15 de abril, se repite la Guerra de Corea
Actualizado:13/04/2013 19:00 GMT
Por: Rasul Gudarzi
Pyongyang podría iniciar un ataque el próximo 15 de abril, fecha en que se celebra un aniversario más del nacimiento del fundador norcoreano.
El 15 de abril se celebra el cumpleaños de Kim Il-sung, fundador de Corea del Norte. En 2012, los coreanos conmemoraron esta fecha con el lanzamiento de su primer satélite, es por ello que algunos expertos advierten que los ataques podrían iniciarse ese mismo día.
En las últimas semanas, la tensión en la península coreana ha llegado a su punto máximo, y Corea del Norte, que ya había declarado el estado de guerra con Seúl, continúa con su retórica belicista amenazante contra los Estados Unidos y su vecino del sur.
¿Son reales las amenazas de Pyongyang? ¿Cuáles son los motivos que las provocan? En caso de desatarse una guerra, ¿quién sería el perdedor? ¿Qué consecuencias tendría una supuesta guerra?
Hace 63 años, Kim Il-sung, abuelo del actual líder norcoreano Kim Jong-un, tras recibir luz verde del líder en aquel entonces de la hoy extinta Unión Soviética, Joseph Stalin, lanzó una contienda contra el vecino del sur para construir una península coreana comunista. Si bien después de esta guerra no se propició ningún cambio en la frontera de ambas Coreas, la guerra fue considerada una gran pérdida para Pyongyang, ya que se estima que Corea del Sur y sus aliados tuvieron cerca de 778.000 muertos, heridos y mutilados, mientras que el bando de Corea del Norte registró entre 1.187.000 y 1.545.000, además de 2,5 millones de civiles muertos o heridos, 5 millones sin hogar y más de 2 millones de refugiados. Estas cifras la hacen una de las campañas bélicas más sangrientas desde la II Guerra Mundial. También, unos 54.000 estadounidenses y 500.000 chinos murieron en la guerra. Si no hubiera contado con la ayuda y apoyo de la Unión Soviética y China, Seúl, con el respaldo de Estados Unidos, hubiera ocupado toda la península.
Esta vez es diferente, Kim Jong-un no cuenta con el apoyo ni de China ni Rusia, algo que disminuye mucho la posibilidad de que Corea del Norte pueda lograr algo mediante una guerra.
¿Por qué Rusia y China no apoyan la decisión de Pyongyang?
Por un lado, Moscú y Pekín están muy ocupados con el caso de Siria, y no pueden soportar otra guerra, especialmente en la península coreana, ya que las dimensiones de un supuesto enfrentamiento militar con armas nucleares involucraría a sus propios territorios nacionales.
Hace unos días, el mandatario ruso, Vladimir Putin, afirmó que si se produce una guerra en la península coreana, el caso de Chernóbil será un cuento infantil en comparación. A la vez, agradeció a EE.UU. por no realizar actos que provoquen a Corea del Norte, algo que deja bien claro que Moscú no solo no apoya a Pyongyang, sino que no apuesta por una guerra en esta zona.
Además, China se vería afectada por otro fenómeno que sería el flujo de damnificados de guerra a su territorio. Se estima que unos 4 millones de personas se pueden desplazar hacia China.
En caso de ocurrir una guerra, quién será el perdedor?
Si se desata una guerra, puede tener dos aspectos: con armamento convencional o nuclear. Sin embargo, el Gobierno de Pyongyang deposita gran confianza en su poderío militar, y es probable que tenga entre 500 y 700 mil proyectiles de artillería apuntando hacia Seúl, que en caso de ser disparados, provocaría que la situación se saliera de control y complicara todo desde el principio. Además, el Ejército norcoreano podría utilizar sus 600 mil comandos especiales y desplegar unos 150 mil efectivos en la frontera del sur, cuyo blanco serían las infraestructuras de Corea del Sur, como los sistemas de telecomunicaciones y el transporte. Sin embargo, poco a poco y después de que se reduzcan sus municiones y alimentos, se debilitaría y no tendría ningún otro camino que retirarse o recurrir a sus armamentos atómicos, algo que también sería en vano, ya que los buques de guerra de EE.UU., equipados con misiles Patriot, destruirían inmediatamente los de largo y medio alcance norcoreanos. Esta segunda opción de Pyongyang supondría una gran amenaza para la región y provocaría grandes sacrificios en los pueblos de ambas partes de la península, además de que afectará a más del 70 por ciento de la población del planeta.
¿Es posible que estas amenazas no se materialicen y se normalice la situación?
En países con sistemas cerrados, como Corea del Norte, y que también sufren de una pobreza extrema, a veces los líderes toman decisiones erróneas que llevan al pueblo hacia la destrucción. De ahí que en tales países sólo se cumpla la palabra del líder, una decisión tomada se cumplirá sin duda alguna, para que no cuestione la autoridad del mandatario. Por lo tanto, si Kim Jong-un y sus asesores ven que de verdad no pueden ganar la guerra, seguirán con sus amenazas para no perjudicar la imagen del líder norcoreano, tanto a nivel nacional como internacional. Luego esperará que Rusia, China o la Organización de las Naciones Unidas medien entre su país y Corea del Sur para resolver las tensiones mediante el diálogo y el chantaje a EEUU y su vecino sureño.
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