Ucrania: Callejón sin salida
Escrito por Arnaldo Musa
Nada bueno se puede esperar de un gobierno que está fuertemente permeado por elementos fascistas, como los dos que han proclamado abiertamente sus vínculos con el Emirato Islámico del Cáucaso del Norte...
Las continuadas maniobras militares entre tropas de Estados Unidos y Ucrania en las proximidades de la frontera polaca, el emplazamiento de armamento sofisticado de fuerzas hostiles cerca de los límites con Rusia y el hallazgo de un importante alijo de armas norteamericanas en territorio de Lugansk, una de las repúblicas rebeldes al régimen fascista de Kiev, subrayan el agravamiento de la situación en una zona proclive a un estallido bélico de gran magnitud, quizás de consecuencias catastróficas para la humanidad.
A su vez, el descubrimiento de armas estadounidenses en Lugansk demostró que las regiones separatistas siguen mostrando su disposición a cumplir el convenio de Minsk.
El fiscal de la región independentista del este de Ucrania, Leonid Tkachenko, dijo que unos obreros descubrieron misiles portátiles Stinger que pertenecen al Departamento de Defensa del Pentágono, así como otro armamento de procedencia estadounidense, en el aeropuerto destruido de Lugansk, y que este sería destruido.
Al mismo tiempo, Lugansk y Donetsk iniciaron la retirada del armamento con calibre que no supera los 100 mm a tres kilómetros de la línea de división, mostrando su compromiso con el acuerdo de Minsk, y aseguraron que se preparan para dar otro paso al respecto, como es el repliegue de sus divisiones de tanques y vehículos blindados, equipados con armas con calibre hasta 100 mm, de la línea de división a una distancia de al menos tres kilómetros.
La respuesta de Kiev fue el abrir fuego de artillería contra una zona de Donetsk, afectando los edificios residenciales de la ciudad. Las milicias independentistas de Donbass (Donetsk y Lugansk) ya habían denunciado que el ejército de Poroshenko usaba armas de exterminio en los combates.
El corresponsal de teleSUR Julio César Mejías reportó que “el Ejército dejó caer explosivos de hasta 500 kilogramos contra el centro de Donetsk y misiles de largo alcance”. También especificó que entre los objetivos estuvo uno de los hospitales más céntricos.
RECAPITULANDO
Y ahora recapitulemos: con los acuerdos de Minsk firmado por los presidentes de Ucrania, Piotr Poroshenko; Rusia, Vladimir Putin; Francia, François Hollande y la canciller de Alemania, Ángela Merkel, en febrero, se buscó por la vía del retiro de armas, el cese el fuego y el diálogo terminar el conflicto armado en el país europeo.
El incumplimiento por Poroshenko ha llevado a un callejón sin salida al conflicto, mientras que Francia y Alemania se hacen de la vista gorda, a fin de inculpar a Moscú por cualquier violación de un convenio que, indudablemente, es positivo para la paz. Recordemos que el propio mandatario ucraniano dijo, poco después de firmarlo, que lo habían obligado a aceptar.
Pero no solo hay incumplimiento, sino se incrementó el suministro de armamentos y asesoría militar de países miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte a Ucrania.
Nada bueno se puede esperar de un gobierno que está fuertemente permeado por elementos fascistas, como los dos que han proclamado abiertamente sus vínculos con el Emirato Islámico del Cáucaso del Norte, organización vinculada a al-Qaeda, según la ONU. Y uno de ellos incluso combatió contra Rusia como miembro de esa organización.
Es la primera vez, desde la Segunda Guerra Mundial, que llegan al poder en un país de Europa varios políticos que no esconden como referencia directa el III Reich.
Mucho habrá que escribir sobre esto, así como el futuro de una nación que está sirviendo como punta de lanza del imperialismo contra Rusia.
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