Se niega a rendir declaración por razones de “seguridad nacional”
Ex jefe de inteligencia polaco, acusado de permitir a la CIA instalar una cárcel secreta
Afp
Periódico La Jornada
Jueves 29 de marzo de 2012, p. 31
Varsovia, 28 de marzo. Un escándalo político estalló en Polonia después de que la prensa reveló la inculpación del ex jefe de los servicios de inteligencia polacos, Zbigniew Siemiatkowski, en una investigación sobre la supuesta existencia de cárceles secretas de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos en este país, entre 2002 y 2003, para detener a miembros de la red Al Qaeda.
La fiscalía polaca ya presentó cargos contra Siemiatkowski, acusado de haberse excedido en sus funciones, de privación ilegal de la libertad y de tortura a los prisioneros detenidos, cargos que enfrenta también el subdirector de los servicios secretos, Andrzej Derlatka, reveló el diario Gazeta Wyborcza.
Siemiatkowski no ha querido prestar declaración ante la fiscalía, y guarda silencio sobre una cuestión que considera de máxima seguridad nacional. “Me negué a declarar ante la fiscalía y me seguiré negando en cada fase de la investigación, así como ante tribunales”, advirtió.
Según el rotativo, la fiscalía también tiene pruebas suficientes para imputar al ex primer ministro del país y actual diputado del Parlamento y jefe del opositor partido socialdemócrata LSD, Leszek Miller, por haber permitido la instalación de una base secreta estadunidense en 2002-2003 en Kiekuty, aunque siempre ha negado la existencia en el país de prisiones clandestinas en las que la CIA torture a los presos.
No obstante, la investigación iniciada en 2008 encontró que aviones de la CIA trasladaban a presuntos islamitas detenidos en Afganistán al aeropuerto de Zsymanay, en el norte de Polonia. Desde ahí los presos eran llevados a una prisión establecida en el recinto de una escuela de inteligencia, a la que los ciudadanos polacos no tenían acceso, indicaron medios internacionales. Janusz Palikot, jefe del partido anticlerical de izquierda RP, acusó a Miller, jefe del gobierno de 2001 a 2004, de haber expuesto a Polonia a la amenaza terrorista por haber autorizado a la CIA a actuar en el país.
Los diferentes gobiernos polacos han negado la existencia de centros de detención de la CIA, pero este día, el presidente Bronislaw Komorowski destacó la necesidad de investigar esta cuestión “aunque se trate de un asunto delicado y quizá doloroso para el Estado polaco”.
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