeza Javier Pérez Durón.
El secretario general del ayuntamiento de Temixco, Carlos Caltenco
Serrano, en entrevista, aseguró que La Nopalera, colindante con
Cuernavaca, “queda desprotegida por las policías de Temixco y de
Cuernavaca, ya que cada agente adscrito al Mando Único debe vigilar sus
áreas asignadas.
Después del multihomicidio, afirmó Caltenco que han pedido a Capella
Ibarra que refuercen su coordinación con Cuernavaca. Incluso, agregó que
como parte del reforzamiento se relevó a la comandante del Mando Único
de este municipio, Catalina Laurel, y se nombró a Eduardo Sánchez.
Aunque el funcionario municipal aclaró que la policía municipal de
Temixco (adscrita al mando) no participó en el operativo de la madrugada
en La Nopalera, sino sólo integrantes del Grupo de Operativos
Especiales.
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