Capriles, el candidato de la frustración
Este pobre personaje de nuestra historia contemporánea, y quien seguramente será sepultado en la memoria política por los mismos medios de comunicación privados que hoy lo complacen en su elitista, racista y neoliberalista campaña, sumó votos insisto, gracias a la inoculación de odio permanente inyectada a los venezolanos
Para cualquier líder político que se respete, debe ser muy triste y duro atesorar supuestos triunfos electorales concebidos desde la frustración, la desesperación y los rumores, este es el caso del señor Henrique Capriles Radonski, quien a lo largo de estos 14 años del Gobierno Bolivariano Revolucionario, se ha empeñado en desconocer como niño malcriado cada logro del Proceso Humanista, recurriendo a laboratorios donde se construye el miedo colectivo y novelas de eterno sufrimiento, a través del fascismo mediático.
Este pobre personaje de nuestra historia contemporánea, y quien seguramente será sepultado en la memoria política por los mismos medios de comunicación privados que hoy lo complacen en su elitista, racista y neoliberalista campaña, sumó votos insisto, gracias a la inoculación de odio permanente inyectada a los venezolanos y venezolanas, victimas de la desinformación (a pesar del esfuerzo del Sistema Nacional de Medios Públicos y del naciente Sistema Bolivariano de Comunicación e Información SIBCI, en desmontar cada calumnia e infamia), que radicó en agresivas transmisiones nacionales e internacionales supeditadas a intereses minoritarios y a la repetición enfermiza de acontecimientos desestabilizadores con gran carga emocional narcotizante.
Por otra parte, la decisión a favor de la macabra opción de la derecha, consistió en el sabotaje ininterrumpido operado desde Venezuela y el extranjero por sectores de grandes fuerzas financieras, en el ámbito político, económico y social, por ejemplo: los recurrentes apagones y fallas eléctricas en el interior y en la capital del país, así como el acaparamiento de productos básicos como el papel higiénico, la crema dental, la leche, la harina de trigo y precocida, el arroz, lavaplatos, jabón de baño, la pasta, margarina y el aceite.
Sumada a esta manipulación de cotidianidades enfurecidas, aparece la débil formación ideológica existente en el pueblo venezolano, que sería lo mismo decir, analfabetismo político, pues parte de la población no ha superado por completo la cultura idiotizante, estupidizante y disociada de la reverenciada e idolatrada televisión y con ella sus apócrifos noticieros elaborados desde las emociones, sin duda, un evidente “periodismo visceral”, ahora reforzado por atolondrados e inexactos canales de comunicación, como las avasallantes redes sociales (aclaro que lo que aquí condeno, es el uso irresponsable de estas herramientas tecnológicas).
El hecho de que buena parte de los venezolanos y venezolanas carezcan de una conciencia política inspirada en los principios humanistas como la igualdad, fraternidad y justicia social, los convierte en habituales “loros” y “loras”, es decir, repetidores de superficiales discursos, multiplicadores de huecas frases, desmembradas interpretaciones y alocadas acciones que sólo pueden significar frustración y desasosiego, lastimosamente decidieron asumirse desde la rabia y la animadversión hacia sus mismos compatriotas, hoy una indiscutible mayoría –digan lo que digan- reconocida no sólo por el Consejo Nacional Electoral (CNE), sino también por observadores y organismos electorales internacionales.
Pero tampoco debemos ser ingenuos, pues si bien existen crédulos, también existen miserias ambulantes que poco les conviene pensar en el otro, porque EL SOCIALISMO, implica un desprendimiento material y espiritual, curiosamente lo que le falta a un reconocido sacerdote de Boconó estado Trujillo, específicamente encargado de La Capilla de la Coromoto - La Sabanita, quien días antes de la elecciones presidenciales dijo a sus feligreses en tono desafiante, que no votaran por Maduro porque era comunista, grave error en querer crear confusión y temor en esta humilde y valiosa gente andina, cuando es un supuesto vicario del amor y de la paz, -vaya a saber a cual afecto y alianza responden sus intereses materiales y místicos -.
A otro que últimamente le ha dado por congraciarse con las cúpulas de la iglesia católica, es a Capriles, el candidato de la frustración, él cual durante la campaña electoral mintió desvergonzadamente diciendo atrocidades como: que Maduro llamó a las personas con diversidad funcional mongólicos, que PDVSA es de un grupito, que el Sistema Penitenciario Venezolano está en crisis, que la Gran Misión Vivienda no fabrica casas de calidad, entre muchassssssssss otras histéricas afirmaciones que sólo han de ser sustentadas en sus inestables deducciones delirantes, vaya usted a saber por qué?.
A la oposición venezolana en general los invito a leer sobre historia, a documentarse, a hablar desde los argumentos, las bases y el conocimiento, entiendo que su líder no sea el mejor ejemplo, pero hagan el intento para que esquiven el ridículo en lo posible. Por favor vean menos televisión y traten de no convertirse en autómatas y marionetas de informaciones y datos, sin antes recurrir a la investigación de fuentes fidedignas, confiables, serias y responsables. Por favor reflexionen y entiendan que no se puede llegar al poder por pataletas, malcriadeces y cacerolazos, sino a través de los votos, y aunque es cierto que los resultados fueron cerrados, los que creemos en el SOCIALISMO continuamos siendo la MAYORÍA.
Señoras y señores del globo terráqueo, en los últimos años Venezuela entera ha sido martirizada diariamente por guerras mediáticas, guerras psicológicas y guerras económicas, esa es la verdad, indaguen, estudien, comparen, busquen testimonios, sintonicen diversas ventanas informativas impresas, televisivas, radiofónicas y digitales, entiendan que aquí la dictadura es la impuesta por los dueños de los medios de comunicación privados y la de los sectores adinerados de la ultra derecha.
Este pobre personaje de nuestra historia contemporánea, y quien seguramente será sepultado en la memoria política por los mismos medios de comunicación privados que hoy lo complacen en su elitista, racista y neoliberalista campaña, sumó votos insisto, gracias a la inoculación de odio permanente inyectada a los venezolanos y venezolanas, victimas de la desinformación (a pesar del esfuerzo del Sistema Nacional de Medios Públicos y del naciente Sistema Bolivariano de Comunicación e Información SIBCI, en desmontar cada calumnia e infamia), que radicó en agresivas transmisiones nacionales e internacionales supeditadas a intereses minoritarios y a la repetición enfermiza de acontecimientos desestabilizadores con gran carga emocional narcotizante.
Por otra parte, la decisión a favor de la macabra opción de la derecha, consistió en el sabotaje ininterrumpido operado desde Venezuela y el extranjero por sectores de grandes fuerzas financieras, en el ámbito político, económico y social, por ejemplo: los recurrentes apagones y fallas eléctricas en el interior y en la capital del país, así como el acaparamiento de productos básicos como el papel higiénico, la crema dental, la leche, la harina de trigo y precocida, el arroz, lavaplatos, jabón de baño, la pasta, margarina y el aceite.
Sumada a esta manipulación de cotidianidades enfurecidas, aparece la débil formación ideológica existente en el pueblo venezolano, que sería lo mismo decir, analfabetismo político, pues parte de la población no ha superado por completo la cultura idiotizante, estupidizante y disociada de la reverenciada e idolatrada televisión y con ella sus apócrifos noticieros elaborados desde las emociones, sin duda, un evidente “periodismo visceral”, ahora reforzado por atolondrados e inexactos canales de comunicación, como las avasallantes redes sociales (aclaro que lo que aquí condeno, es el uso irresponsable de estas herramientas tecnológicas).
El hecho de que buena parte de los venezolanos y venezolanas carezcan de una conciencia política inspirada en los principios humanistas como la igualdad, fraternidad y justicia social, los convierte en habituales “loros” y “loras”, es decir, repetidores de superficiales discursos, multiplicadores de huecas frases, desmembradas interpretaciones y alocadas acciones que sólo pueden significar frustración y desasosiego, lastimosamente decidieron asumirse desde la rabia y la animadversión hacia sus mismos compatriotas, hoy una indiscutible mayoría –digan lo que digan- reconocida no sólo por el Consejo Nacional Electoral (CNE), sino también por observadores y organismos electorales internacionales.
Pero tampoco debemos ser ingenuos, pues si bien existen crédulos, también existen miserias ambulantes que poco les conviene pensar en el otro, porque EL SOCIALISMO, implica un desprendimiento material y espiritual, curiosamente lo que le falta a un reconocido sacerdote de Boconó estado Trujillo, específicamente encargado de La Capilla de la Coromoto - La Sabanita, quien días antes de la elecciones presidenciales dijo a sus feligreses en tono desafiante, que no votaran por Maduro porque era comunista, grave error en querer crear confusión y temor en esta humilde y valiosa gente andina, cuando es un supuesto vicario del amor y de la paz, -vaya a saber a cual afecto y alianza responden sus intereses materiales y místicos -.
A otro que últimamente le ha dado por congraciarse con las cúpulas de la iglesia católica, es a Capriles, el candidato de la frustración, él cual durante la campaña electoral mintió desvergonzadamente diciendo atrocidades como: que Maduro llamó a las personas con diversidad funcional mongólicos, que PDVSA es de un grupito, que el Sistema Penitenciario Venezolano está en crisis, que la Gran Misión Vivienda no fabrica casas de calidad, entre muchassssssssss otras histéricas afirmaciones que sólo han de ser sustentadas en sus inestables deducciones delirantes, vaya usted a saber por qué?.
A la oposición venezolana en general los invito a leer sobre historia, a documentarse, a hablar desde los argumentos, las bases y el conocimiento, entiendo que su líder no sea el mejor ejemplo, pero hagan el intento para que esquiven el ridículo en lo posible. Por favor vean menos televisión y traten de no convertirse en autómatas y marionetas de informaciones y datos, sin antes recurrir a la investigación de fuentes fidedignas, confiables, serias y responsables. Por favor reflexionen y entiendan que no se puede llegar al poder por pataletas, malcriadeces y cacerolazos, sino a través de los votos, y aunque es cierto que los resultados fueron cerrados, los que creemos en el SOCIALISMO continuamos siendo la MAYORÍA.
Señoras y señores del globo terráqueo, en los últimos años Venezuela entera ha sido martirizada diariamente por guerras mediáticas, guerras psicológicas y guerras económicas, esa es la verdad, indaguen, estudien, comparen, busquen testimonios, sintonicen diversas ventanas informativas impresas, televisivas, radiofónicas y digitales, entiendan que aquí la dictadura es la impuesta por los dueños de los medios de comunicación privados y la de los sectores adinerados de la ultra derecha.
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