Fascismo brasileño: Bolsonaro arremete contra los indígenas
Escrito por
Arnaldo Musa / Especial para CubaSí
Molesto por las continuadas protestas de los indígenas contra su
política de despojo, el presdente de Brasil, Jair Bolsonaro, ha vuelto a
cambiar su eslogan para tratar de atraer a una raza que calificó de
subordinada.
Molesto por las continuadas protestas de los indígenas contra su
política de despojo, el presdente de Brasil, Jair Bolsonaro, ha vuelto a
cambiar su eslogan para tratar de atraer a una raza que calificó de
subordinada, prometiéndole riquezas, para apelar nuevamente a consorcios
y a la oligarquía local con el fin de eliminar a la Fundación Nacional
del Indio (FUNAI).
El Ministerio de la Agricultura ya ha determinado la entrega de
decenas de miles de kilómetros de la Amazonia, el 13% del territorio
nacional, a latifundistas locales, lo cual hará más amplia la zona de
deforestación de la región, indispensable para tratar de defenderse
contra el cambio climático.
A los denuestos iniciales de Bolsonaro contra “seres inferiores", que
para el eran, son, además de los indígenas, las mujeres, negros y gays,
hubo un silencio toral para tratar de atraer el voto adicional de esos
grupos, en lo que se destacó ofertas a caciques que, se afirma,
fructificaron.
Pero luego, después de declarar pública y demagógicamente que no
podía soportar que los indígenas fueran pobres en tierra de ricos, se ha
dado a la tarea de perseguirlos, en lo que, aunque no se haya
publicitado, fueron desaparecidos algunos de sus líderes.
Para Bolsonaro no es problema tratar de quitarle el derecho a la
tierra a 900 000 indígenas, porque “solo constituyen el 1% de la
población”, pero en este aspecto está sufriendo obstáculos provenientes
de las mujeres de esa etnia, algo que no esperaba.
Así, las mujeres indígenas de Brasil rompen con la tradición y
lideran la lucha por el derecho a la tierra teniendo la voz cantante una
que pudo entrar en el Congreso el pasado año, Joenia Wapichana, quien
ha tratado de bloquear los intentos de Bolsonario de desmantelar a la
FUNAI.
Reuters apunta que, además de romper la tradición de no salir a la
luz pública, las mujeres lideran la oposición a Bolsonaro, a la que la
propia agencia británica considera como la mayor amenaza para Brasil.
Los 900 000 indígenas de Brasil se hallan en reservas que representan
el 13% del territorio. Bolsonaro ha indicado que viven en la pobreza y
él quiere animarles, permitiendo el desarrollo de sus tierras,
actualmente protegidas por la ley.
Ëllo no ha contado, subrayo, que desde los anteriores gobiernos del
Partido del Trabajo las mujeres han avanzado mucho y hoy hay muchas que
toman posiciones de primera línea en la defensa de los derechos
indígenas.
Rompiendo la tradición
Tradicionalmente, las culturas indígenas excluían a las mujeres de
los papeles de liderazgo que desempañaban los jefes tribales masculinos.
Sin embargo, eso está cambiando, según ha afirmado Joenia Wapichana,
quien el año pasado se convirtió en la primera mujer indígena elegida
para el Congreso de Brasil y ha estado tratando de bloquear los intentos
de Bolsonaro de desmantelar a FUNAI.
"Las mujeres han avanzado mucho y hoy hay muchas que toman posiciones
de primera línea en la defensa de los derechos indígenas", ha subrayado
Wapichana, de 45 años, una abogada que también fue la primera indígena
en discutir un caso ante el Tribunal Supremo de Brasil.
"Será difícil avanzar con este gobierno controlado por la
agroindustria y el lobby de la granja. Lo que querían era debilitar a
FUNAI para que ya no pudiera protegernos", aseguró Wapichana.
La principal líder indígena de Brasil es Sonia Guajajara, quien
advirtió hace unos días en un foro en Naciones Unidas que los planes de
Bolsonaro para abrir reservas a la minería y la agricultura podrían
devastar el Amazonas, la selva tropical más grande del mundo, que los
científicos aseguran que es la mejor defensa de la naturaleza contra el
calentamiento global.
Al día siguiente, volvió a Brasilia, liderando un mitin con 4 000
indígenas que representan a las 305 tribus de Brasil, protestando por la
decisión de Bolsonaro de dejar las decisiones sobre las tierras bajo el
Ministerio de Agricultura, que se centra en intereses agrícolas.
"Las invasiones de tierras indígenas han aumentado desde que
Bolsonaro asumió el cargo el 1 de enero y eso se debe al odio y la
violencia en su discurso contra nosotros", subrayó Guajajara.
En una rueda de prensa, Guajajara, de 45 años, recordó que en 1998
Bolsonaro, quien entonces era congresista, dijo en una entrevista que
era una pena que la caballería brasileña no hubiera sido "tan eficiente
como la estadounidense, que exterminó a todos los indios".
En el 2018, Bolsonaro afirmó a los periodistas que los antropólogos
habían mantenido a los brasileños nativos "como animales en un
zoológico" y que se les debería permitir beneficiarse de la agricultura y
la minería. Algunos pueblos indígenas, engañados, apoyan su plan para
permitir la agricultura comercial en las reservas, aunque la mayoría
están con Guajajara.
En lugar de esperar a que alguien más les representara, las mujeres
indígenas han tomado una postura de una manera que no lo habían hecho
antes, y se han unido en todo el Amazonas, según Leila Salazar-López,
presidenta de Amazon Watch, una organización con sede en Estados Unidos
que asegura trabaja para detener la deforestación y promover los
derechos indígenas en la cuenca del Amazonas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario